Un hombre de 34 años fue imputado como coautor de estafas cometidas en perjuicio de tres mujeres de edad avanzada que le entregaron dólares, pesos y anillos de oro. Los hechos ilícitos tuvieron lugar en las localidades de Santa Rosa de Calchines (departamento Garay), Santo Domingo y Sa Pereira (ambas del departamento Las Colonias).
La atribución delictiva fue realizada por la fiscal de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Complejos de la Fiscalía Regional 1, María Laura Urquiza, en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. La audiencia estuvo a cargo de la jueza de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Cecilia Labanca.
La funcionaria del MPA indicó que "el imputado, cuyas iniciales son MLDG, llevó a cabo sus conductas ilícitas con otras personas entre junio y julio de este año".
"Desde la localidad entrerriana de San Benito, coautores que aún no fueron identificados se comunicaron a líneas de teléfono fijo pertenecientes a las víctimas y simularon ser los respectivos nietos de dos de ellas y la nieta de la tercera", precisó Urquiza. "A las tres les dijeron que les hablaban desde un banco y que representantes de la entidad pasarían a domicilio para retirar dinero y objetos de valor", especificó.
La fiscal afirmó que "minutos después de los llamados, el imputado fue hasta la casa de cada una de las víctimas y se hizo pasar por un empleado bancario". En tal sentido, detalló que "una mujer de 85 años que vive en Santa Rosa de Calchines le entregó alrededor de 5.000 dólares; una de 79 que es oriunda de Santo Domingo le dio 2.080 dólares; y una de 84 que reside en Sa Pereira, 550.000 pesos y tres anillos de oro".
La audiencia en la que se debatirán las medidas cautelares se desarrollará mañana en los tribunales de la capital provincial. La fiscal Urquiza manifestó que solicitará que el imputado transite el proceso judicial en prisión preventiva.
Prevención
Las estafas telefónicas son concretadas a partir de diferentes modalidades delictivas. Quienes las cometen fingen ser familiares o allegados de las víctimas para lograr su confianza. En otras ocasiones, simulan ser empleados de instituciones públicas o privadas que ofrecen productos y servicios o reclaman el pago de deudas inexistentes.
Con distintas excusas, los atacantes engañan a otras personas para que les entreguen dinero en efectivo y objetos de valor; brinden claves de acceso a sus cuentas bancarias; o realicen transferencias mediante cajeros automáticos o homebanking.
Para prevenir estos delitos, nunca se deben dar datos personales al recibir una llamada proveniente de un número desconocido o privado. Ante requerimientos extraños se debe cortar la comunicación y, si se duda de la procedencia de un mensaje, contactarse a través de las líneas oficiales de la persona o institución en cuestión.
Asimismo, hay ilícitos que se llevan adelante a través de redes sociales en las que se ofertan bienes y se proponen puntos de encuentro en lugares que no son seguros. De hecho, es común que los autores contacten a víctimas oriundas de localidades distintas a la elegida para concertar la venta. Se recomienda que en el caso de realizar una compra de este tipo, se elijan sitios en los que no se pueda ejercer fácilmente la violencia (inmediaciones de comisarías y otros edificios públicos, centros de salud, estaciones de servicios).