Por Ignacio Pellizzón
Mientras el conflicto entre taxistas y municipio se mantiene, el Palacio Vasallo comenzó a debatir este lunes la iniciativa oficial para incorporar 300 nuevas licencias y otras 200 que están en caución. El proyecto, que avanzaría sin mayores obstáculos, pretende resolver la demanda de transporte en la ciudad, salteando la discusión de aumentar la tarifa.
Por Ignacio Pellizzón
Mientras Rosario todavía no goza de una oferta de taxis ideal, el Concejo de la ciudad ya comenzó a debatir este lunes el proyecto del Ejecutivo para incorporar 300 nuevas licencias y otras 200 que están en caución. La iniciativa propone nuevas condiciones para obtenerlas: la mitad para mujeres, poseer pago electrónico y QR y que los coches sean 0 km.
La reactivación económica en la ciudad se vivencia, sobre todo, en el movimiento de las personas. El nivel de consumo crece al mismo ritmo que la necesidad de transportarse. Este es el conflicto principal que atraviesa por estas semanas la Municipalidad en materia de movilidad. La faltante de taxis es un problema que todavía no tiene solución.
Por el lado de los taxistas, la respuesta se basa en que muchos choferes optaron por bajarse del móvil durante los momentos más oscuros de la pandemia y hoy volver a subirse al auto no es redituable, pese al boom de demanda que existe.
Ante este escenario, desde el Sindicato de Peones de Taxis de Rosario (SPTR) junto con otras organizaciones gremiales, pugnan por un aumento en la tarifa que permita que los sueldos mejoren para hacer más atractiva la actividad y recuperar conductores y conductoras, y que se puedan financiar los gastos corrientes que demandan las unidades: mantenimiento, cambio de neumáticos, arreglos varios, entre otros.
Sin embargo, el intendente Pablo Javkin no piensa lo mismo. Desde su óptica, el sector tiene que mejorar la prestación del servicio y volcar unidades a la calle para que cumplan el horario mínimo de 16 horas. Porque entiende que hay muchos titulares de licencias que de noche o fines de semana no circulan. Esto genera mucho malestar entre vecinos y vecinas que no se pueden transportar, habida cuenta que el sistema de colectivos está en crisis.
Por eso, para presionar al rubro, el Ejecutivo envió al Palacio Vasallo un proyecto para incorporar 300 nuevas licencias y otras 200 que están en caución. La idea es que los nuevos taxis se dividan la mitad para las mujeres, que las unidades sean 0 km, que tengan un mínimo de dos conductores por auto, y que incorporen sistemas de pago electrónicos y de monitoreo.
Según contaron en voz baja a Mirador Provincial diversos ediles, habría consenso para que la iniciativa avance sin problemas desde la comisión de Servicios Públicos hasta el recinto para ser aprobada.
En base a información del municipio, en Rosario, por estas horas, hay 3.875 licencias habilitadas para taxis, de las cuales 3.620 están en funcionamiento y 225 en caución. Estas licencias serán readjudicadas. Por lo tanto, con las nuevas chapas que se agregarían se generaría un universo de 4.300 unidades.
La polémica
En medio del tire y afloje, la secretaria de Movilidad municipal, Eva Jokanovich. recordó que se enviaron más de 3.000 notificaciones intimando a la prestación del servicio y se hicieron unas 500 infracciones en función del incumplimiento. “Si siguen así, estás unidades están sujetas a ser caucionadas definitivamente y serán incorporadas a una nueva licitación”, dijo.
Marcelo Díaz, referente de titulares de licencias de taxis, señaló a este medio que ellos armaron un cronograma de trabajo en octubre con el municipio, pero el problema no se resolvió. “Hicimos otro en noviembre en el que trasladamos 1.300 vehículos y dividimos la flota en tres: para el viernes a la noche, para el sábado a la noche y para el domingo desde las 12 hasta las 20. Es el tema de la frazada corta, porque uno envía a trabajar a las personas a la noche y durante el día no había choferes porque los titulares no tienen suficientes conductores”.
“Entonces pedimos reunión al Ejecutivo para ver cómo salimos de esta encerrona, porque si ellos piensan que vamos a discutir la tarifa de taxi cuando mejoremos la calidad de servicio es completamente inviable, porque si no tenemos choferes no podemos resolver el problema”, afirmó.
“La actualización de la tarifa es necesaria para poder mantener las unidades y para cambiarlas y arreglarlas, y motivar a los choferes que, en base al convenio de trabajo, no llegan a cobrar 1.600 pesos por día. Por eso queremos darles una cifra superior del 30%, lo cual le quita rentabilidad al titular y desencadena un conflicto, a veces judicial, entre las partes”, concluyó Díaz.
En medio de la disputa por los posibles aumentos, el Concejo se apresta a discutir la factibilidad de un ajuste. Pero, en medio del tire y afloje, se coló la discusión (nuevamente) por la posible regulación de aplicaciones de transporte como Uber.
La edila macrista Renata Ghilotti recordó que el proyecto está en la comisión de Servicios Públicos: “Lo seguimos poniendo sobre la mesa para que lo evalúen", comentó en las últimas horas la edila de Juntos por el Cambio. Además, agregó que la discusión por Uber se puede retomar tras la mala frecuencia de colectivos y pocas unidades de taxis.
Nuevas chapas, nuevos requisitos
Acorde a lo que indica el proyecto, los requisitos para los nuevos permisos incorporan una serie de mejoras que van desde los vehículos, que deberán ser 0 kilómetro o modelos que no excedan los 24 meses de antigüedad ni más de 50.000 kilómetros, y contar en todos los casos con medios de pago electrónico, independientemente que sea mediante tarjetas de débito o crédito o código QR.
Los autos deberán garantizar un espacio suficiente en el baúl o dispositivos accesorios para el traslado de elementos de movilidad de personas con discapacidad motriz y, como las unidades ya en funcionamiento, deberán estar asociados a un servicio de monitoreo y contar con dispositivos de seguridad para los choferes, como son el botón de pánico, consola de datos y pantalla de comunicación con el sistema de despacho y emergencia, micrófono ambiental y cámara fotográfica.
Los permisos, de acuerdo al proyecto, se otorgarán por 10 años bajo el régimen jurídico de “derecho de explotación” y con el pago de un canon y todas las nuevas unidades deberán cubrir como mínimo dos turnos de ocho horas y contar con al menos dos conductores por cada coche.
El proyecto establece también que los actuales conductores tendrán prioridad a la hora de acceder a las nuevas licencias y que se deberán fijar condiciones para priorizar a los conductores o particulares que tienen mejor observación de las normas de tránsito.