Jueves 25.7.2019
/Última actualización 15:40
La situación por la que atravesó el compañero municipal Ezequiel Peralta al ser herido por tres atacantes en el Cementerio Municipal de la Ciudad de Santa Fe, mientras realizaba tareas de custodia en el interior del mismo, pone en evidencia varias cuestiones que la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales viene advirtiendo desde hace ya varios años y que necesita de parte de todos los sectores involucrados una actitud más firme y de una resolución perentoria.
Este hecho, que pudo convertirse en una tragedia, deja al descubierto la práctica abusiva de muchos Intendentes y Presidentes Comunales que incorporan personal en situación precaria disfrazada de pasantías, becarios, contratos basura, monotributistas o locadores de servicios, o como en este caso de “practicante”. Paralelo a ello, en repetidas oportunidades, los titulares de los ejecutivos locales antes de dejar sus funciones nombran en planta permanente a personal político, en desmedro de las/os trabajadores que llevan años en sus funciones y generando situaciones conflictivas entre los gremios de base y las nuevas autoridades. Esta práctica que se repite luego de cada proceso electoral tiende a generalizarse en todo el territorio provincial.
Nuestra Federación ha ido estableciendo con muchos de sus Sindicatos de base una estrategia para que los mismos establezcan procesos de incorporación de personal en numerosos Municipios y Comunas de manera escalonada, teniendo en cuenta antigüedad, funciones, etc, acordándola con Intendentes y Presidentes Comunales. La no atención a la misma, es también, generadora de hechos como los que hoy lamentamos.
Debemos señalar también, la absoluta responsabilidad de los propios Intendentes en temas referentes a la seguridad de las y los trabajadores, de las condiciones de habitabilidad y de logística adecuada que los lugares de desempeño de tareas deben tener. Es tiempo que se entienda definitivamente, que la vida de los ciudadanos y ciudadanas santafesinas –sean trabajadores municipales o no- está por encima de cualquier situación, argumento o excusa que se esgrima para intentar justificaciones frente a la realidad que hoy vivimos.
Y por último esto viene a demostrar que la urgencia por aprobar la Ley de ART no tiene nada que ver con la seguridad del trabajador o trabajadora, que las prioridades y urgencias en la materia están presentes en cada ámbito laboral y necesitan de abordajes más integrales y que su resolución está antes que cualquier otro interés económico o político.