Enrique Cruz (h)
Un “Huevo” auténtico, impiadoso y que no deja “títere con cabeza”. Dice su verdad, critica con dureza y hasta comparte lo que se comentó en Ecuador: “Allá se dijo que el partido con Argentina, el de la clasificación al Mundial, estuvo ‘comprado’... Y yo creo que un Mundial sin Messi era inadmisible...”. Dice que “al Bichi Fuertes lo están forreando” pues todavía no lo han confirmado como secretario técnico de Colón.
Enrique Cruz (h)
“Yo sé que muchos se van a molestar pero no me importa. Estoy tranquilo... ¿Sabés por qué?, porque digo la verdad”. La frase no la dijo ni una, ni dos, ni tres veces. Fueron varias más. Porque el “Huevo” es así y porque, como siempre se ha dicho cada vez que hubo que definir a Julio César Toresani, hay dos cosas que no se le reprocharán jamás: 1) que en la cancha dejaba todo y no “arrugaba” jamás; y 2) que afuera de la cancha nunca anduvo con vueltas y cuando tuvo que decir las cosas, las dijo. Por más que esa sinceridad brutal, muchas veces, le haya traído problemas o situaciones enojosas con aquellos a quienes el “Huevo” destinaba sus dichos. Viene de dirigir en Ecuador (al Orense de Machala) y se lo nota todavía muy dolido con aquéllo que pasó en 2014, un año intenso para Colón en general y para él en particular. Con Diego Osella —nombrarlo va por cuenta del autor de la nota y no de Toresani, que en ningún momento lo quiere mencionar— hicieron una campaña brillante desde lo numérico (30 puntos en un torneo corto y más de diez fechas puntero del campeonato, pero no les alcanzó para salvar la categoría que luego se perdió en la definición ante Atlético de Rafaela, en Rosario. Y después, armaron el equipo que dejaron a cuatro fechas de coronar el ascenso a Primera, que consiguió Colón de la mano de “Mostaza” Merlo. Pero no tiene empachos ni barreras de contención cuando dice lo que piensa, sin redes que lo contengan.
—Hoy sos un DT sin trabajo. ¿Cómo ves el fútbol argentino?
—Complicado. Salen buenos jugadores pero no estamos bien, hay mucho exitismo, el torneo largo le da más posibilidades a los grandes porque tienen más jugadores y jerarquía, no estamos bien en infraestructura, la AFA es un desorden total y la prueba clara es el clásico rosarino.
—¿Ves un correlato, en esto que decís, con lo que pasó en el Mundial de Rusia?
—Mirá, yo estaba en Ecuador y todos daban de candidato a Argentina... Yo les decía que no, que es insólito que cambiemos tantas veces de entrenador... Extrañamos a Grondona... Lo digo así, con todas las letras. Con él no hubiese pasado este “cachivache” del Mundial.
—¿Ves alguna posibilidad de cambio, al menos ahí?
—¿Qué cambio puede haber cuando hay jugadores que le dicen que no a la Selección?... A mí jamás se me hubiese pasado por la cabeza. No lo entiendo ni lo acepto. Eso pasa porque no hay referentes a nivel dirigencial. Y nunca podemos estar bien cuando una votación termina 38 a 38.
—¿Y Tapia?
—Es dirigente de Barracas Central... Con todo el respeto que me merece Barracas Central, creo que se necesita gente más importante, con más historia... Pero no te olvides de cómo llegamos al Mundial.
—Ganándole a Ecuador gracias a Messi...
—En Ecuador el comentario es que se “compró” el partido. Se dijo que se entregaron los puntos... Messi hizo unos golazos impresionantes esa noche, ¿te acordás?
—Sí, claro. ¿Y vos qué pensás?
—Yo creo que sí, que es cierto... ¿Sabés por qué?, porque un Mundial sin Messi es inadmisible, no sólo por Argentina en sí, sino por la Fifa. No se puede comprobar, pero todos dicen allá que ese partido se compró... Bueno, Chiriboga, el presidente de la Federación Ecuatoriana, está con prisión domiciliaria ahora. No por esto, pero así terminó.
—Volvamos a la primera pregunta...
—A ver, nombrame un club que esté preparado para un proceso a largo plazo... Hay alguna estabilidad en algunos, como pasa en Unión con Leo Madelón. Lanús, que era un ejemplo, hizo un recambio, no salieron tantos chicos de abajo, dieron de baja a jugadores importantes y ahora está sufriendo las consecuencias a menos de un año de haber jugado la final de la Libertadores. Y así puedo seguir...
—¿Y los grandes?
—Bueno, pero ahí no hay igualdad, los ingresos son muy grandes en comparación con el resto. Han ganado y por eso se mantienen. A Gallardo y al mellizo se los ensalza demasiado, ¡quisiera verlos dirigiendo Cambaceres o Excursionistas!. O el caso de Holan, que anda con los drones y vendiendo humo... El fútbol es más simple.
—¿Y Scaloni técnico de la Selección?
—¡El Chacho Coudet tiene razón en lo que dijo de Scaloni!... La Selección no está para un interinato de un muchacho que no dirigió nunca en ningún lado. Los dirigentes y los representantes son cómplices de eso. Enzo Trossero, un calentón pero buen tipo, tiene razón cuando lo critica a Holan. Pero bueno, acá hay un representante que se mueve muy bien como Cristian Bragarnik, que no sólo maneja jugadores, sino clubes.
—¿Lo conocés?
—Sí, claro... Una vez fuimos a jugar unos amistosos a Paraguay con Roberto Trotta y el Bichi Fuertes, entre otros. Y Roberto me contó que un día fue a la oficina de Bragarnik, lo hizo esperar un rato largo y, cuando lo atendió, le dijo que él estaba en el puesto 20 de los que tenía para colocar. Roberto, que es de pocas pulgas, se levantó y le dijo que no se lo comía crudo porque no quería hacer lío en ese lugar... Lo conocí en Mar del Plata, a través del Bichi y del Turco Mohamed... ¿Sabés qué pasa?, que están entrando muchos entrenadores que no son del palo. No tengo nada contra Holan, pero habría que preguntarle al Pelado Almeyda o a Falcioni por qué lo metieron en el fútbol. Y hay otras cosas...
—¿Cuáles?
—Yo llevo 12 años dirigiendo, anduve por todas las categorías del fútbol argentino, la remé como loco, me fui cuatro veces a dirigir afuera y resulta que aparece este muchacho Bernardi y dirige ya cinco clubes de Primera. El otro día me llamó Fassi, el presidente de Talleres, y me dijo que él no trabaja con un representante y yo no le creo. Están todos “casados” con los representantes.
—¿Y acá en Santa Fe?
—A José Vignatti lo conozco muy bien y te aseguro que es uno de los pocos que no trabaja con un solo representante, que no se casa con nadie. Y en cuanto a Spahn, me da la impresión de que es un bonachón, que recién ahora está aprendiendo un poco de fútbol y la realidad es que se lo metieron en el bolsillo.
—¿Por qué lo decís?
—Esto que voy a decir ahora no lo digo por Spahn y que quede bien claro, porque la impresión que tengo es de que es un tipo bonachón. Yo no tengo dudas de que están en la joda... Te aclaro otra vez, no lo digo por Spahn ni por Unión... Pero a mí nunca me va a llamar Bragarnik, porque una vez se lo dije en el Balneario 12 de Mar del Plata, cuando pasamos una fiesta de fin de año con el Turco Mohamed y el Bichi... Yo no le sirvo como entrenador... Quizás por eso a mí no me suena el teléfono, pero te repito que hay mucha complicidad de los dirigentes con uno o dos representantes que manejan el fútbol argentino. Y los dirigentes van en alguna transa con los empresarios.
—¿No te da miedo de ser poco político?
—Yo digo verdades y las verdades duelen. Hay mucho negociado y yo en ésa no entro. Por eso digo que me gustaría ser secretario técnico y estar a la par de los dirigentes y el entrenador, para evitar que haya joda... Jamás podría traer un jugador que no juegue nunca, podré equivocarme trayendo alguno que no ande bien, pero que no juegue nunca, jamás. Y de ésos, que no juegan nunca, están llenos los clubes.
—¿Viste esas cosas estando en Colón?
—En la campaña de Colón con ese muchacho que estaba conmigo, ví muchas cosas y se lo decía a los dirigentes. El presidente es primo hermano de mi papá y yo le decía lo que veía. Yo sufrí mucho por Colón en ese año, ví cosas feas, tenía a mi viejo enfermo y perdimos la categoría en Rosario en un día que fue un papelón, una vergüenza... Yo no quería estar más con esa persona, porque tenía que hacer de William Boo, el árbitro de Titanes en el Ring.
—Ustedes anduvieron muy bien ese año a pesar de que no pudieron concretar ninguno de los objetivos, ni mantener la categoría ni tampoco ascenderlo, porque se fueron cuatro partidos antes...
—...Era un tipo inseguro... Y muchas cosas no le pude decir porque se fue sin despedirse de nadie y eso que a mi casa iba dos veces por semana a comer. Cuando ahora escuché que podía volver, me quería matar... Domínguez te puede gustar o no, se equivoca, cambia de equipo, pero es un señor al lado de este tipo.
—Pero algo hicieron bien, “Huevo”...
—El tipo trabaja bien, no lo niego, pero muchos de aquellos pibes no iban a jugar si yo no los ponía... ¿Escuchaste bien?, no iban a jugar si yo no los ponía... Preguntá lo que pasó en el vestuario con el Pipa Alario la noche que perdimos en Posadas con Guaraní Antonio Franco. Fuimos a comer a la Costanera y este muchacho se quedó a dormir en el micro esa noche.... Los técnicos rivales me decían palabras terribles sobre él.
—¿Y qué pasó con el Pipa Alario esa noche?, recuerdo que Osella tuvo palabras duras cuando declaró luego del partido...
—¿Te acordás la jugada en la que se patinó?, porque había llovido un montón y el partido casi se suspende. La cancha estaba embarrada... Vos no te das una idea las barbaridades que le dijo en el vestuario... Lloraba como loco ese pibe. Porque el Pipa es buenísimo...Es tan bueno que es incapaz de reaccionar o decir algo.
—Recién hablabas de Lalo Vega, que era el presidente...
—Lalo se enojó conmigo porque yo salí a declarar. Pero, ¿qué querés que haga?. Los jugadores pedían que me quedara, restaban cuatro fechas y le faltaron los huevos suficientes, a él, al Bicho Godano, para hacer eso. Son buenos tipos, quieren mucho a Colón. Pero yo debía dar el paso al costado, yo tenía que renunciar en ese momento... Y a ellos le faltaron huevos para llamarme y dejarme.
—¿Y ahora?, ¿pensás que alguien en Colón podría levantar el teléfono y llamarte?
—¡Nooooo!... Ni espero que me llamen... Lo que está pasando en las inferiores es una vergüenza. ¡No podés perder 8 a 0 en Liga contra El Quillá!... Y después, las cosas internas que pasan, como la pelea entre el técnico de la reserva y la gente de inferiores. La otra vez, para un partido, no tenían pelota para jugar. Eso es gravísimo... Sé que estas cosas me juegan en contra, pero yo digo la verdad... Mirá, al Bichi Fuertes como lo están “forreando”. Dicen que es el secretario técnico, pero no hay nada... Tanto que lo criticamos a Lerche por las cosas feas que ocurrieron, pero aquella gran camada de jugadores que sacamos nosotros y pusimos en Primera, con Conti incluido, fue la última. ¿A vos te parece que podemos tenerlo todavía al Polaco Bastía con 39 años? Y mirá que al Polaco lo quiero, hablo con él, es un tipo respetable y valioso... Y decime una cosa, ¿qué función cumple Borghello en el club?... Unión, en cambio, tiene las cosas claras con Martín Zuccarelli... Pero fijate el técnico de la reserva de Colón, ¿adónde jugaba?, ¿adónde dirigió?... ¡Si era el chofer de Bastía en Rafaela! Al Polaco lo quiero, lo admiro, pero esas cosas no van.
—¿Y Javier López?
—Es buen tipo, trabaja mucho y se queda en Colón porque quiere al club, es su casa, pero no está de acuerdo con muchas cosas que pasan en el club... Ahora volvió Marcelo Goux, pero por el juicio que tiene con el club. —Vos lo conocés a José Vignatti y sabés que, para él, hay otras prioridades. Son estilos de conducción, le fue bien apostando a otra cosa...
—Mirá, yo me debo una charla con Javier López y José Alonso, que es un buen tipo, pero tiene que aprender a escuchar más y abocarse a lo de él y no decirle todo que sí a Vignatti. Darrás también es un buen tipo, tiene buenas intenciones, pero es obsecuente de Vignatti. Y eso no puede ser, hay que tener los huevos suficientes para decirle las cosas cuando no están bien. Yo sé que soy demasiado duro y que éstas cosas me pueden traer problemas de enojos, pero digo lo que siento... Otro tema, el de Pinilla y Mayora...
—Son distintos, “Huevo”...
—Lo de Pinilla fue un mamarracho total. Y cuando lo trajeron a Mayora, le dije a Darrás que es muy difícil que haya algún peruano destacado. ¿Vos lo viste jugar?, le pregunté. Y me dijo que no, pero que le dijeron que era “bueno”... Sacando a Julio Meléndez, Ñol Solano, el “Chucky” Vargas o Franco Navarro, decime, ¿qué peruano “bueno” vino a la Argentina?
—Todo eso puede ser función primordial del secretario técnico, ¡no?
—Sí... Y te digo que sin inferiores, jamás tendrás sentido de pertenencia. La pensión es un desastre, mal organizada, nadie se hace responsable, no creo que las inferiores jueguen como juega la primera...
—En ese aspecto es difícil porque Domínguez ha cambiado bastante en estos tiempos buscando el equipo y recién ahora parece que lo va encontrando...
—Bueno, pero fijáte que Leo Madelón hizo un planteo bárbaro contra Central y cambió. Metió línea de 3 cuando tenía la pelota y sumaba gente al medio cuando atacaba y luego defendía con línea de 5 y los dos del medio. Pero Leo te juega con 14 ó 15 jugadores, a lo sumo. No cambia tanto. Domínguez sí. Pero igual, podés adoptar un estilo de juego y que todos jueguen como lo hace la primera.
—¿Qué más?
—¡Si querés sigo, eh...! Te repito una vez más, yo digo las cosas de frente, por más que le duela a muchos. Es lo que pienso. Y no me voy a callar nunca. Soy así, siempre fui así, los que me conocen lo saben.