Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Después de la comunicación, Vázquez salió raudamente de la casa de sus padres. Dejó sus documentos y todos sus efectos personales.
Danilo Chiapello
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La tarde del sábado 30 de diciembre, Sandro Vázquez se encontraba en la casa de sus padres, planificando la celebración de fin de año. Eran cerca de las 18, cuando atendió su teléfono celular; apenas si dijo algunas pocas palabras y cortó. Tras ello dejó todos sus efectos personales sobre una mesa (billetera, tarjetas, DNI, etc) y les dijo a su padres: “ya vuelvo”.
Esto es lo último que se supo que hizo Vázquez con vida. Minutos después (a las 18,34 hs) su teléfono celular se desconectó. Fue una cita con la muerte.
Las primeras luces de alarma se encendieron en la noche de ese mismo sábado cuando “el grandote”, como le decían sus íntimos, no regresó a su casa. Ya el domingo el estado de incertidumbre ganó por completo a sus familiares que decidieron ir hasta la comisaría para radicar el pedido de paradero.
Lo que siguió es historia conocida.
El hallazgo de su cuerpo en el río Coronda, el mediodía del lunes 1, detrás del Parque Industrial de Sauce Viejo. Y con los pies atados.
Tenía proyectos
Sandro Vázquez era un hombre que estaba lleno de proyectos y nada permite suponer que podría atentar contra su vida.
Desde hace unos meses había iniciado una relación sentimental con una mujer, con la que pensaba alquilar un departamento en Santo Tomé.
Ese mismo sábado Vázquez había ido a limpiar el departamento en cuestión, donde además tenía planeado hacer algunas refacciones.
Además de su condición de deportista (practicaba boxeo de manera casi profesional) Vázquez era un experto nadador.
“Desde muy joven el estaba acostumbrado a cruzar el río a nado. Lo hacía desde adolescente cuando nuestra familia tenía algunos animales en una isla en San José del Rincón”, confió este jueves un familiar en diálogo con El Litoral.
“En más de 20 años de carrera, jamás me tocó el caso de un suicida que se ate los pies solo”, opinó un investigador.
“No se descarta ninguna hipótesis”
La fiscal que trabaja este caso es la doctora Ana Laura Gioria.
Este miércoles en conferencia de prensa la funcionaria del MPA se explayó sobre la cuestión de los pies atados de la víctima.
En este sentido explicó que “hasta el momento no descartamos ninguna hipótesis. Tanto que se los haya atado el mismo, como asegurando el resultado de muerte; como que haya sido realizado por otra persona.
“Al momento de ser sacado el cuerpo del río se pudo comprobar que tenía sus extremidades inferiores atadas. Era una especie de cordón negro, con un nudo en la parte delantera.
La primer persona que lo examinó en el lugar fue el médico policial. El cuerpo se encontraba bastante deteriorado por la acción de la fauna del río. A simple vista no presentaba lesiones. No obstante eso lo determinará la autopsia”