Por Gerardo González
El niño tenía muerte cerebral y sus padres tomaron la decisión donar para salvar la vida de cuatro personas, convirtiéndose en un modelo resiliencia y generosidad en todo el norte de Santa Fe.
Por Gerardo González
Esta semana se cumplieron cinco años de la partida terrenal de "Lolo" Regonat, el niño que sufrió un aneurisma mientras jugaba en el patio de su casa y su familia decidió donar sus órganos. Fue una triste historia que conmovió a todo el norte santafesino.
Allí, Claudia y Mariano, sus papás, fueron abrazados por cada vecino de la zona. Es que, en medio del dolor y tantas preguntas sin responder, tomaron una decisión que cambió muchas vidas. No tuvieron tiempo de pensarlo, era una cuestión de minutos. El "sí, lo desconectamos" fue tan rápido, pero tan firme, que hasta el día de hoy no solo no se arrepintieron, sino que están más convencidos que nunca.
En declaraciones a la prensa, el padre de Lolo, Mariano Regonat, aseguró que "en semanas como estas hay muchos sentimientos encontrados", ya que el 16 de julio de 2019 fue el día del accidente, el 17 el anuncio y el 18 cuando lo desconectaron".
Sin embargo, siguieron apostando a la vida: "desde la partida de Lolo, la ginecóloga de mi señora, la Dra. Mariela Ramírez, nos ayudó para poder tener otro hijo. Siempre seguimos adelante y nunca bajamos los brazos. Lo hicimos por él, porque siempre fue un nene alegre".
Regonat también se manifestó sobre el proceso de la donación de órganos: "nosotros sabemos que él sigue viviendo en quienes hoy tienen sus órganos", al tiempo que recordó: "Cuando nos tocó vivir el fallecimiento de Lolo, el personal de CUDAIO nos preguntó si queríamos donarlos y aunque fue una decisión rápida, jamás lo dudamos. Gracias a Dios estos chicos que recibieron los órganos cambiaron su calidad de vida, pudieron dejar la diálisis".
En cuanto a la relación con los familiares de los niños que recibieron los órganos de Lolo, Regonat manifestó tener continuamente contacto con tres de las familias. "Entendemos que de esto no se sale solos, se sale con ayuda de terceros; y con Claudia estamos ayudando también a otras familias que perdieron hijos".
"Cada vez que lo recordamos, lo hacemos bien. Eso nos dio fortaleza todo este tiempo. Lo que nos llena es que esos niños están bien de salud. Fue una decisión difícil, pero correcta", agregó.
"Lolo" tenía 5 años cuando en horas de la tarde del martes 16 de julio de 2019 jugaba en el patio de su casa sobre una pila de ladrillos y cayó de espalda. Fue su papá Mariano, tras los gritos de su madre, quien lo encontró desvanecido entre los ladrillos y el tapial. El niño ingresó al Hospital de Reconquista, ya intubado, y permaneció internado en el servicio de Terapia Intensiva. En principio se creía que tras la caída había sufrido un traumatismo de cráneo, pero en realidad fue un aneurisma.
Al día siguiente del hecho, el jefe de Pediatría y de la Terapia de niños del Hospital, Dr. Alejandro "Nito" Mansur, manifestó que Lolo había ingresado en coma, en muy mal estado, que se logró estabilizarlo, y se lo puso en asistencia respiratoria mecánica con todo el tratamiento de estabilización general. Agregó que se le realizó una tomografía, con la cual se constató una hemorragia muy grande, varias en el cerebro, producto de un aneurisma que se rompió, como si fuera un ACV hemorrágico, pero por una malformación de una arteria que está en la base del cerebro.
Además, contó que "durante la noche sufrió un evento que tenía la sintomatología de muerte encefálica, y que lamentablemente cuando ocurre esto es como que dicen stop y tenes que parar. La suerte está echada, y a los padres hay que decirle siempre la verdad", reflexionó el pediatra, "aunque sea cruda. A nosotros también nos duele. El dolor no es igual, pero uno más trabaja en esto y más sensible se pone".
En declaraciones a los medios de comunicación, el pediatra de Lorenzo, "Nito" Mansur confirmó que después de un largo debate con sus padres, estos accedieron a donar sus órganos. "A pesar de que acá estamos todos llorando por la pérdida de Lolo, muchos chicos que esperan un órgano estarán felices", indicó el médico.
Fue así que a las 10:30 horas del jueves 18 de julio de 2019, trasladaron a "Lolo" desde pediatría al quirófano para el comienzo del procedimiento de ablación múltiple de órganos. Alrededor de 50 personas, profesionales de CUDAIO Santa Fe e INCUCAI Buenos Aires, llegaron a Reconquista en distintas ambulancias. Pasada las 11 de la mañana del viernes 19, los restos del pequeño "Lolo", recibieron sagrada sepultura. El cortejo emocionó a toda la comunidad. Con las sirenas encendidas, decenas de móviles policiales, bomberos, ambulancias, vehículos municipales y autos particulares acompañaron a Lorenzo y sus padres hasta el cementerio de la ciudad de Avellaneda.
En relación con la llegada de su segundo hijo Ignacio, nacido el pasado 4 de enero y en su momento tapa de Norte 24, su padre aseveró: "Su llegada fue espectacular, revolucionó la casa, la familia, Claudia recuperó su sonrisa". Y completó: "Estamos muy felices, fue un tratamiento largo que nos demandó mucho esfuerzo y poco descanso, pero todo sacrificio tiene sus frutos".
En la tarde del miércoles 17 de julio de 2024, se realizó una misa conmemorativa en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, en Avellaneda.
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