Un hombre de 58 años que estaba internado desde mediados de febrero en el hospital de emergencias de Rosario falleció este sábado 29 de abril, convirtiéndose en la víctima número 100 en lo que va del año en el departamento más importante del sur santafesino.
Fuentes judiciales y policiales señalaron que la víctima, identificada como Rubén Guzmán, falleció poco después del mediodía de este sábado. Había sido herido en el atardecer del 12 de febrero pasado, minutos después de bajar de un auto junto a su esposa, en calle José Ingenieros al 1900, de barrio Arroyito Oeste, una zona que hasta ese momento era considerada como tranquila en el norte de la ciudad gobernada por Pablo Javkin.
Guzmán y su esposa fueron sorprendidos por dos personas que quisieron robarles una camioneta que habían estacionado a unos pocos metros.
El hombre intentó evitar el robo, forcejeando con uno de los ladrones, hasta que en un momento el asaltante se dio a la fuga. Pero instantes después volvió con un arma de fuego en una de sus manos y le efectuó varios disparos a Guzmán desde muy corta distancia. Uno de los plomos impactó en la parte alta del abdomen y quedó tendido en el piso. En el mismo episodio también su pareja fue baleada en una de sus piernas.
Ambos fueron llevados hasta el hospital de emergencias. La mujer se recuperó rápidamente y a los pocos días fue dada de alta, mientras que su pareja quedó internada en el área de cuidados intensivos, hasta que finalmente falleció por complicaciones en su cuadro clínico.
En tanto, los atacantes se dieron a la fuga en el auto de la pareja, que abandonaron horas después en una calle de barrio Empalme Graneros. El hecho quedó registrado en cámaras de seguridad privadas existentes en la cuadra, que sirvieron para lograr reconocer y apresar al par de ladrones.
Cuatro días después del ataque, los dos hombres, identificados como Miguel Ángel A., de 40 años y su hijo Ariel Nicolás, de 20, fueron imputados por el fiscal Alejandro Ferlazzo.
Según indicó en su momento el funcionario judicial, Miguel Ángel gozaba de salidas transitorias ya que había cumplido dos tercios de una condena dictada en 2018 por robos calificados por el uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad, atentado contra la autoridad y lesiones leves; mientras que su hijo tenía numerosos antecedentes penales y al momento del ataque se movilizaba en una silla de ruedas (se recuperaba de una herida de arma de fuego.
Ambos fueron imputados por tentativa de homicidio, figura legal que será modificada tras la muerte de Guzmán, y por decisión del juez Hernán Postma, quedaron en prisión preventiva por dos años.
En base a datos propios y al informe del Observatorio de Seguridad Pública del Ministerio de Seguridad santafesino, con el crimen de Guzmán se llevan cometidos 100 homicidios desde el inicio del año en el departamento Rosario.