El Litoral
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Operarios de Aguas Santafesinas rompen el pavimento para determinar las causas del pozo. Los trabajos llevarán 15 días.
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Un grupo de operarios de Aguas Santafesinas (Assa) excava en la esquina de Mariano Comas y Urquiza para determinar las causas del hundimiento del asfalto, donde una grieta devino en un pozo de unos 25 metros cuadrados. Los operarios rompen y contienen, tanto al terreno como a los vecinos que se acercan a preguntar, ofuscados por la reaparición del mismo socavón que en 2007.
El pozo que hoy preocupa a los vecinos comenzó hace 40 días con una rajadura en el asfalto, hace 15 devino en una depresión del pavimento y días atrás en un pozo cuadrado, de unos 5 metros por lado. Hoy, la ochava está vallada por Assa, que ayer comenzó a excavar para investigar las causas. Si lo que originó el hundimiento es un desagüe pluvial, el arreglo es responsabilidad del municipio. Si, por el contrario, es por averías en cañerías de agua o de cloacas, le corresponde a Assa, que ya se inclina por esta última opción.
Pala en mano, los operarios contaron a este medio que por esa esquina pasa una cañería subterránea de 400 milímetros que abastece de agua a la zona oeste de la ciudad, lo que motiva un especial cuidado en los trabajos de excavación.
Mientras, los vecinos se acercan, miran y refunfuñan. “Por supuesto que esto nos perjudica porque corta el tránsito y porque no sabemos si este tipo de hundimiento afecta a nuestras casas”, dijo entre dientes Virginia P., comerciante de la zona. Otros vecinos hilan historias que entrelazan las causas de este pozo con los distintos socavones que se produjeron en los últimos treinta años sobre Urquiza, en su unión con bulevar Pellegrini, con Cándido Pujato y con Mariano Comas, en el mismo lugar donde se volvió a hundir.
La reparación
Los trabajos comenzaron ayer con la composición de una cama de arena para la cañería de agua que atraviesa todo el sector. Los trabajos llevarán al menos 15 días.
Hoy, la cuadrilla continuó con la rotura de pavimento. Una vez realizada, trabajará en el espacio de la apertura para determinar qué causó el pozo. “Suponemos que es una cañería cloacal: ahí hay una cámara en la que confluyen varías cañerías y puede ser una de ellas la que provocó el hundimiento”, dijo Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales de Assa.
La esquina es también uno de los dos extremos del desagüe pluvial Mariano Comas, licitado en esa vecinal en el mes de Julio. Los trabajos consisten en el tendido subterráneo de cañerías a lo largo de 557 metros y contemplan a la esquina de Urquiza y Mariano Comas como punto final de la cañería pluvial.
Lanfranco descartó que la obra afecte o mejore la situación de este socavón: “Nuestra red es cloacal, no tiene nada que ver con un desagüe pluvial. Si hay una obra programada se informa la interferencia para que no afecte la cañería existente de otros sistemas”, agregó.
Corte de tránsito
Por el hundimiento, Urquiza se cerró el tránsito de esa avenida, entre Mariano Comas y Cándido Pujato. La circulación este-oeste por Mariano Comas es normal.
¿Hay relación con los otros socavones?
Los hundimientos en esta zona son frecuentes. Consultado por posibles relaciones de este pozo con los anteriores Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales de Assa, fue categórico: “Esto no tiene nada que ver con la cloaca máxima ni con el by pass que se colocó hace unos años un poco más adelante”.
El vocero destacó que la reiteración de hundimientos en estas tres cuadras podría producirse por las características del suelo. “Esta zona es de un suelo lábil, y cualquier pérdida de líquido se refleja en desplazamiento del terreno. Es un suelo arenoso, una dificultad que hemos registrado en los trabajos realizados con la cloaca máxima y surge como un dato importante a tener en cuenta”, explicó.
A esta característica, Lanfranco sumó rasgos propios de la red de cloacal: “Nuestra red es dinámica, trabaja con líquidos y como todo sistema tiene problemas que pueden surgir producto del trabajo. La conducción de líquidos a veces es mayor, como cuando llueve, porque hay mayor carga de líquidos por el ingreso de agua de lluvia; el sistema trabaja con exigencias y hay posibilidad de que se produzcan roturas”.