Martes 7.9.2021
/Última actualización 16:33
Se dice, habitualmente en el deporte, que las famosas "marcas" están para ser "bajadas" y cada record puede romperse a la vuelta de la esquina. En el caso de Eduardo Domínguez y Colón, el "Barba" logró romper el mayor de los maleficios: 116 años esperando por esa estrella que se consiguió en San Juan. Pero, además, sumando los dos ciclos, el actual entrenador fue acumulando un montón de logros en base a rendimiento de sus players adentro de la cancha.
Por ejemplo, Eduardo Domínguez en su primera etapa como entrenador de Colón logró la cosecha más importante de partidos ganados consecutivamente, en tanto que ahora en su segundo período logró la racha invicta más importante en el arranque de un torneo en Primera División con el Sabalero. Ni qué hablar de ese mano a mano que tiene con Marcelo Gallardo, el técnico de River Plate: lo tiene "de hijo" al "Muñeco".
Incluso otro dato tremendo fue cuando volvió a sentarse en el banco sabalero para empezar su segunda etapa como DT de Colón: esa noche en Arroyito y con una ráfaga de gritos de Delgado, Morelo y Chancalay, Colón le metió un triplete al "Canalla" a pura contundencia y en apenas 30' convirtió la misma cantidad de goles que había acumulado en los últimos diez partidos de Superliga (ocho derrotas y dos empates). Así, con el "Barba" volvió a festejar fuera de casa después de 672 días. El dato llamativo fue que la última alegría lejos del Cementerio de los Elefantes fue por el mismo resultado, 3-1 ante Racing. Ese partido se jugó el 14 de mayo de 2018 y ¡Domínguez era el entrenador! Con ese triunfo, el Sabalero se metió en la Sudamericana y le sirvió para escapar de la zona de descenso antes del parate. Antes de la vuelta del "Barba" para ganar de visitante, habían pasado cuatro técnicos (Bichi Fuertes, Comesaña, Lavallén y Osella) y el equipo seguía sin ganar afuera del Cementerio de Elefantes.
Ahora, luego del 1 a 1 frente a Newell's Old Boys de Rosario (sigue sin ganar y sólo arrimó dos puntitos de doce jugados), quedó en evidencia un karma del DT campeón: le cuesta mucho, por no decir "muchísimo", poder dar vuelta un resultado. Es decir, cuando el Colón de Eduardo Domínguez arranca perdiendo un partido, casi siempre lo pierde o en el mejor de los casos lo empata. Le cuesta mucho transformar una derrota inicial o parcial, en triunfo.
Si se suman todos los partidos que dirigió Eduardo Domínguez en los dos ciclos como entrenador del Club Atlético Colón se dieron 33 ocasiones que el equipo arrancó perdiendo y empezó abajo en el marcador. De ese total, sólo tres (3) veces pudo dar vuelta la historia. O sea, arrancó perdiendo, lo empató y terminó ganando. Es menos del diez por ciento del total, más allá que en muchos juegos pudo haber realizado el "gasto" y acumulado merecimientos para ganar.
Sin dudas, la llamada "deuda pendiente" del "Barba", porque todo lo otro lo consiguió fue increíble: desde ganar en el Morumbí de Brasil, donde no ganó nadie. O quedarse con un 3-0 una final en San Juan ante un grande como Racing. Alcanzó la racha de mayor cantidad de victorias al hilo. Y de la mejor seguidilla sin perder en un campeonato oficial. Además de la estrella, claro está, que todos los sabaleros guardan para toda la vida de la mano del "Barba".
D.R.¿Adónde quedó el campeón?
Con un penal regalado y muy bien ejecutado por Facundo Farías, no pudo ganarle a un equipo que viene a los tumbos y con un DT en la picota, extendiendo de esta manera su mala racha, que lo aleja de aquélla imagen que lo coronó a Colón como el mejor campeón de los últimos tiempos del fútbol argentino.
Arreglaron los premios. Directiva y plantilla acordaron los premios hasta la disputa de la Libertadores '22. Esto enriquece el análisis para entender el mal momento y el cambio en apenas 90 días de la consagración.
Con la radiografía que nos queda para estudiar los motivos, podemos ahora asegurar que hay dos que son contundentes: 1) No se reforzó bien; y 2) el bajón individual de jugadores, por ejemplo Lértora y Bernardi. Podemos sumar algunos más.
Se dejó ir al Pulga y no se reemplazaron sus goles ni sus asistencias. Ni Formica ni Beltrán rindieron. Había que traer un 9 goleador. Leguizamón no aprovechó las oportunidades y él sabe que está en deuda. A Sandoval lo prestaron y Morelo sigue sin aparecer.
Con estas realidades habrá que esperar en el trabajo del cuerpo técnico, que por otra parte ha demostrado sobradamente que está a la altura de las exigencias de la alta competencia.
El campeonato da todas las posibilidades para recuperarse porque es de muy bajo nivel. Colón y Vélez, que fueron los que sumaron más en las dos competencias, andan mal y sin embargo ganando dos partidos seguidos se mantienen en el grupo de protagonistas.
Habrá que esperar confiados. Porque los jugadores que obtuvieron la primera estrella e hicieron derrochar elogios, no pueden olvidarse y seguramente recuperarán sus imágenes.