Luciano Andreychuk
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El cráter de Urquiza y Bv. Pellegrini podría seguirse capítulo a capítulo, como esas novelas venezolanas que abundan en la televisión. Después de las duras declaraciones a este medio del intendente José Corral, donde consideró “inadmisible” el plan de trabajo de Assa sobre el socavón, pidió que “el gobierno local se haga cargo de las obras” si la prestataria no puede y cuestionó la decisión del Enress de no intervenir, ahora habló el titular del directorio de la empresa, Sebastián Bonet.
En diálogo con El Litoral, el responsable de Assa mantuvo una postura moderada respecto de las expresiones del primer mandatario local, pese a que a este último le llovieron críticas del ministro de Gobierno, Rubén Galassi, y del gremio de los Sanitarios (ver Relacionada).
Bonet pidió “poner en contexto” todas las obras que está realizando Aguas Santafesinas en la ciudad, entre ellas el socavón de Urquiza. Y aseguró que en 15 días “el problema estará solucionado”. La reparación del cráter costará a la empresa “varios millones”, dijo, aunque no tuvo el dato preciso para informar.
“Debemos poner en contexto el trabajo global de Assa. En los últimos cuatro años, 4 mil nuevas personas tienen conexión de agua potable. Y a final del año habrá 13 mil personas conectadas al servicio. Tenemos muchas obra en construcción en Villa del Parque, Barranquitas, en el acueducto Santa Marta, etc. Son muchos frentes de trabajo. La ciudad está en obras con aperturas de calzadas y haciendo arreglos. Se busca mejorar la calidad del servicio”, afirmó, enfatizando en su discurso institucional.
—Pero Bonet, no se puede negar que por la magnitud de la rotura (del socavón), el daño colateral que generó en los comerciantes de la zona aledaña y en el tránsito vehicular, no deben minimizarse las implicancias que tuvo este hundimiento...
—Lo que usted dice es cierto. Pero si miramos en perspectiva todo el problema, el sistemas de aguas y cloacas no se interrumpió. La ciudad no recibió un impacto muy negativo. Es un problema localizado. Se generan problemas, es cierto, pero no produjo una distorsión de magnitud para toda la ciudad.
Desde que se generó el socavón, el 23 de febrero, nunca se interrumpió el flujo de la cloaca máxima. Nunca. Si eso hubiese pasado, en la ciudad hubiéramos tenido un gran colapso sanitario. Se trabajó ininterrumpidamente, de madrugada, cuando se usa menos el servicio cloacal. Se hizo muy rápido en tiempo, no hubo demoras. La empresa actuó con todos los recursos humanos, tecnológicos y logísticos.
“Hay solución (al hundimiento) y estamos por el buen camino. Ya se colocó el stent de hierro en la cloaca máxima, y desde la semana que viene va a empezar la pavimentación del sector. La percepción de la gente ya va a ser optimista”, expresó el presidente del directorio.
Sobre los dichos del intendente
—El intendente calificó de inaceptable el plan de trabajo de Assa y criticó la medida del Enress de no intervenir en el tema, porque este ente consideró que no hubo cesación de la prestación del servicio. ¿Qué opina de esto?
—No sé por qué se expresó así (José) Corral, no lo sé... Me gustaría charlarlo con él personalmente. Con los 15 intendentes de las localidades adonde llega nuestra prestación tenemos diálogo y buena comunicación. Y una línea abierta permanente con el Ministerio de Aguas. Es un legítimo derecho del gobierno local de cuidar los intereses de la ciudad, en este caso en materia de infraestructura.
—¿Considera que estas críticas del intendente pueden tener que ver con una cuestión de campaña política, de deslindar la responsabilidad del socavón para que no afecte la campaña? Porque desde el oficialismo ingresaron dos notas conjuntas al Enress en reclamo contra Assa, en el mismo día.
—No corresponde una opinión personal respecto de esa pregunta.
Corralitos
—¿Por qué hay tantos corralitos en la ciudad?
—Cada corralito es parte de una arreglo eventual. Toda vez que hay una fuga de aguas, se hace el arreglo para estirar la vida en el conducto roto. Los corralitos son parte de la vida cotidiana y no hay posibilidad de imaginar que no existan. Que no haya corralitos sería como la muerte del progreso de una sociedad. Si bien generan molestias en el tránsito, éstos muestran que se está trabajando, que una ciudad está creciendo y en obras.