Lunes 13.5.2024
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Troyes es una ciudad francesa que está ubicada en una zona de llanura a orillas del río Sena, a poco más de 100 kilómetros de París. Allí, el 13 de mayo de 1883, hace justo 141 años, nació una artista que tal vez para la mayoría de los lectores sea desconocida por su nombre, pero que a la vez es sumamente conocida por su obra, especialmente en Argentina donde vivió durante cuarenta años, hasta su fallecimiento. La depositaria de tal paradoja es Léonie Matthis.
ArchivoEn la primera década del siglo XX, siendo muy joven, Léonie recorrió España, con particular atención en la región de Andalucía. En Granada conoció al pintor Francisco Villar, gran retratista español. Con quien se casaría y junto a quien se radicaría en la ciudad de Buenos Aires. De hecho, Villar es el autor de uno de los retratos de Matthis que, junto a un vasto patrimonio fotográfico que incluso la muestra en acción, permite saber cómo eran sus rasgos.
Museo del CabildoA partir de 1920 la pintora, que se había formado en la Academia de Bellas Artes de París antes de viajar a esta zona del sur del planeta, comenzó a desarrollar la serie de pinturas históricas, muchas de ellas ubicadas en el período colonial por la que hoy se la recuerda. “Historia de la Patria a través de la Plaza de Mayo” es la más reconocida.
ZurbaránCabe una aclaración: aunque Matthis estaba muy documentada no apelaba al rigor en sus trabajos, sino que pretendía exponer “un pasado de ensueño en donde figuras anónimas se pasearan cálidamente por sus escenas”, como señala el portal Historias entre Lienzos.
Colección de Arte de Amalia Lacroze de FortabatSu origen europeo no le impidió cobrar una enorme admiración por la América del Sur que la cobijó. Así, viajó por diversos puntos del cono sur y pintó decenas de cuadros inspirados por el norte argentino, Bolivia y Perú. En general, paisajes urbanos, escenas de la vida cotidiana. Producto del contexto que le tocó, su nombre quedó invisibilizado en parte durante mucho tiempo. Cómo señaló Paloma Sol Martínez, “muchos conocemos los cuadros de la pintora, pero pocos sabemos que es ella la que está detrás, porque, en su momento, las mujeres no eran bien apreciadas en el mundo del arte. Hoy, gracias al trabajo de archivistas y diversos museos, la propiedad de los trabajos de Léonie es reconocida como tal”.
Castagnino/Macro“Nadie la conoce, pero todos la conocemos. Muchas generaciones de argentinos crecieron aprendiendo con las ilustraciones de los libros de textos escolares, que son sus cuadros”, señaló Ignacio Gutiérrez Zaldívar a Infobae Cultura, en una nota firmada por Juan Batalla en 2018. El especialista se refiere a que varias generaciones de argentinos, en la etapa previa a la digitalización que comenzó hace algo más de dos décadas, se sumergieron en la historia argentina a través del repaso de libros y revistas que tenían en sus páginas reproducciones de las obras de Matthis.
Archivo El LitoralGutiérrez Zaldívar recuerda también en un texto que está disponible en la página web de Zurbarán, que cuando Matthis falleció, el 31 de julio de 1952, “no había flores en su entierro”. En buena medida, su partida quedó desapercibida porque pocos días antes había fallecido otra mujer, causando conmoción en todo el país: Eva Duarte de Perón.
Colección de Arte de Amalia Lacroze de FortabatRespecto a la técnica utilizada por Matthis, un texto del Museo Nacional del Cabildo de Buenos Aires y la Revolución de Mayo, donde se conserva parte de su obra, recuerda que “pintaba con acuarela usando una técnica similar al óleo llamada gouache. Consistía en realizar capas, pinceladas con acuarela opaca, y plasmar los colores claros y luces con blanco. Al secarse, los colores ofrecen una tonalidad clara de aspecto opalino. En su paleta priman los colores cálidos, claros y luminosos. Sus trazos logran dotar al paisaje de movimiento y vida”.
Archivo“Aunque empleaba una técnica rápida, para cada obra realizaba una labor previa de investigación y documentación, para ‘construir la percepción’, mediante testimonios y restos materiales. Su soporte eran iconografías recopiladas por Alejo González Garaño y Guillermo Moores. Puntualmente, en su obra ‘25 de mayo de 1810’, se pueden detectar las influencias de las litografías de Carlos Enrique Pellegrini, en el detalle de la reconstrucción edilicia de la arquitectura pública, en la recreación de los usos y costumbres y en la paleta clara de colores. Su estilo buscaba deliberadamente la apariencia verosímil de la obra como si fuera realizada contemporáneamente a los hechos representados”, agrega.
Arte de la ArgentinaDentro de la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat figura una obra de autoría de Leónie Matthis que la conecta con la provincia de Santa Fe, más concretamente con la zona de la costa. Se trata de “San Javier, pueblo de Mocovíes, Santa Fe”, del año 1940. “La escena narrada en esta obra transcurre en la actual ciudad ribereña de San Javier, en la provincia de Santa Fe. San Javier fue la primera comunidad de aborígenes creada por una misión jesuítica en nuestras tierras, en 1743. Dirigir la atención del espectador hacia el hecho de cómo lucía un pueblo durante el período virreinal era una de las maniobras predilectas de Léonie Matthis”, señala un texto de dicha colección, que refiere a la obra.
Colección de Arte Amalia Lacroze de FortabatPero hay otro dato que conecta a la pintora con Santa Fe, que señala Florencia Baliña en un texto que integra el catálogo de la muestra “Leonie Matthis, nómade”, organizada por el Museo del Cabildo en 2022. Tiene que ver con la conferencia que brindó la pintora el 10 de octubre de 1933, en la Facultad de Química, en la que se refirió a sus evocaciones pictóricas del pasado argentino.
Archivo El Litoral / Hemeroteca Digital Castañeda“Haciendo alusión a sí misma mediante la figura genérica de ‘el artista’, precisó su método de trabajo para encarar la representación de tiempos pretéritos. Los extensos procesos de investigación -que contemplaban indagaciones en bibliotecas, archivos y museos, además de relevamientos de fuentes heterogéneas, como crónicas, informes, periódicos y mapas- aparecían en su relato como disparadores de un acto de desplazamiento, a través del cual la artista era capaz de salir del presente. Sus derivas y recorridos incansables por el territorio nacional acompañaban esos viajes de la imaginación”, detalló Baliña.
Archivo El Litoral“Léonie fue una pintora tan erudita como intuitiva y gestual, que encontró su propio lenguaje mediante un personalísimo manejo del color. Por eso, la pedagogía de la historia y los paisajes que tematizan sus viajes incansables sucumben ante la soberanía de la pintura y el gesto de autodeterminación: Léonie Matthis es, ante todo, una artista moderna”, escribió Jimena Ferreiro en el catálogo de la mencionada muestra. En conclusión, como indicó El Litoral el domingo 8 de octubre de 1933, anunciando la presencia de Matthis en Santa Fe, es “la pintora del pasado argentino”.