Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Cortes del cerco perimetral, sustracción de elementos, ingresos subrepticios a los predios, son algunos de los males que padecen los countries de la zona.
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Anoche dos sujetos fueron sorprendidos en el preciso momento que intentaban saltar el cerco perimetral del country El Pinar.
“Los intrusos eran dos hombres jóvenes, que estaban vestidos con buzos deportivos y ocultaban sus rostros con capuchas”, relató hoy una de las propietarias del complejo que prefirió mantener en reserva su identidad, en diálogo con El Litoral.
“Con mi hijo, habíamos ido a apagar las bombas de la pileta cuando nos dimos cuenta de la situación. De inmediato, llamamos a los guardias del complejo, también a la policía que vino muy rápido. Hicieron un patrullaje pero no los pudieron agarrar”, precisó.
* Pero no todo terminó allí. El jueves de la semana pasada, una vivienda de dicho complejo fue desvalijada. El hecho se produjo en ausencia de sus moradores y las pérdidas fueron de magnitud.
A estos episodios, deben agregarse numerosos casos que, si bien son de menor jerarquía (robo de herramientas; mangueras, garrafas, zapatillas, bicicletas, etc.) bastaron para encender las alarmas entre los residentes de estos barrios cerrados, que ahora reclaman mayor protección.
Cabe recordar que el saqueo ocurrido en el predio del Club Colón que terminó por confirmar las sospechas de que existe una banda u organización delictiva que ha posado sus ojos en la zona.
Nos toca a todos
“Esto no es un problemas exclusivo de El Pinar. Sabemos que hubo problemas similares en La Tatenguita; Las Almenas; Aires del Llano y El Paso”, precisó Simón González, residente en El Pinar.
“Todo esto comenzó a notarse en los últimos meses. Acá es evidente que hay un grupo organizado. No es casualidad que durante mucho tiempo no pasó nada, y ahora de golpe todo esto. Es para pensar”, agregó.
“Hubo intentos de intrusión y casos concretos de ingresos a los predios. Sin dudas, lo más grave fue la casa desvalijada. Pero hay también muchos hechos de ‘ratería’. De repente te das cuenta que te falta la escalera; o unas zapatillas o la manguera que dejaste en el patio”, observó.
Sin respuestas
“Para colmo, Santo Tomé no nos tiene en cuenta a nosotros. Tenemos cero apoyo de la intendencia. Pagamos nuestros impuestos y nada. Te diría que ni los servicios nos dan, porque la mayoría nos proveemos nosotros, nos autoabastecemos”, explicó González.
Dependemos de una subcomisaría que está ubicada a varios kilómetros. Encima, cuando reclamamos nos dicen que no tienen móviles o que le falta personal. Pese a todo debo reconocer que anoche vinieron rápido cuando descubrimos a los intrusos queriendo saltar el cerco.
Nosotros nos protegemos pero las respuestas deben venir desde más arriba”, sentenció.
No hubo disparos
Por su parte, el subcomisario Marcelo Sterli, en diálogo con FM Sol 91.5, descartó los rumores de que se hayan producido disparos.
“Tras el llamado, se patrulló la zona y no hubo novedades. El personal policial no dejó asentado en el registro que se hayan escuchado detonaciones. Tal vez fue en una situación previa pero no pudo ser acreditado,” explicó.
Los barrios privados suelen expandirse varias hectáreas de tierra por lo que puede ser contraproducente en el momento de realizar los patrullajes correspondientes.
“Los patrullajes se realizan según la zona delictiva. Que sean grandes hectáreas con poca iluminación en las arterias que los rodean propicia que los malvivientes accedan por los fondos y se desplacen por los laterales. Los móviles iluminan con sus propias luces y eso puede generar una huida entre las malezas”, finalizó.