Las defensas de "Pastelito" y "Gringo" apuestan a la absolución por "falta de pruebas"
Se realizaron los alegatos finales en el juicio contra los motochorros, acusados de haber acribillado a Olmos para robarle su Honda Tornado en septiembre de 2019. La querella señaló que "el Estado ha sido, y es, el responsable por omisión de respuestas".
"Pastelito" Martínez (23) y "Gringo" Noriega (26) decidieron no declarar. Crédito: Guillermo Di Salvatore.
Durante la mañana del lunes se realizaron los alegatos de clausura en el juicio por el crimen de Maxi Olmos y el ataque al peluquero Horacio Leguizamón, ambos ocurridos en septiembre de 2019. Mientras que el bloque acusador reiteró su pedido de condena a prisión perpetua para "Pastelito" Martínez y "Gringo" Noriega, las defensas señalaron que no se pudo probar su participación en los hechos.
Esta fue la última etapa del juicio, tras lo cual este miércoles a las 14 el tribunal conformado por los jueces Sergio Carraro -presidente-, Sandra Valenti y Pablo Ruíz Staiger dará lectura a su veredicto.
Cristian "Pastelito" Martínez y Jesús "Gringo" Noriega se enfrentan al pedido de pena máxima, señalados como coautores del "homicidio doblemente agravado por alevosía y criminis causa" de Olmos y la "tentativa de homicidio agravado criminis causa" de Leguizamón. En ambos hechos, los atacantes robaron las motocicletas de alta cilindrada de las víctimas, la de Maxi no pudo ser recuperada.
La fiscalía y las dos querellas solicitaron la pena máxima: prisión perpetua. Crédito: Guillermo Di Salvatore.
Absolución
Para los defensores Luis Carlos Rittiner -por Martínez- e Ignacio Alfonso Garrone -por Noriega-, las pruebas producidas durante el debate no lograron demostrar que sus clientes fueron quienes atacaron a las víctimas.
"No hay ninguna prueba que establezca que Martínez estuvo y participó en los hechos", señaló Rittiner, "no fue reconocido por los testigos del ataque a Olmos, ni por Leguizamón". En cuanto al informe de geolocalización, que ubicó a su pupilo en inmediaciones de Pasaje Pasteur y Larramendi -donde Maxi fue acribillado- a la hora del ataque, el abogado planteó que la obtención de ese dato violó las garantías constitucionales, ya que fue solicitado directamente por la fiscalía, sin intermediación de un juez.
El representante de Noriega argumentó que en su caso se dio una "coautoría por contagio, en base a una visión de túnel" y que los únicos elementos que sostienen la acusación contra su cliente son una heladera y algunos mensajes que, a su entender, no alcanzan para señalarlo como autor de los hechos.
Ambas defensas esperan lograr la absolución para "Pastelito" y "Gringo". El Dr. Alfonso Garrone solicitó, subsidiariamente, que de ser condenado no se apliquen las agravantes, y la pena sea de 25 años de prisión en lugar de perpetua.
Los fiscales Rosana Marcolín y Estanislao Giavedoni sostuvieron que llegaron a juicio después de una "investigación compleja, que fue como armar un rompecabezas", y que lograron reunir "datos objetivos" para demostrar que "Pastelito" Martínez y "Gringo" Noriega acribillaron a Maxi Olmos e intentaron asesinar a Horacio Leguizamón.
Repasando las declaraciones de los testigos que acudieron al debate, expusieron cómo los acusados, a bordo de una moto Honda XRE300 Rally -robada en mayo de 2019- "cazaron" al conocido peluquero santafesino con el objetivo de robarle su moto Honda Falcon 400cc. Ocurrió la noche del 13 de septiembre de 2019, inmediaciones de San Jerónimo y Risso. La víctima terminó con un balazo, y declaró que le volvieron a disparar, pero erraron.
Una semana más tarde, a bordo de la misma XRE300 los delincuentes comenzaron a seguir a Maximiliano Olmos cuando este circulaba por Av. Facundo Zuviría. La persecución culminó en la esquina de Pasaje Pasteur y Larramendi, cuando la víctima cayó de su moto Honda Tornado 250cc tras ser herido de un disparo. Con Maxi ya en el suelo, indefenso, le dispararon cuatro veces más y se dieron a la fuga.
Tres testigos reconocieron la moto de Maxi y la utilizada por sus asesinos, la cual también fue identificada por Leguizamón como la que montaban por sus atacantes. El vehículo fue secuestrado durante el allanamiento a la casa en la que vivía "Pastelito" Martínez, donde también se encontró su celular, el cual fue peritado. De allí se pudieron extraer múltiples conversaciones entre los acusados, y fotos de las motos de Olmos y Leguizamón tomadas por ese dispositivo.
El veredicto se dará a conocer este miércoles a las 14. Crédito: Guillermo Di Salvatore.
Además, la fiscalía mencionó la heladera secuestrada en la casa donde solía vivir Noriega, que aparece en una de las fotos de la Honda Falcon, tomada momentos después de haber sido robada. A esto sumó la puerta roja de la casa del "Viejo Lolo", que se veía en la foto tomada a la Honda Tornado la noche del robo, donde habrían guardado el vehículo después del ataque en el que hirieron de muerte a Maxi.
Por último, la fiscalía hizo hincapié en los mensajes de whatsapp que intercambiaron "Pastelito" y "Gringo" el 19 de septiembre de 2019, tanto antes del ataque a Maxi Olmos -cuando organizaron la salida- como después de haberlo herido de muerte. "Ni cabida a nadie", dijo Martínez indicando que nadie debía enterarse de lo sucedido aquella noche. Por la madrugada, cuando la noticia de que Olmos había muerto circulaba por los medios de la ciudad, Noriega invitó a su cómplice "a tomar algo por el finado".
Estado responsable
El abogado Martín Risso Patrón, representante de la madre de Olmos, Azucena Ponce de León, adhirió al planteo fiscal y se tomó unos minutos para relatar cómo fue la persecución y qué vieron los testigos. Además, resaltó que los acusados se necesitaron el uno del otro para cometer el ataque, por lo que les corresponde la misma responsabilidad en el crimen.
El Dr. Matías Pautasso, querellante en representación de Daiana, quien era pareja de Maxi, se refirió a que "es evidente el total desinterés por la vida del otro que tuvieron Martínez y Noriega. Matar a una persona por una moto, por un pedazo de fierro…".
"Maximiliano fue cazado y, finalmente, al encontrarse herido, tirado en el suelo, totalmente desprotegido, volvieron a dispararle no una, sino cuatro veces más. Esto da cuenta de que no solamente era robarle la moto, sino el dolo homicida", señaló. La banda tenía un modus operandi claro y la "violencia iba escalando". Esa noche "no solamente salieron a robar, sino que también salieron a matar. La violencia llegó a su extremo".
El crimen de Olmos "no fue solo un hecho de inseguridad, sino que tenían armado un plan criminal que puso en peligro a la sociedad toda", explicó Pautasso. "La existencia de un mercado de compraventa de motos y de sus partes, que tienen sus orígenes en robos que se llevan a cabo con armas de fuego, en cualquier punto de la ciudad y en cualquier momento del día. Esta es la realidad de nuestra provincia".
"Martínez y Noriega son los responsables materiales de los delitos por los que hoy se los trae a este juicio, pero el Estado ha sido, y es, el responsable por omisión de respuestas, y también por la omisión de diseño de políticas públicas que vayan más allá del punitivismo", expresó duramente el letrado. "Las víctimas, y la sociedad toda, no sólo necesitan ver a estas personas presas, sino que también necesitan garantías y políticas públicas acordes. Necesitan vivir en paz y en seguridad".
Las querellas se adhirieron al pedido de prisión perpetua a ambos acusados. Después de escuchar durante cuatro horas los alegatos de las partes, el tribunal dio por concluida la quinta jornada del juicio, que finalizará este miércoles con la lectura del veredicto.