Por los reiterados robos en el último tiempo, la vecinal de Colastiné Sur presentó un pedido al Ministerio de Seguridad de Santa Fe para que refuerce las condiciones de seguridad en el barrio e instale un destacamento policial.
Los vecinos alertan que la mayoría de los delitos se cometen desde el río. Se robaron motores de lanchas y artículos de pesca.
Por los reiterados robos en el último tiempo, la vecinal de Colastiné Sur presentó un pedido al Ministerio de Seguridad de Santa Fe para que refuerce las condiciones de seguridad en el barrio e instale un destacamento policial.
“Para esta gestión es la primera nota que mandamos al Ministerio, pero en la gestión anterior enviamos cuatro notas y nunca tuvimos respuesta”, señaló Marcela Fernández, presidenta de la vecinal de Colastiné Sur, en diálogo con El Litoral, y agregó: “Lo que pedimos es un destacamento policial, nosotros ofrecimos la sede de la vecinal”.
Lo que advierten los vecinos es que Colastiné Sur quedó alejado de las instituciones policiales. “Estamos en un mismo barrio donde dependemos de dos comisarías una que tiene un penal que está a 5 kilómetros y la Comisaría 28° (ubicada en Colastiné Norte) que está a unos 8/9 km. Entonces es difícil saber si te roban de este lado a quién llamar. Siempre lo repetimos, el 911 nos da la ciudad de Paraná”, advirtió la vecinalista.
“La Policía satura muchos barrios peligrosos y dejan desamparados a los barrios vulnerables y tranquilos como el nuestro. Nosotros no queremos pelearnos con nadie, pero sí seguridad. Esperamos que el Ministerio de Seguridad nos conteste la nota que le mandamos”, exigió Fernández.
Desde hace un tiempo que la tranquilidad del barrio costero se perdió. En las últimas semanas, una serie de hechos delictivos pusieron en alerta a los vecinos. “Hace dos semanas, donde está la arenera y hay mucha maleza, habían juntado elementos que habían robado, hasta una pileta pelopincho, electrodomésticos y una bicicleta que estaban vendiendo por Facebook en La Guardia”, denunció la vecinalista.
Además de robar en las casas, algunas de fin de semana y otras de vivienda permanente, los delincuentes comenzaron a adoptar la modalidad del robo desde el río Colastiné. En la mayoría de los casos llegan en horario nocturno y se llevan lo que encuentran en la costa.
Las principales víctimas de estos robos son los pescadores que dejan amarradas sus lanchas y canoas en la orilla. “Amanecimos con la noticia del robo de tres motores que se llevaron en lanchas. A mí me sacaron los bulones del motor pero no pudieron llevárselo porque tiene la linga con candado”, comentó uno de los pescadores que depende de su embarcación como herramienta fundamental para su trabajo y sostuvo: “Es lamentable y preocupante la situación que estamos viviendo, los robos en Colastiné son cada día más, algo que nunca había pasado. Ya no podemos dejar nada en la costa”.
Afortunadamente, tras la búsqueda que hizo la Policía junto a los vecinos, varios de los elementos sustraídos fueron encontrados en una zona de densa vegetación cercana al río donde los delincuentes habían reunido el botín.