El Litoral
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El accidente ocurrió en barrio Siete Jefes. También sufrió golpes en la cabeza, espalda y se cortó el pie.
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La noche del 31 de diciembre, cerca de las 10, una ciclista sufrió un accidente con su bicicleta. Marcela Saltos, volvía de hacer unas compras y se dirigía hacia su casa, al pasar por un bache perdió el control. Ocurrió en calle Maipú al 900, entre Laprida y Vélez Sarsfield, cuando la joven, al atravesar un bache en el pavimento, perdió el control. La peor parte se la llevó el codo, que se le fracturó. También sufrió golpes en la cabeza, espalda y se cortó el pie.
En diálogo con El Litoral, Marcela Salto explicó lo sucedido: “Me fracturé el codo y me golpeé muy fuerte la cabeza contra el asfalto, la espalda y me corté el pie”.
Afortunadamente, al momento de la caída, unos vecinos estaban sentados en la vereda y vieron lo ocurrido. “Me curaron las heridas porque me sangraba le cabeza y el pie. Me preguntaron si podía regresar por mis propios medios a mi casa. Al darse cuenta de que yo no era capaz de moverme, ellos me llevaron hasta allí”, explicó la joven.
Hubo más casos
Según la versión de la ciclista, los vecinos dijeron que el bache tiene un importante antecedente de caídas en el barrio. Desde hace más de 6 años, los frentistas realizan reiterados reclamos para que lo arreglen. Otra demanda frecuente es la falta de iluminación en las calles perpendiculares a Vélez Sarsfield, tal como es el caso de Maipú, que dejan en penumbras una zona frecuentada por la inseguridad.
Luego del incidente, la mamá de Marcela la acompañó hasta la guardia del Sanatorio Mayo, donde le inmovilizaron el brazo y los médicos que la atendieron le sugirieron que regrese al día siguiente para que le realicen una radiografía. Los resultados dejaron a la vista una fractura en su codo derecho que la obligó a realizarse una operación.
“Al no tener obra social pagué la guardia en el sanatorio y me dijeron que tenía que operarme sí o sí. La operación del codo era carísima. Me dijeron que costaba alrededor de 25.000 pesos . Tuve que dirigirme al hospital Iturraspe, donde me intervinieron el viernes 5 y fui muy bien atendida”, puntualizó la damnificada.
Bicicletas y ciclistas
La relación de los ciclistas con la ciudad es compleja y a veces se ven obligados a prescindir de las dos ruedas ante el peligro que supone andar por las calles y las sucesivas dificultades con las que tienen que lidiar las personas durante su trayecto: baches, vehículos que impiden la libre circulación por la bicisenda por estar estacionados allí y conductores que no respetan las distancias mínimas en relación con el velocípedo.
“El problema de fondo es que nuestra ciudad está diseñada para los vehículos particulares, no para los ciclistas, no para los niños ni para todas las personas que no se movilizan en un vehículo particular. El desafío es pensar una ciudad diferente e inclusiva”, concluyó Mariana Salvador, de la ONG Santa Fe en Bici, en una entrevista con El Litoral que se realizó recientemente.