Desde la madrugada del lunes Santa Fe y la región soportaron fuertes lluvias. Por caso, en las primeras horas del 25 de noviembre, el CIC F. Zuviría registró 143,50 mm, siendo uno de los puntos donde más precipitó.
El agua no drena, las calles son intransitables y, según los vecinos, solo falta hacer una conexión para que funcione el desagüe.
Desde la madrugada del lunes Santa Fe y la región soportaron fuertes lluvias. Por caso, en las primeras horas del 25 de noviembre, el CIC F. Zuviría registró 143,50 mm, siendo uno de los puntos donde más precipitó.
A menos de 7 cuadras, con ingreso por calle Gorriti e intersección con San Lorenzo, se encuentra el ingreso al barrio 29 de Abril, una de las zonas que desde hace años sufre con las intensas precipitaciones. “Hace 15 años que vivo en el barrio y cada vez que llueve intensamente, nos inundamos de esta manera”, contaba uno de los vecinos de la zona y explicaba que “el barrio está como en el pico de un embudo, donde el agua que baja de Gorriti y de Aristóbulo del Valle, drena para el barrio quedando acumulada”.
Constantemente, los vecinos viven musicalizados por la naturaleza: “¿Escuchas eso?, hace días estamos aturdidos con el croar de las ranas y el resto de especies que se aglomeran por el agua. Es como una orquesta sinfónica”, decía Fabían, uno de los vecinos de la zona.
Y es que el barrio no está solo inundando, sino que ya se formó una especie de laguna. “Si bien tenemos problemas con las calles, lo principal que reclamamos es que terminen las obras de desagües para que drene el agua y no pasemos más esta situación”, dijo Fabián.
“Hace 3 ó 4 años nos hicieron el desagüe de callejón El Sable y más o menos se desagotaba bien cuando llovía”, recordaba el vecino. Por otra parte, destacó que los problemas más graves de acumulación de agua comenzaron “cuando el año pasado iniciaron las obras de desagüe y cloacas, ya que colocaron tierra en la zona por la que el agua drenaba”.
“Creo que ninguna persona podría vivir ni una hora acá, la situación es terrible. Estamos cansados de pedir a la Municipalidad una solución, las veces que vinieron solamente trataban de emparchar la situación dejándonos un colchón de tierra de 1 metro que cuando llovía se volvía a inundar todo”, contó Fabián.
Además, varios vecinos señalaron que el tránsito de las máquinas que iban a arreglar la zona ocasionaron ciertos hundimientos, empeorando aún más las calles.
Con respecto a la obra que se estuvo realizando, el vecino explicó: “Los desagües ya están terminados. Lo único que falta es una conexión para que el agua drene. Desde el año pasado estamos manifestándonos y rogando para que se concluyan las obras”.
Con respecto al día a día, la circulación es muy complicada, ya que una de sus salidas principales, la de calle San Lorenzo, se encuentra intransitable. “Salimos por donde podemos, ya estamos acostumbrados”, lamentaba Fabio y comparaba que “si haces 80 metros y ves el Club Universitario, la realidad es completamente distinta, no hay ni una gota de agua”.
Con respecto a la inseguridad, agregó que “en este momento hay un grupo de chicos pescando en la ‘laguna’ que se formó. Además tenemos un monte al lado donde muchos delincuentes se meten para luego entrar a robarle a los vecinos”, sentenció el vecino.