Gastón Neffen
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En un escenario climático que sigue muy inestable, el nivel del río Salado en el área metropolitana de Santa Fe continúa creciendo porque está bajando por el Cululú y otros arroyos el agua que dejó el diluvio del miércoles en los departamentos Castellanos y Las Colonias, a lo que hay que sumar la tormenta que ayer volcó unos 50 milímetros más, en promedio, a una cuenca que ahora tiene una muy baja capacidad de amortiguar excesos pluviales.
En la estación cercana a Recreo, el Salado midió 5,80 metros esta mañana, según los registros del Ministerio de Aguas de la provincia. Son casi 20 centímetros más que ayer (5,63 metros). “El caudal corría a unos 900 metros cúbicos por segundo, pero es por el aporte local del Cululú y del agua que viene bajando desde Las Colonias. En San Justo, en cambio, más al norte, el caudal es de 300 metros por segundo”, explicó Ricardo Giacosa, subsecretario de Planificación y Gestión del Ministerio de Aguas, en diálogo con El Litoral.
La proyección para las próximas horas es que el río continúe creciendo, al menos hasta que terminen de escurrir los más de 300 milímetros que recibió la cuenca —con picos de más de 400 milímetros—, y también habrá que evaluar el impacto que tengan las probables precipitaciones de mañana.
En Santa Fe, el punto más vulnerable frente a esta crecida es La Vieja Tablada, en donde se radicaron unas 40 familias fuera del anillo de defensa. Hay algunas personas que ya se autoevacuaron en las ruinas del ex frigorífico municipal. El municipio tiene preparado un refugio en el barrio La Tablada y se monitorea la situación para evaluar si es necesario evacuar a las familias.
El cinturón verde
Las quintas de verduras del Gran Santa Fe siguen encharcadas y el balance que dejan las primeras recorridas es que habrá que enfrentar importantes pérdidas. “El agua pudre las raíces de las verduras de hoja y deteriora la calidad. Lo que está sembrado es sobre todo lechuga, remolacha, acelga y brócoli”, contó Guillermo Beckmann, presidente de la Sociedad de Quinteros, en una entrevista con El Litoral.
Los quinteros convocaron a una reunión para mañana, en la que van a plantear la compleja situación hídrica de toda esta zona, que incluye el norte de Santa Fe y parte de Recreo y Monte Vera. Al encuentro están invitados funcionarios de las tres jurisdicciones y de la provincia.
“Necesitamos que se mantenga el canal Las Mandarinas, que se haga un desagüe en el callejón Funes y que las estaciones de bombeo comiencen a funcionar más rápido al norte de General Paz, para que no se acumule tanta agua cuando llueve”, resumió Beckmann.
Los quinteros van a formar un comité con varias vecinales del norte de la ciudad para monitorear en forma permanente la situación de la infraestructura hídrica y reclamar las obras que faltan para que el agua drene más rápido.