El Puente Colgante de Santa Fe suele ser un repetido escenario para personas con intenciones suicidas. El último de los casos ocurrió durante la mañana del martes y por suerte tuvo un buen final.
La involucrada, presa de una fuerte crisis, manifestó su intención de arrojarse al agua. Por fortuna personal policial y bomberos lograron hacerla desistir de su actitud.
El Puente Colgante de Santa Fe suele ser un repetido escenario para personas con intenciones suicidas. El último de los casos ocurrió durante la mañana del martes y por suerte tuvo un buen final.
La secuencia se inició minutos antes de las 10 hs cuando una mujer, mayor de edad, ingresó con paso vacilante a la emblemática construcción y se ubicó del otro lado de las barandillas de protección con la clara intención de arrojarse al agua.
Automovilistas y ocasionales transeúntes advirtieron el hecho y de inmediato llamaron a la Central 911 para comunicar la peligrosa situación.
Los primeros en llegar al lugar fueron agentes de la Brigada Motorizada quienes comenzaron a dialogar con la mujer, mientras en simultáneo se convocó a personal de Bomberos.
Al cabo de unos momentos de tensión finalmente la mujer desistió de su actitud.
Visiblemente afectada por una crisis de nervios poco después fue asistida por personal de emergencias que la trasladó hasta el hospital Cullen para su atención.