Desde hace más de un siglo el Colegio Santa Marta se transformó en un símbolo de la educación en Pilar y el departamento Las Colonias de la provincia de Santa Fe.
Se realizó a partir de la investigación de los estudiantes de la institución. Tres días de contacto con la historia de la comunidad.
Desde hace más de un siglo el Colegio Santa Marta se transformó en un símbolo de la educación en Pilar y el departamento Las Colonias de la provincia de Santa Fe.
En el marco de los festejos por los 60 años del nivel secundario, y durante tres días, alumnos de 2do. Año organizaron un museo itinerante que recorrió la historia de distintos aspectos y particularidades que acontecieron en estas seis décadas de excelencia educativa.
Para la muestra fue necesario un gran trabajo de investigación por parte de los estudiantes, que quedó plasmado en el ingreso al colegio. El Litoral recorrió ese “paso del tiempo” y conoció de primera mano cómo se fue transformando y cambiando la vestimenta, el sistema de calificaciones y hasta la influencia de la fábrica de pianos (que existía en Pilar) en las clases de música.
Julieta Perello, docente de historia e impulsora del proyecto, y Jimena Karlen, apoderada legal de la institución, dieron detalles de una propuesta innovadora a nivel regional y que tuvo como objetivo central recuperar la rica historia del Colegio Santa Marta en Pilar.
“Como profesora de historia visito muchos museos y me parece muy importante recuperar el paso del tiempo, porque considero de que forma parte de la identidad personal y comunitaria de cualquier sociedad. En el marco de los 60 años tuvimos la propuesta desde la gestión, de presentar distintas alternativas que nos parecieron convenientes aplicar con los chicos. Al regreso de un viaje, vi la necesidad de hacer algo para recuperar y no perder la historia del nivel secundario”, señaló Perello.
La docente agregó que uno de los puntos más importantes del proyecto, fue todo lo que aprendieron los estudiantes en el proceso de formación del museo itinerante.
“Esta muestra es primero producto de un trabajo de investigación. Los chicos de 2do. Año principalmente -luego se sumaron alumnos de 4to. y 5to. Año – aprendieron cómo es un trabajo de investigación: lo que significa plantear un problema, una hipótesis, un marco teórico, cómo recurrir a las fuentes primarias, cómo hacer entrevistas a los testimonios orales. Todo eso fue un aprendizaje que se ve en la muestra, y eso me llena de orgullo”.
Perello sostuvo que el trabajo en equipo permitió que cada uno de los estudiantes descubran sus habilidades.
“Cuando planteamos la posibilidad de hacer este proyecto, los chicos siempre estuvieron dispuestos. Es una particularidad que tenemos y que nos hace sentir orgullosos, porque en cada momento están predispuestos a sumarse a cada una de las actividades. Eso nos llena de energía, porque al ser mucho el trabajo para llevar adelante el museo itinerante, contar con los chicos y las familias es muy importante. A partir de sus inquietudes cada uno de los alumnos fueron eligiendo los temas, por ejemplo: cómo eran la convivencia, los uniformes, cómo era educación física en esos primeros años y que se materializaron a través de este museo”, reconoció.
En este sentido Jimena Karlen agregó que la muestra refleja los temas de interés de los alumnos por conocer la historia del nivel secundario en el transcurso de estos 60 años.
“Quedan temas que no se han tocado, porque el museo refleja el interés de los estudiantes. A lo largo de los tres días la gente que participó de la muestra, aportó sus vivencias. Esos temas que no surgieron en el museo, motivan un interés extra por buscar información y que esa historia no se pierda. Cuando muere el testimonio oral, muere la historia. En el colegio no hay mucha información que haya quedado plasmada a lo largo del tiempo, y es por ello que surgió este proyecto, ojalá se puedan sumar más cosas y porque no contar con un futuro museo en el colegio”.
Además de lo estrictamente vinculado a los cambios que se dieron en materia educativa, el museo también muestra la importancia del Colegio Santa Marta en la vinculación con la comunidad de Pilar.
“La muestra refleja también los eventos que se hacían en la institución, por ejemplo cumpleaños de 15 y las fiestas de egresados se hacían en el Salón de la escuela. Si bien el museo es institucional, el colegio está en el marco de un contexto, por ejemplo: cómo las fiestas antes eran más sencillas y del que sólo participaban los familiares más cercanos, ahora es un evento social. También cómo fueron cambiando a lo largo de los años los tradicionales campamentos. La muestra tiene que ver con lo institucional, pero enmarcado en un contexto más amplio como el social”, remarcó Perello.
El trabajo de investigación de los alumnos permitió recuperar la música que se escuchaba en aquellos años, y a partir de ello la influencia de la fábrica de pianos en la historia del colegio.
“La influencia de la histórica fábrica no pasó desapercibido en la historia del secundario. En la escuela hay tres pianos, de los cuales formaban parte de la enseñanza de los alumnos. El piano era una materia en esos años, y no es común en las instituciones educativas más nuevas. Nos parecía que era un elemento relevante para el museo, y a lo largo de estos tres días los alumnos estuvieron tocando la música que les gusta. Además el piano que estuvo en la muestra, está ubicado en la Capilla y desde hace muchos años, los chicos en los recreos van y tocan música con mucho respeto, es una marca. Simbólicamente es muy fuerte”, puntualizó la docente.
Por otra parte, la apoderada legal del Colegio añadió que las banderas también muestran esos cambios que surgieron a lo largo de más de medio siglo.
“En los actos, durante los primeros años del secundario, siempre era la bandera Argentina, una vez que el colegio pasa a depender de la provincia, se incorporó la bandera de la provincia de Santa Fe y a su vez cuando la institución deja de depender de la Congregación Santa Marta (francesa), se suma la bandera del Vaticano. Hay siempre un contexto más amplio y eso se reflejó en la muestra. Siempre hay algo más para aportar, este es el inicio y a partir de ahora van a surgir muchas cosas más , este proyecto movilizó a la localidad”.
En la muestra también se pudo observar los proyectos y actividades, que los estudiantes del Colegio Santa Marta realizan a lo largo del año.
“El museo se presentó el proyecto de Expo Ciencia que desde el año 2011 se realiza en el colegio, el proyecto Misionero a la provincia de La Rioja que año a año realizan los alumnos, el proyecto Decisiones Empresariales, entre otros, pensando en las habilidades de los estudiantes. Hace unos 15 años empezaron a surgir este tipo de propuestas, tal vez producto de una invitación ministerial. La escuela supo entender y sostener este tipo de propuestas”, comentó Karlen.
Tanto para Perello como para Jimena Karlen, la idea a futuro es contar con un espacio donde este trabajo quede en forma permanente.
“El objetivo es tener un lugar donde se puedan conservar estos objetos relevantes, además de materializar en un documento escrito, que certifique la información que surgió del trabajo investigativo de los chicos. La idea es participar el 12 de octubre, en el marco de la fiesta del pueblo, con la muestra”.
Por último Perello remarcó que el espacio físico es el mismo de hace 60 años, pero los chicos han cambiado y el trabajo del docente es distinto.
“En la actualidad las escuelas en general funcionan gracias a los proyectos, porque esas son las necesidad de los alumnos y de la sociedad, la de trabajar a través de proyectos. Entonces si uno resucita a un maestro del Siglo 19, y lo ponen a dar clases no va a entender nada. El espacio es el mismo, pero la forma de trabajar es claramente distinta, eso es muy importante y un descubrimiento que surgió en la muestra”.