Joaquín Fidalgo
Una mujer de 35 años perdió la vida. Sus tres hijos fueron rescatados por vecinos, pero sufrieron graves quemaduras. Investigan si se trató de un atentado.
Joaquín Fidalgo
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Carla Vanesa Rivas murió ayer, en horas de la siesta, en su casa de barrio Chalet. Sus tres hijos lograron escapar de las llamas gracias a vecinos que se vistieron de héroes, pero no salieron ilesos. Con graves quemaduras, debieron ser hospitalizados. Aparentemente, se trató de un atentado.
La mujer fallecida tenía 35 años y vivía en ese inmueble, ubicado en la cuadra de calle Santiago de Chile al 900, junto a Iván Maglianesi, de 20 años, Maximiliano Gastón Rivas, de 18, y también Ián Maglianesi, de 12.
Por causas que se investigan, un feroz incendio se desató cerca de las 15 en una pieza y en la cocina, ambientes ubicados en el frente de la vivienda.
“Nadie vio nada, porque estábamos durmiendo”, coincidieron los vecinos. Los gritos alertaron a todos sobre lo que estaba ocurriendo. Varios hombres ayudaron a salir a dos de los hijos por la puerta principal. Adentro era un infierno y se escuchaban desesperados pedidos de socorro.
Sebastián, obrero de la construcción que se domicilia a una cuadra, observó el humo cuando limpiaba su vereda. “Me fui hasta allá con mi sobrino.Cuando escuché los gritos rompí la puerta del pasillo y nos metimos al patio trasero. Un chico pedía ayuda. Nos costó romper la puerta trasera que estaba con llave, pero lo pudimos hacer con un palo grande que encontramos. Entonces salió el pibe, estaba todo quemado, la espalda, los brazos, el pelo. Era uno de los mayores. Los otros dos ya habían salido por adelante. Estaban sentados en la vereda y lloraban, gritaban porque mamá se quemaba. El más grande dijo ‘mi mamá está adentro, alguien entró y tiró una botella con nafta’. Lamento no haber podido llegar a tiempo para sacar a la mujer. Cuando llegué ya estaba todo prendido fuego”, señaló el héroe de la jornada.
Minutos más tarde llegó a la escena una dotación de la Agrupación de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional I.
Cuando los uniformados lograron sofocar las llamas, hallaron el cadáver de Carla Rivas.
Para ese entonces, los mayores de sus hijos habían sido trasladados al Hospital Cullen y el menor al Hospital de Niños. Los tres quedaron internados en salas de terapia intensiva, con lesiones de consideración.
Los peritos trataban de determinar con precisión si se había tratado de un hecho accidental o un incalificable atentado.