Domingo 1.8.2021
/Última actualización 18:30
La bajante del río Paraná atraviesa a toda la sociedad santafesina y de alguna u otra forma genera consecuencias en la comunidad en su conjunto. En este sentido, este martes de forma presencial y virtual, se realizó una reunión de trabajo entre concejales y concejalas, instituciones y especialistas vinculados a la problemática hídrica.
Viviana Zucarelli, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (Fich-UNL), expuso su mirada respecto de la crisis hídrica e hizo un paralelismo con la bajante que ocurrió en 1944 y que desde las últimas semanas se rememora por los similares registros hidrométricos que se dan en la actualidad.
"Cuando decimos que esta bajante es muy similar a la de 1944, hay que pensar cómo era la cuenca del río Paraná en el 44. Uno hace historia referida a aquella época, pero solamente con mencionar algunos datos, se podría decir que en 1940 la población de América Latina que estaba en áreas urbanas era del 40 %, mientras que en este momento casi el 80 % de la población de América Latina está urbanizada", reflexionó Zucarelli.
La docente e investigadora, también comparó la actual bajante extraordinaria con otras, como la de 1971, y ejemplificó que "en la provincia de Entre Ríos para 1970, había 700 mil hectáreas dedicadas al cultivo y en el año 2000 se incrementó a más de 2 millones, incluido el monocultivo", y agregó: "Son ejemplos simplemente para demostrar que la situación del año 1944 nada tiene que ver con lo que vivimos en este momento, es decir, la cuenca cambió completamente".
¿Pero se puede pensar en una bajante prolongada por mucho tiempo más? Al respecto Zucarelli analizó: "Hay conceptos asociados a esto y que tenemos que conocer. Tenemos que hablar del cambio climático, del cambio en el uso de suelo, la variabilidad hidrológica y climática, son todos conceptos que sirven para explicar lo que estamos viviendo ahora. Los expertos nos dicen que los eventos van a ser cada vez más intensos y más frecuentes, tanto en magnitud como en duración", y resaltó que "tenemos que aprender a convivir con esto".
Al mismo tiempo, la investigadora cuestionó el motivo de esperar a que los eventos extraordinarios ocurran para tomar cartas en el asunto. "Estamos acostumbrados en nuestro país a no planificar y somos producto de todo esto que nos pasa, a pesar de que tiene mucho que ver la naturaleza, también está asociado a la falta de planificación", y reiteró: "Estamos acostumbrados a trabajar en la emergencia. Hoy tenemos sequía pero mañana podemos tener inundaciones, somos una ciudad vulnerable, no solamente al déficit sino que también al exceso y tenemos muchísimas pruebas como lo que sucedió con la inundación del río Salado del 2003".
En este sentido, Zucarelli enfatizó: "¿Por qué tenemos que esperar una bajante para decir que hay que concientizar sobre el uso del agua? Y de la misma manera ¿por qué esperar una inundación para ir a ver cómo es el estado de las defensas?", y concluyó a modo de mensaje: "Tenemos que aprender a gestionar el recurso hídrico de manera integral, es decir, el agua es transversal a todos los usos y nosotros estamos acostumbrados a un uso sectorizado y fragmentado y nunca trabajamos de manera integrada".
El ingeniero Ricardo Giacosa, responsable del Centro Regional Litoral del Instituto Nacional del Agua (INA), fue uno de los exponentes en la jornada y destacó que "la cuenca del Paraná tiene una magnitud de 2 millones de kilómetros cuadrados, para ejemplificar, lo que llueve en San Pablo (Brasil) pasa por Santa Fe".
Giacosa también se refirió a las causantes del estiaje prolongado del río y comentó que "esta bajante se debe a causas naturales, básicamente por el déficit de lluvias que se ve agravado por algunas actividades antrópicas", y resaltó algunas consecuencias que apareja esta crisis hídrica: "Uno es el abastecimiento de agua en las localidades, sobre todo en las principales ciudades (las capitales provinciales de esta región están atravesadas por el Paraná), pero en Santa Fe aún en estas condiciones de bajante hay agua y la va a haber; la navegación es el segundo aspecto, y que tiene una gran implicancia en el tema económico porque los barcos no pueden llenar sus bodegas".
Acerca del pronóstico para los próximos meses, como informó El Litoral, el Servicio Meteorológico Nacional estimó que "La Niña" se prolongará en primavera, "las condiciones de bajante se van a acentuar", destacó Giacosa y agregó "al ojo lo tenemos puesto en Brasil y Paraguay, porque el 95 % del agua que pasa se refieren a lluvias en esos países".
Además de Zucarelli; Giacosa; y los representantes de Assa; participaron de la reunión: el prefecto Mario José Ramírez, jefe de Operaciones de la Prefectura Santa Fe; Pablo Collins, director del Instituto de Limnología del CONICET; Emilio Campanella y Adrián Vignolo del Ente administrador del Puerto; María Fernanda Lerín de la Defensoría del Pueblo Santa Fe; los secretarios municipales de: Medio Ambiente, Edgardo Seguro; Producción, Matías Schmuth; y de Control, Fernando Peverengo; en representación del Concejo Municipal estuvieron: Leandro González; María Laura Spina; Laura Mondino, Valeria López Delzar, Paco Garibaldi y Mercedes Benedetti.