Las situaciones críticas son algo habitual para el personal de salud (médicos y enfermeras). Pero lo que pasó la mañana del domingo en el hospital Cullen supera todos las marcas.
Las situaciones críticas son algo habitual para el personal de salud (médicos y enfermeras). Pero lo que pasó la mañana del domingo en el hospital Cullen supera todos las marcas.
Todo comenzó cuando a la guardia del citado nosocomio ingresó un joven, de 25 años, el que momentos antes había sufrido un accidente de tránsito.
Como es de rutina un médico hizo una primera evaluación y, como el paciente manifestaba dolor en la zona de la cadera, se ordenó realizar una placa radiográfica.
El estudio se concretó de manera normal, aunque minutos después el revelado permitió descubrir una "sorpresa". En la placa se observó que el paciente tenía un arma de fuego oculta entre sus genitales.
La " novedad" fue comunicada al personal policial del destacamento del hospital que de inmediato convocó a sus pares del Comando Radioeléctrico, quienes tomaron cartas en el asunto.
Una vez en el hospital los agentes procedieron al secuestro del arma de fuego (una pistola de fabricación casera) y al traslado del muchacho a sede policial.
De todo lo ocurrido fue informada la fiscal en turno quien dispuso que al aprehendido se le inicie causa por el delito de "Tenencia ilegítima de arma de fuego".