Viernes 10.1.2025
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Murió hace 90 años, el 10 de enero de 1935, y creó una serie de obras bellísimas de alto contenido social, en particular centradas en la figura femenina. Se trata de Virginie Demont-Breton, a quien algunos especialistas denominaron “pintora de la maternidad”, por su habilidad para mostrar mujeres en ese rol. Un ejemplo es “¡Al agua!”, de 1898, que se conserva en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes y muestra a una mujer joven que trata de llevar dos pequeños niños al mar para que se den un baño.
Colección privadaAunque parece un lugar común, Virginia en verdad se crió en un entorno favorable para su inclinación por la pintura: nacida el 26 de julio de 1859, fue hija de Jules Breton y sobrina de Émile Breton, ambos pintores reconocidos. De hecho, su padre está considerado entre los grandes academicistas. De modo que fue casi una consecuencia natural su precoz dedicación a las artes: con solo 20 años, exhibió en París.
Colección privadaSu talento era innato: ganó una medalla de oro en la Exposición Universal de Ámsterdam en 1883, cuando apenas tenía 24 años. Fue con “La playa”, un cuadro que fue adquirido por el estado y representa a una mujer apostada en una duna con tres niños (un bebé, que está en sus brazos y otros dos más grandes que juegan a un costado) y una niña pequeña, a poca distancia del mar. A partir de entonces, sus obras fueron solicitadas en distintos países de Europa y en Estados Unidos.
ArchivoSe casó con el pintor Adrien Demont en 1880 y diez años después se mudó con él a Wissant, un pequeño pueblo ubicado en la Costa de Ópalo, entre el cabo Blanc-Nez y Gris-Nez. Allí, la pareja había mandado construir una villa de estilo neoegipcio que hoy es monumento histórico. Ese cambio de aires, también le cambió la vida y el estilo de su arte: dejó de lado los temas que había tocado hasta entonces, históricos y míticos, y practicó la pintura de género, con escenas de la vida diaria de los pescadores, sus familias y los niños.
Colección privadaMaría Gonzaga en El poder de la palabra escribió, respecto a su obra, que “en sus comienzos su obra versaría sobre temas mitológicos y heroicos, para evolucionar hacia temas sociales y sobre todo referidos a la maternidad. No en vano se la conoce como la pintora de la maternidad”.
Museo de OrsayDiana Larrea, sostiene que fue una artista muy respetada en su tiempo que pudo trabajar profesionalmente con reconocimiento. “Abordó en su pintura escenas cotidianas de estilo naturalista. La mayor parte de estas escenas se desarrollan en entornos marítimos de las playas y estuarios de las costas del canal de la Mancha”.
Sotheby'sRespecto a su compromiso sobre el rol de la mujer en el mundo de las artes, la mencionada María Gonzaga afirmó sobre Virginie Demont-Breton que “su reconocida valía le hizo merecedora de presidir La Unión de Mujeres Pintoras y Escultoras, luchando hasta conseguir que las féminas pudieran optar a obtener el Premio de Roma”.
Colección privadaDiana Larrea coincide en ese punto: “prestó especial atención en sus cuadros a la representación de figuras femeninas atareadas en la crianza de sus hijos, revalorizando este trabajo desde una identificación emocional. Este interés artístico por visibilizar la labor de las mujeres que plasmó en sus obras, fue un reflejo del compromiso social feminista que demostró a lo largo de su carrera”.
Colección privadaActualmente, muchas de sus obras se encuentran en colecciones privadas, algunas de ellas pueden verse en museos de Amiens, Arras, Boulogne-sur-Mer, Calais, Douai, Lille, París, Amsterdam, Amberes y Gante.