El piloto Jenson Button (Brawn GP), quien fuera considerado a sus 20 años como la gran esperanza de la Fórmula 1, ganó este domingo el título del Campeonato Mundial de pilotos, tras disputarse en Sao Paulo el Gran Premio de Brasil, penúltima prueba de la temporada.
Con 29 años de edad, el británico, gracias a su quinto puesto en el circuito de Interlagos, alcanzó su objetivo, según él “desde que tenía 8 años”.
La felicidad es enorme para la antigua estrella caída, convertido en un ícono del deporte mecánico de su país cuando apenas era un simple piloto de la Fórmula 3 británica.
Button siempre ha dominando a sus rivales desde sus principios en kart. Sus primeros pasos en la F1, a los 20 años, en Williams, fueron prometedores. Terminó octavo en el campeonato del 2000.
Luego se fue a Benetton, que se convertiría en Renault, por dos temporadas más. Luego se reactiva firmando en BAR-Honda en 2003, donde domina a su compañero, el canadiense y ex campeón mundial Jacques Villeneuve.
Button terminó tercero de la temporada 2004 después de alcanzar diez podios. “Eramos los mejores después de Ferrari. (...) Yo no tenía nada que perder. Podía ir a profundidad ya que no tenía la posibilidad de ganar el Campeonato”, recordó.
Pero su gloria fue transitoria. A partir de 2005, su BAR-Honda disminuyó. En 2006, Jenson Button alcanzó, a pesar de todo, su primera victoria en Hungría. Un resultado tristemente aislado.
Pero antes de dejar a BAR-Honda, un buque en peligro, el británico eligió permanecer en el equipo, que Honda readquirió en 2007.
Su pesadilla fue total en ese diciembre, cuando Honda anunció su retirada de la F1. Pero aún allí, Button se mantuvo fiel a su escudería a pesar de que Renault le ofreció un lugar.
Advertido, el piloto sabía que Honda sacrificaría la temporada 2008 para desarrollar el monoplaza del 2009. Su Brawn GP, del nombre del antiguo director técnico de Honda F1, Ross Brawn, quien compró la escudería, no lo decepcionaría.
Jenson Button ganó seis de las siete primeras carreras de la temporada 2009. Su monoplaza, equipado de un elemento aerodinámico ventajoso, el doble difusor, era superior a todo el lote.
“Jenson no es un mal piloto porque peleaba por los últimos sitios el año pasado. Siempre fue competitivo. Este año, finalmente tiene un buen coche”, aseguró el bicampeón mundial, el español Fernando Alonso (Renault), en Barcelona.
El británico gozó además de una ventaja frente a sus rivales. Cuando la competencia volvió a nivel técnico, “JB” puede felicitarse por tener tres adversarios en lugar de uno solo: su compañero de equipo Rubens Barrichello y ambos pilotos de Red Bull, Sebastian Vettel y Mark Webber.
Los tres rivales se peleaban entre ellos, pero ninguno llegó a desprenderse y a inquietarlo. Button, durante este tiempo, dio pruebas de sus capacidades de gestión, brillando por su constancia más que por sus proezas.
“Cuando se lleva cómodamente el campeonato no hay que hacer nada estúpido (...). No es necesario hacer nada extremo”, resumía el jueves previo al fin de semana paulista, donde encontraría su anhelado título.
Fuente: AFP