Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
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Las nuevas medidas anunciadas este domingo por el gobernador, Omar Perotti, -que rigen desde este lunes- no solo generaron mucho malestar por la inconveniente forma de comunicarlas pasadas las nueve y media de la noche en medio del clásico rosarino, sino también por el tenor del endurecimiento para sectores golpeados de la economía como gastronómicos y comerciantes.
Actores de referencia para el sector que dialogaron con El Litoral dejaron en claro que así “no pueden seguir” y que necesitan una “ayuda estatal urgente”. Tanto comerciantes como dueños de bares y restaurantes saben que esta semana cerrando a las 19 horas hasta las 6 de la mañana los perjudica de sobremanera.
Las imágenes viralizadas de los banderazos de hinchas de Newells´como de Rosario Central previo al partido, tomaron una connotación negativa mucho mayor tras el anuncio de las nuevas restricciones tanto para Rosario como de San Lorenzo, marcadas como epicentros de la emergencia epidemiológica dentro de la provincia de Santa Fe.
Para el titular de Paseo Pellegrini, Alejandro Pastore, una de las arterias comerciales y gastronómicas más importantes de la ciudad, los anuncios “limitan a cero” la capacidad de trabajar para las cervecerías, parrillas y restaurantes, contó a este medio.
El referente entiende que estos negocios trabajan fuertes “en los turnos nocturnos”. Por eso, el hecho de tener que cerrar a las 19 los limita “totalmente”. La situación es tan acuciante en el sector que ahora la necesidad de ayuda estatal es “urgente”, aseveró Pastore, porque “tiene que haber una respuesta para los problemas que fiscales, pago de servicios, alquileres y salarios”, agregó.
Sin embargo, el titular de Paseo Pellegrini admite que hay una comprensión general de “por qué se toman las medidas” y que “nadie niega la necesidad” de limitar la circulación, pero es necesario que a la hora de tomar decisiones tan importantes que repercuten de forma directa en el rubro “sean más quirúrgicos”.
Desde Mercado Pichincha el enojo es aún mayor. Se trata de un espacio que tiene prácticamente su vida laboral basada a partir de las 19 en adelante. Es por eso que Reynaldo Bacigalupo, vocero del sector, es contundente al afirmar: “Te sacan las ganas de invertir”.
Lo sucedido en la previa del clásico entre Rosario Central y Newell’s, donde se vieron a hinchas de ambos equipos realizando juntadas sin ningún tipo de protección ni distanciamiento, enoja aún más a los dueños de bares. “Ya no nos sorprende nada”, dijo.
Con negocios que se encuentran al borde del abismo, Bacigalupo estima que habrá muchos que “abrirán en rebeldía” y otros que seguramente “tomarán medidas al respecto” porque desde el gobierno provincial siempre se recurre “a la más fácil”, aun sabiendo que los contagios “no se producen” en los negocios.
Desde la Asociación Empresaria de Rosario (AER) dejaron en claro que ya no hay resto económico para soportar caídas como las del año pasado. Es por eso que el propio presidente, Ricardo Diab, confirmó a este medio que reclamarán el regreso de subsidios estatales para el trabajo y la producción -como fue el ATP- para poder sobrellevar las restricciones.
Si bien Diab comprende que el contexto sanitario amerita que se tomen decisiones antipáticas, no deja de mostrarse molesto y señalar que tanto “el sector gastronómico como la actividad nocturna y salones de eventos -peloteros, cumpleaños, casamientos, entre otros- ni siquiera pudieron arrancar”.
Por su parte, el intendente, Pablo Javkin, indicó que en este nuevo marco de restricciones se volverá a los círculos para ocupar el espacio público. Aseguró que al aire libre el límite máximo por burbuja será de diez personas. "Ayer hicimos reparto de tapabocas. En esta sitaución tenemos que reforzar. No impedir el uso del espacio público porque estamos pidiendo encuentros donde haya ventilación", añadió.
Sobre la movilización de hinchas de Rosario Central previa al clásico, explicó: "El festejo tiene riesgo de contagio alto y tenemos que tomar medidas en ese sentido. Lo que pasó ayer no debió suceder. Hay una responsabilidad como ciudadanos. Es un hecho que escapa a una situación administrativa. Eso requiere de la intervención de Fiscalía y de fuerzas de seguridad".