Emelec le ganó con mucha facilidad a Unión en su cancha y quedó muy cerca de asegurar su pase el jueves que viene en Guayaquil. El debut del equipo de Azconzábal fue decididamente malo, y si no mejora se queda afuera.
Poco y nada de Unión en la primera parte del encuentro, ante un rival que primero lo esperó retrasado cediéndole pelota y terreno, pero con el correr de los minutos y ante las pocas ideas del tatengue se comenzó a animar, fue donde comenzaron a aparecer las fisuras rojiblancas.
Tuvo una clara chance Franco Troyansky antes de los 15 tras un buen pase de Cabrera, el delantero definió fuerte de primera, pero la pelota fue justo al lugar donde estaba ubicado el arquero Pedro Ortíz, parecía que el Tate comenzaba a dominar el partido, pero no sucedió, porque el equipo de Azconzábal en ningún momento fue "vertical", lateralizó mucho el juego y sobre todo fue extremadamente lento; en el inicio la pasividad del rival le dio una mano como para mostrarse superior, pero poco a poco el fútbol "intrascendente" que proponía comenzó a ser superado por el buen toque de su rival.
De a poco llegaron las chances para los "eléctricos", primero con un remate muy medido de Bryan Carabalí que picó y se fue muy cerca del palo izquierdo de Moyano, luego fue el turno de Rojas que se encontró con un regalo dentro del área tras varios intentos de la "floja" defensa tatengue por rechazar, y sobre el cierre, el rechazo hacia atrás de Vera, que terminó dejando cara a cara con Moyano a Facundo Barceló que definió bien ante el "achique" del uno.
Fue 1 a 0 y fue justo para los ecuatorianos que mostraron superioridad y un juego mucho más coordinado. Lo de Unión fue muy pobre, con jugadores confundidos que solo pusieron ganas con una ausencia total de juego.
Adelantó un poco más sus líneas Unión en el complemento y los ecuatorianos, tal vez por precaución, se replegaron y lo dejaron hacer un poco más, pero la tardecita de Unión era muy pobre y en ningún momento logró complicar a un equipo que con muy poco se llevó la victoria, pero que sobre todo se sintió por demás de cómodo en una cancha que a priori parecía que se le iba a complicar.
La actitud de Emelec posibilitó que Unión tenga la pelota, pero siempre estuvo muy lejos de llegar a lastimar a una defensa que hizo todo muy fácil, contando además con la fortuna del arquero Ríos, ya que tal cual había sucedido en la primera etapa, la chance santafesina quedó nuevamente en poder de Troyansky, el delantero aguantó la pelota y metió un buen "tacazo" -venía libre Cabrera para definir- pero el balón fue justo donde estaba ubicado el arquero "eléctrico".
Con un equipo que no mostraba nada e inofensivo para su rival, el entrenador demoró mucho en "mover el banco", pero de todas formas cuando lo hizo no sirvió de mucho ya que la imagen fue la misma a lo largo de los 90 minutos.
Tal vez Carabajal un rato antes, quizás solo eso, o el hecho de no haber modificado esquema en la primera hora del encuentro fueron los "pecados" del DT debutante, ante un rival que ayer fue superior, pero que a lo largo del partido mostró sus flaquezas en el fondo -sobre todo por la izquierda- las cuales nunca fueron aprovechadas por un equipo que solo tuvo actitud, pero que estuvo "años luz" de ser una incomodidad para su rival.
Jugó feo Unión y en realidad no jugó, porque cuando le cedieron la pelota, lo único que hizo fue lateralizar sin buscar profundidad, luego cuando su rival se le animó se defendió mal y si bien Moyano no tuvo mucho trabajo, quedó la clara sensación que Emelec con poquito podía haber ampliado la ventaja.
Quedan 90 minutos en el llano de Guayaquil donde Unión deberá "adelantar" un montón para tener chances de superar la fase, más allá de nombres y estrategias, la pandemia hizo estragos en este plantel que eliminó al Mineiro a principios de año, ya que fueron muy pocos los jugadores que "sobrevivieron".
Tremenda tarea tendrá en tan solo siete días el "Vasco" Azconzabal para tratar de dar vuelta esta historia, con el agregado que este domingo, nuevamente en el 15 de Abril, Unión recibirá a Arsenal de Sarandí.