El Litoral
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Tiene 3 años y hace un año y siete meses que vive con ellos. El marco legal no lo habilita, pero la pareja argumenta que se formó un vínculo afectivo.
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Otra vez. Un niño de tres años, que viene de una situación familiar muy compleja, está en el medio de un conflicto entre una familia solidaria, que formó un fuerte vínculo con él al cuidarlo durante un año y siete meses, y la Subsecretaría de Niñez de la provincia que le solicitó a esta pareja que lo restituya para que viva junto a uno de sus hermanos —de 8 meses— que está al cuidado de otra familia solidaria.
El caso se viralizó en las redes sociales y hoy fue el eje de una marcha a la Subsecretaría de Niñez para reclamar que se habilite la posibilidad de que el periodista Sergio Gigliotti y su pareja Cristina Morla —que se inscribieron como familia solidaria— comiencen los trámites para adoptarlo.
Como en el caso de las mellizas Di Terlizzi - Istillarte, que terminó en julio de 2015 cuando la Justicia ratificó la guarda preadoptiva al matrimonio, se repiten argumentos y situaciones que vuelven a poner en foco la gestión de los menores que debe proteger y cuidar el Estado hasta que sean adoptados.
La pareja Gigliotti y Morla plantea que al prolongarse el período en el que cuidaron al niño —debió haber sido de 6 meses— se formaron fuertes lazos afectivos. A media mañana, la pareja debía entregar al niño en la Subsecretaría de Niñez —por eso se realizó la marcha—. Gigliotti y Morla se presentaron con el menor, acompañados por integrantes de la Asociación Niños Visibles y otras personas que apoyan su reclamo.
“No se dan cuenta de que con esta decisión se va en contra del nene y no de nosotros los adultos, porque hace ya dos años que el Estado mira para otro lado y lo abandonó”, sostuvo Morla, en rueda de prensa. Gigliotti también dijo que desde la Subsecretaría se demoraron en las notificaciones. “Que le explique la doctora Barrozo al nene porqué no podemos ser sus padres, si ellos fueron los que no cumplieron con el plazo de seis meses que establece la Justicia”, señaló.
También recordó que cuando se anotaron para ser familia solidaria, su intención no era adoptar a ningún chico. “Con mi pareja ya somos padres, sólo queríamos hacer una obra de amor y así contener a un chiquito para que no esté institucionalizado”, aseguró. Pero al prolongarse el vínculo ellos sintieron “que el chico los adoptó”.
En una entrevista con El Litoral, Andrea Travaini, titular de la Subsecretaría de Niñez de la provincia, reconoció que el plazo previsto para que una familia solidaria cuide a un niño es de seis meses pero aseguró que se puede prorrogar y en este caso insisten en que fue necesario porque era muy difícil encontrar a la madre biológica para notificarle que se había decidido declararlo en estado de adoptabilidad, entre otras postergaciones que tuvo el proceso.
“Lo que está previsto es que este niño se aloje con otra familia solidaria, que está cuidando a su hermano de 8 meses, para que pueda desarrollar lazos con él. Además, Familias Solidaria es un programa del Estado de Santa Fe de cuidado temporal y consecuentemente no implica un mecanismo para acceder a la guarda con fines adoptivos”, explicó la funcionaria.
En un comunicado, la Subsecretaría de Niñez también señala que “admitir otra forma de procedimiento, contrario a la normativa y ética que debe imperar en la construcción de proyectos de vida de niños, niñas y adolescentes vulnerados, sería habilitar instancias de vías irregulares e ilegitimas por parte de quienes al hilo de la verticalidad intentan ‘torcer’ la letra de la ley vigente en la materia”.
Desde la Subsecretaría de Niñez también informaron que la pareja Gigliotti - Morla inició acciones procesales, por fuera del sistema de Protección Integral Provincial de derechos, “y que se visualizan como tendientes a obtener la guarda con fines de adopción y una medida de no innovar su centro de vida (la del niño alojado), no siendo notificados ni enunciados por la familia solidaria en ningún momento”.