Martes 29.9.2020
/Última actualización 16:30
En Colón entró en el club de los 100, de los que pasan el centenar de partidos y dejan una huella. Supo construirla a partir de su sacrificio y de saber que tenía que dejar todo en la cancha. No venía con una vidriera trascendente luego de su paso por Newell's -el club del que surgió- y Aldosivi. Pero haber marcado un gol en un clásico que Colón ganó (el 2 a 0 en cancha de Unión, anotando junto con Garnier) y haber formado una dupla confiable en el fondo con alguien a quién Colón extraña en demasía, como el Flaco Conti, lo llevó a una consideración bien alta, al punto de llegar a ser el capitán del equipo.
Ahora, Guillermo Ortiz espera en Tucumán la posibilidad de volver a jugar, pero es inevitable que tantas cosas vividas en Colón se puedan olvidar pronto o evitar de que se siga hablando. Y Ortiz lo hizo en Café con Fútbol, el programa de Cable y Diario.
-Se extraña aquella sociedad en la defensa con Conti...
-Desde que llegué a Colón, sabía que entre mercado y mercado hay una gran cantidad de jugadores que se va y que llegan. Con Domínguez habíamos formado una buena estructura, tanto en defensa como en el mediocampo. Eso lo hizo muy bien Eduardo, el equipo funcionaba. Tuve mis altibajos como suele tenerlos cualquier futbolista, traté siempre de reinventarme y estar a la altura de lo que es Colón. Cuando tuve que salir, no hice problemas, nunca fue desleal mi competitividad adentro del equipo. La final fue lo último y sentí que ya estaba, que había cumplido, que en los 3 años y medio ya había dado todo y se lo dije al presidente.
-Ya volveremos a ese momento, pero hace poquito se cumplió un año del partido en en Belo Horizonte, que marcó una noche inolvidable para la historia del club. ¿Qué te acordás de ese día?
-Que muy poca gente confiaba, incluso los muy cercanos... Nadie nos tenía confianza... Y que si íbamos perdiendo 5 a 0 el primer tiempo, estaba bien. Tuvimos la suerte en esa semifinal de poder pasar ese partido.
-¿Por qué se dio un cambio tan rotundo en medio del partido?
-Desde adentro, vimos que en el 2 a 0 el Mineiro no quería pasar la mitad de la cancha. El mensaje del técnico era que no pasen la mitad de la cancha, entonces vimos eso, no nos marcaban y empezamos a construir nuestro juego. Fijate que, en el primer tiempo, Alex Vigo no pasaba el mediocampo... Y en el segundo tiempo, Chalá lo marcaba mano a mano... Fue muy extraño ese cambio rotundo que tuvieron ellos. Y nosotros lo aprovechamos.
-Ahora sí, vamos a la final. Cuando te fuiste de Santa Fe, marcaste, como lo hicieron otros compañeros, que Colón no estaba preparado para salir campeón. ¿Seguís con esa idea?
-Uno compite para ganar, para salir campeón... Estábamos en la final, pero la realidad es que en el torneo no nos podíamos acomodar... El club iba detrás de ese objetivo, pero hay circunstancias que uno no maneja. El partido se jugó y se perdió, pero el club no sé si hizo la autocrítica fuerte y necesaria... Preguntarse de dónde nos agarramos, ¿nos gustó lo que hicimos y lo que dejamos de hacer?... No sé si se hizo esa autocrítica... Yo lo que digo es que jugamos la Sudamericana del 2018 cuando quedamos eliminados con el Junior, pero creo que el club no se preparó para jugar la siguiente, la del 2019... Y en la siguiente tuvimos suerte. Estábamos mal, ante River tendríamos que haberle ganado en Uruguay y no pudimos. En Zulia la pasamos muy mal...
-Entonces seguís manteniendo ese concepto de que el club no estaba preparado...
-Cuando terminó la final dije que las cosas se tienen que pensar de distinta manera. La gente hizo un gran esfuerzo, nosotros también, dirigencialmente hay cosas que quedaron muy superficiales. Este es un conjunto, nosotros necesitamos un apoyo extra para que las cosas salgan adelante.
-¿Y adentro de la cancha, donde definen ustedes, los jugadores?
-Jugamos contra un gran equipo, que había eliminado a River y a Boca de la Libertadores y llegó a la final. Dimos lo mejor, pero el otro equipo también jugaba. Ellos golpearon en el momento justo... Si el Pulga marcaba el penal era otro partido, pero bueno, nadie lo puede predecir... Y hubo otras cosas... En Paraguay nunca va a llover tanto como llovió ese día ni va a hacer el calor infernal que hizo los días previos... Después, perdíamos 2 a 0 y como estaba la cancha, toda embarrada, favorecía a ellos... Fuimos a buscar el partido y a los 5 o 10 minutos encontramos ese penal que pudo cambiar la historia si lo convertíamos... O si el primer tiempo terminaba 1 a 0... ¡Lo que fue ese primer tiempo!... Increíble lo que llovía... Y después, queríamos llevarlos por delante pero nos encontramos con muchas dificultades.
-Lo de la gente fue increíble, en Sudamérica y el mundo vieron a la hinchada de Colón que deslumbraba.
-Volviendo a la actualidad, ¿pensás que se tiene que empezar a jugar cuánto antes?
-De acá a diciembre, si no está la vacuna, alguno se va a enfermar. Entonces, no hay que creer que estamos exentos porque no jugamos... Acá en el grupo se han contagiado y todavía no hemos jugado... Tiene que volver, como lo hicieron la mayoría de los paises, máxime el fútbol argentino que es tan demandante en todos lados... Aparte, ayuda a desenfocar a la gente de lo que está pasando, por lo menos serviría para distraer a la gente.
-¿Qué reflexión final te llevaste de Santa Fe?
-Que creo que hice bien las cosas, con altibajos lógicos de cualquier deportista, que siempre traté de dar lo mejor, que soy un agradecido a la gente de Colón porque me brindó el cariño siempre. Y que muchos prometen cosas que por allí no cumplen o son pocos los que cumplen. No fue mi caso, lo que yo prometí que iba a dar con la camiseta de Colón, lo cumplí.