"Todavía me duele todo el cuerpo pero bueno, me la tengo que aguantar porque no puedo parar... tengo que seguir trabajando", dice Marta (59) con amargura mientras recuerda el dramático momento que vivió hace solo algunas horas cuando un motochorro la atacó en la calle.
Todo ocurrió a las 14,30 del miércoles en la zona de Urquiza 6700, unos metros antes de llegar a Estanislao Zeballos. Por dicho sector caminaba Marta quien terminaba de bajar de un colectivo.
"Yo venía pensando en mis cosas, tengo muchas preocupaciones en la cabeza. Por eso no me di cuenta que pasó un muchacho en moto. El mismo que llegó hasta la esquina y pegó la vuelta", comentó la mujer en diálogo con El Litoral.
Toda la secuencia del ataque quedó registrada por una cámara de seguridad de la zona. En las imágenes se ve -tal como narra la víctima- que el muchacho primero pasa de largo para luego regresar, estacionar la moto y atacar a la mujer.
¡Dame la mochila! fue el grito de guerra que lanzó el malviviente a la víctima, quien a modo de defensa comenzó a correr por la vereda. "Lo único que atiné fue a correr y en esos instantes tuve la intención de arrojar la mochila por encima de un tapial", continuó.
El recurso de la mujer no llegó a buen puerto debido a que el maleante la empujó y la hizo caer bruscamente al suelo. Junto a ella también cayó la mochila, de la que se apoderó finalmente el ladrón para escapar a la carrera.
Para colmo, la pesadilla de Marta no terminó con el robo de sus pertenencias sino que continuó en distintas sedes policiales donde se negaban a tomarle la denuncia.
"Primero fui hasta el Centro Territorial de Denuncia de A. del Valle y P. Genesio. Allí me dijeron que las denuncias las tomaban hasta las 17 hs. Que ya era muy tarde y que entones tenía que ir hasta la seccional 9na", dijo.
Cansada y golpeada la mujer de igual modo fue hasta la citada sede policial, pero allí encontró un nuevo escollo. "Me mandaron de nuevo al centro territorial entonces ahí me enojé y les dije que se decidan. Que no puedo estar yendo y viniendo de un lugar al otro como una pelotita".
Finalmente, después de varias deliberaciones, la denuncia de rigor fue tomada por los agentes de la seccinal 9na.
"Estoy golpeada y con bastante dolor en el cuerpo. A medida que pasan las horas me van apareciendo moretones. Pero bueno, me la tengo que aguantar y seguir, no me queda otra. Es lamentable que uno tenga que vivir así", se lamentó.