Lunes 24.4.2023
/Última actualización 18:17
Vecinos y autoridades de la Escuela Santa Rita de Casia vienen reclamando desde hace años el arreglo de una calle, más precisamente, de una cuadra: La Pampa 5200. Cada vez que llueve, esa calle se anega y se dificulta el tránsito tanto de vecinos como de los 1.000 alumnos que tiene la institución educativa. Incluso, en enero de 2020 compraron los bloques de pavimento articulado para hacer la mejora, pero tres años después, el material sigue stockeado sin ser colocado.
"Los vecinos hicimos lo posible y lo imposible para poder tener un poquito más de dignidad y mejorar nuestra calidad de vida, pero no he tenido ningún tipo de respuesta", dijo Martín Garrote, vecino del barrio Santa Rita y quien lleva la voz cantante por los afectados, junto a Silvia Schonhals, representante legal de la Escuela Santa Rita. El reclamo también es apoyado por el presbítero Javier Rossi, en representación de la Parroquia.
Schonhals recordó que las gestiones vienen desde hace años. "Por esa época, el sacerdote anterior, Nilo Guardamagna, fue quien inició los trámites. Lo que solicitamos a las diferentes gestiones municipales es que por favor asfalten esa cuadra que es corta, porque nos trae inconvenientes en el ingreso a la escuela cada vez que llueve", refirió la representante legal.
"Para que los chicos entren al gimnasio y a distintos niveles educativos, tienen que dar toda la vuelta para llegar a la esquina de Carrasco y 11 de Marzo. En auto, cuando llueve, directamente los padres no pueden ingresar a traer a los alumnos. Allí, además, tenemos el problema de la oscuridad, es decir, no hay luminarias, pusieron las columnas pero no los artefactos y los alumnos del secundario del turno tarde salen a las 18.30 en pleno invierno por una calle que es una boca de lobos", agregó la autoridad educativa, que se suma a los reclamos de los vecinos por la mejora de la calle y de todo el entorno escolar.
La Pampa a la altura de 5200 es la calle que espera por la mejora. Crédito: Flavio RainaDerrotero
A continuación, el vecino Garrote contó el derrotero de ese pedido: "A finales de la gestión municipal anterior, se nos dijo que la Municipalidad se iba a encargar del cordón cuneta y nos pidieron que compremos el articulado. En ese momento, se acercó a nosotros una persona de la Prefectura Gran Santa Rita, que nos contactó para que entre los vecinos de la cuadra nos pusiéramos de acuerdo y compráramos los adoquines para poder colocarlo".
Así lo hicieron los vecinos en febrero de 2020: cada uno compró su parte y stockearon los adoquines en la escuela -recientemente debieron sacarlos de allí-, en los patios de las viviendas y en un galpón particular.
Garrote luego contó que desde entonces se hicieron pedidos ante el municipio, sin éxito hasta el momento. "La última respuesta que recibimos es que se necesitaba de una cooperativa que coloque los bloques de articulado y no se conseguía quien lo pudiera hacer. Te sacan las ganas de seguir insistiendo porque todo es burocracia", dijo Garrote, quien señaló: "Estamos desilusionados y seguimos a la espera de que a algún gobierno le preocupe nuestra situación".