Por estas semanas se cumplen 40 años de una de las inundaciones más graves que sufrió la ciudad de Santa Fe durante el siglo XX. Se trata de la feroz crecida del río Paraná que alcanzó su pico máximo en el invierno de 1983.
El pico máximo llegó a los 7,35 el 5 de julio del ‘83. El agua tapó la costanera y llegó hasta el centro. Impactantes imágenes del momento.
Por estas semanas se cumplen 40 años de una de las inundaciones más graves que sufrió la ciudad de Santa Fe durante el siglo XX. Se trata de la feroz crecida del río Paraná que alcanzó su pico máximo en el invierno de 1983.
El Litoral siguió de cerca los acontecimientos derivados de la creciente, que tuvo severas consecuencias para la infraestructura de la costanera y del Puente Colgante al que dañó y “partió” al medio. Otro de los inconvenientes fue el corte de la Ruta Nacional 168.
El agua llegó hasta la zona de la terminal de ómnibus “Manuel Belgrano” y el macrocentro. Barrio El Pozo, el corredor de la Ruta 1 y el distrito costero de Alto Verde también sufrieron el embate de la crecida. Todo quedó guardado en el archivo fotográfico del diario.
El 8 de julio de 1983, El Litoral puso en su tapa una impactante foto aérea de la costanera santafesina inundada. Como se aprecia en la imagen, el agua sobrepasó el paredón y llegó hasta las puertas de las viviendas ubicadas sobre calle 7 Jefes.
“Panorama inédito en toda su historia presenta hoy la avenida 7 Jefes, tal como lo refleja la nota gráfica. Pueden observarse ambas manos de la calzada totalmente cubiertas por las aguas de la Setúbal”, se explicó en el epígrafe de la imagen.
“Queda como último punto de referencia el muro que corre a lo largo del sector de la vereda costera, otrora habitual y característico lugar de paseo de los santafesinos. Obviamente, muchas viviendas del sector oeste de la avenida ya padecen los estragos del avance del agua en su interior y otras se encuentran peligrosamente amenazadas”, cerró el comentario.
Con el correr de los días, la situación se expandía a otros sectores de la capital santafesina. Para fin de julio el río Paraná volvía superar los 7 metros. El pico de creciente se había producido el día 5, llegando a una altura récord: 7,35 mts.
En la edición del 28 de julio, el vespertino informó que en Villa María Selva y una parte del centro sufrían por el agua que afloraba de las bocas de tormenta.
“Numerosas calles cercanas a la avenida Galicia están anegadas y la masa líquida se sigue extendiendo. Los vecinos debieron recurrir a la preparación de defensas para evitar que el agua ingrese a las viviendas”, señaló El Litoral el mencionado día.
Y agregaba: “También la diferencia de nivel del río con la zona céntrica provocó el ingreso de agua por las bocas de tormenta. En la avenida Rivadavia y en las inmediaciones de la terminal de ómnibus se observan anegamientos pronunciados”.
El domingo 10 de julio, el diario ubicó en su portada una impactante foto acompañada del siguiente título: “Efectúose el corte de la ruta nacional 168”. La presión de la gran masa de agua obligó a las autoridades a abrir paso, con una serie de voladuras sobre el corredor vial.
“Complementando los efectos de los explosivos fue utilizada una poderosa retroexcavadora que empezó a retirar tierra y restos de la calzada”, señalaba el vespertino en la nota que acompañó el titular.
Para fines de ese julio negro, El Litoral anunciaba los trabajos que se realizarán para restablecer la usabilidad de la ruta que conecta con Paraná y la costa santafesina. Con un croquis, el vespertino detalló cómo serían las tareas encaradas por Vialidad Nacional.
“Más detalles sobre los puentes de la ruta 168”, tituló el diario. “Los trabajos se ejecutarán perforando la ruta existente en el caso de los pilotes y por sobre la misma se construirá el tablero; el cauce se constituirá excavando la mencionada ruta una vez terminados los puentes”, aseguró el artículo de hace 40 años.
Cayó el puente
Casi dos meses después, la ciudadanía santafesina vio atónita cómo cayó una importante parte del Puente Colgante. La presión del agua hizo que la antena Este cediera y con ella toda la estructura de cables.
Eran las 16.45 horas del 28 de septiembre de 1983, un día gris, lluvioso y triste para Santa Fe. Tras el estruendo que resonó en gran parte de la zona de barrio Siete Jefes y Candioti,
Tras 20 años incompleto, las autoridades definieron su reconstrucción y el remozado símbolo de la ciudad de Santa Fe fue reinagurado el 7 de septiembre de 2002.
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