Un “cometa verde” que pasa por la Tierra una vez cada 50.000 años se puede observar por estos días para deleite de los aficionados a la astronomía y los curiosos que quieren ser testigos de un hecho que no pasa desde hace cincuenta mil años.
El experto dialogó con EL Litoral y explicó una serie de detalles sobre el cometa C/2022 E3 (ZTF), que por estos días se acerca a la Tierra por primera vez en los últimos cincuenta mil años.
Un “cometa verde” que pasa por la Tierra una vez cada 50.000 años se puede observar por estos días para deleite de los aficionados a la astronomía y los curiosos que quieren ser testigos de un hecho que no pasa desde hace cincuenta mil años.
Se trata de C/2022 E3 (ZTF), nombre que los astrónomos dieron a esta bola espacial después de que el telescopio Zwicky Transient Facility lo descubriera en marzo del año pasado.
Al respecto, El Litoral dialogó con el astrónomo santafesino Jorge Coghlan, quien explicó que a principios de este mes el cuerpo celeste pasó a la menor distancia de la Tierra y “la noticia es que es muy probable, de acuerdo a las imágenes, que se haya partido el núcleo en varios fragmentos, que es normal en cometas pequeños como este”.
“El núcleo tiene un diámetro de un kilómetro y pudo haber incidido que pasó a 40 millones de kilómetros por nuestro planeta, que es el más denso del Sistema Solar y tiene tanta gravedad que tiene atrapada a una Luna que solo cuatro veces más chica, es decir, en proporción tiene la luna más grande del sistema solar, lo que indica que todo es gracias a la tremenda densidad de la Tierra”, dijo el experto.
En cuanto a la observación, Coghlan indicó que si es posible “ solo va a ser a partir del día 4 de febrero, porque todavía lo tenemos debajo del horizonte”, y “como está haciendo más de un millón de kilómetros por día y se está yendo, lo vamos a tener un poquito por encima del horizonte a partir del día 10 pero cada vez va a estar más lejos y al haberse partido el núcleo se transforma en varios cometitas y eso puede hacer que el brillo sea menor”.
Por otro lado, el astrónomo aseguró que el cometa “no es verde” y “nunca fue visible a simple vista, siempre fue un cometa de poco brillo; incluso con binoculares comunes en la ciudad no se puede ver y se necesita al menos un telescopio mediano”,
“Sale verde en las fotografías porque se hace un proceso para estudiar su carbono biatómico que genera esa coloración a través de los filtros, pero a simple vista se ve blanquecino, como todos los cometas” indicó.