Por Ignacio Pellizzón
Con niveles superiores a los recomendados por la OMS, las autoridades aconsejaron no realizar actividades físicas y utilizar barbijo. “Necesitamos cortar con esto, de lo contrario deberemos enfrentar consecuencias mucho peores”, dijo a este medio el infectólogo y vicedecano de la facultad de Medicina de la UNR, Damián Lerman.
Por Ignacio Pellizzón
Rosario se despertó este martes con cenizas en el suelo y con un nivel de humo en el ambiente perjudicial para la salud. La situación es tan crítica que desde la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad local recomendaron evitar realizar actividades físicas al aire libre, sobre todo en escuelas donde se encuentra una población más vulnerable.
A media mañana la ciudad registró presencia “de material particulado de 2.5 en 75 microgramos por metro cúbico”, lo que significa que se superó hasta cinco veces el límite de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según indicó el Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático que lleva adelante el Sistema de Alerta Temprana (SAT).
Frente a este escenario, según explicó a El Litoral el infectólogo y vicedecano de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Damián Lerman, este humo que uno respira por la nariz y la boca “llega a las vías aéreas inferiores a una unidad funcional que se llama alvéolo y ahí se intercambia y va a la sangre y de ahí se dirige a los distintos órganos donde se genera el impacto”.
“Las personas ven afectadas la salud del aparato cardiovascular, tanto en las arterias como en el corazón, mientras que muchas otras personas ven exacerbadas las enfermedades que tienen, como por ejemplo quienes sufren de asma, rinitis, alergia, entre otras”, agregó.
No es menor decir el impacto que genera en la sociedad la presencia del humo. “Ya el hecho de verlo, sentirlo, genera un impacto negativo que también tiene traducción en la esfera psicológica de los individuos”, advirtió el médico.
Si esto se continúa en el tiempo y no se frena, “la verdad es que no sabemos qué tipo de consecuencias puede haber porque son impredecibles y no es un tema como para dejar de atender”, alertó, y cerró: “En el futuro inmediato necesitamos cortar con esto, de lo contrario deberemos enfrentar consecuencias mucho peores y con un impacto mucho peor en muchísimas personas”.