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Yanina Flores y su pareja Nazareno Muga aceptaron penas de 2 años de prisión en suspenso y 5 años y 10 meses, en un juicio abreviado cuyos fundamentos se conocieron esta semana.
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El Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe condenó esta semana a una pareja vinculada al negocio de la droga en el distrito costero de Alto Verde. Fue en el marco de un juicio abreviado alcanzado por las partes y que tiene como imputada a la cuñada del recientemente condenado jefe narco Sergio “Zurdo” Villarroel.Yanina Julieta Flores (32) y su pareja Nazareno Ismael Muga (35) -éste último preso en la Cárcel de Coronda-, aceptaron penas de 2 años de prisión en suspenso y de 5 años y 10 meses respectivamente; al ser considerados autor -el hombre- y partícipe secundaria -la mujer-, por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.
Las penas impuestas fueron el resultado del acuerdo al que arribaron el fiscal General, Martín Suárez Faisal y el defensor público oficial, Julio Agnoli, con la conformidad de los imputados. Y la sentencia fue dictada el martes de esta semana por el juez José María Escobar Cello.
Negocio familiar
Según consta entre la evidencia valorada por las autoridades, la investigación se inició el 6 de julio de 2016, y estuvo a cargo de la Brigada Operativa Departamental I dependiente de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones de la policía de Santa Fe-, que por entonces perseguía al cabecilla de la organización, el “Zurdo” Villarroel.
Entre los domicilios que se inspeccionaron, figuraba una casa de la calle Martín Bustamante s/n de la Manzana N° 1 de Alto Verde, donde justamente vivían Muga y Flores; ésta última, hermana de Débora Vanina Flores, pareja de Villarroel y también condenada en la causa principal.
La maniobra que se describe en las actas policiales es sencilla: “se observa la llegada de numerosas personas, las que tras permanecer un corto período de tiempo se retiraban manipulando entre sus manos pequeños elementos”.
Si bien el golpea a la banda liderada por Villarroel se dio a fines del 2016, los investigadores detectaron que la actividad ilícita se reanudó poco tiempo después en la zona. Por ese motivo, se ordenó un allanamiento realizado el 27 de abril de 2017, en el que Muga y Flores fueron detenidos.
Al hombre le secuestraron tres envoltorios con cocaína en los bolsillos, y en la casa que compartía con Flores, incautaron 50 envoltorios de papel satinado y 55 tubos eppenforf que contenían cocaína, dinero en efectivo y celulares.
El juez Federal N° 1, Reinaldo Rodríguez procesó a la pareja como presuntos autores del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización -art. 5° inc. c de la ley 23.737- y dictó la prisión preventiva para ambos. Si bien los cargos fueron confirmados por la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, se revocó la prisión preventiva para Flores, que recuperó la libertad el 30 de agosto del mismo año.
El 6 de noviembre de 2017 el fiscal federal N° 1 Walter Rodríguez formuló el requerimiento de elevación a juicio y el 27 del mismo mes se ordenó la clausura de la instrucción.
A la hora de valorar la evidencia, el Dr. Escobar Cello consideró que “ha quedado suficientemente acreditada la relación entre la pareja y la sustancia estupefaciente” secuestradas el 27 de abril de 2017. Aunque hizo la distinción de que “Nazareno Muga fue señalado por la prevención como quien llevaba adelante ‘principalmente’ la actividad delictiva”. Y “en lo que atañe a su coimputada Yanina Flores, no se advierte que haya asumido un rol esencial en el accionar delictual, a pesar de que vivía en el domicilio”.
Con antecedentes
Además, entre los elementos de valoración reunidos, consta que Muga registraba una condena anterior, de tres años de ejecución condicional impuesta por el Juzgado de Sentencia N° 6 de Santa Fe. Como dicha sanción era del 21 de septiembre de 2015 -es decir, que no estaba cumplida-, “corresponde revocar la condicionalidad y unificarla”, fijando pena única de 5 años y 10 meses de prisión.
En cuanto a Flores, se le fijaron pautas de conducta que se basan en fijar domicilio, someterse al cuidado del Patronato y abstenerse de consumir sustancias estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas.
Empresa criminal
El mismo Tribunal Oral Federal en pleno -Luciano Lauría, María Ivón Vella y José María Escobar Cello-, condenó el pasado 30 de mayo a cinco personas, entre ellas el “Zurdo” Sergio Norberto Villarroel, a quien le atribuyó la figura de “organización del comercio ilícito de estupefaciente” y le impuso pena de 9 años de prisión.
El fallo alcanzó además, a la pareja de Villarroel, Débora Vanina Flores, quien recibió pena de 4 años y medio de prisión como autora de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y comercio de estupefacientes en concurso real”.
La misma pena -4 años y 6 meses- alcanza a luis Alberto González y Cristian Leonardo Gamarra, pero como autores del delito de “comercio de estupefacientes”. En tanto Martín Andrés Beilis, fue condenado a 4 años en efectivo por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, aunque no será encarcelado hasta tanto la sentencia quede firme. En cuanto a los demás, Villarroel, González y Gamarra, están presos en Coronda y Flores en prisión domiciliaria.
La investigación, principalmente basadas en escuchas telefónicas, derivó en una veintena de allanamientos solicitados por el fiscal federal Walter Rodríguez y realizados el 10 de diciembre de 2016, en los que Villarroel y su grupo quedaron privados de la libertad.