El festejo parecía no terminar nunca. Nadie se movió del Monumental, los jugadores saltaban en el campo de juego y la gente hacía lo mismo en las tribunas.
Fuegos artificiales y un festejo que se trasladó a las tribunas. Argentina sigue de “cumpleaños” con un segundo tiempo brillante y una victoria contundente en fútbol y goles.
El festejo parecía no terminar nunca. Nadie se movió del Monumental, los jugadores saltaban en el campo de juego y la gente hacía lo mismo en las tribunas.
🤩 ¡La Selección 🇦🇷 bicampeona de América da la vuelta olímpica!
— doble amarilla ⭐️⭐️⭐️ (@okdobleamarilla) September 6, 2024
✔️"Dibu” Martínez, Lautaro Martínez, Rodrigo De Paul y Leandro Paredes son los encargados de comandar los festejos
📹@matiasquaranta enviado de @okdobleamarilla pic.twitter.com/Eckcwa4NlI
Se apagaron las luces y el cielo se iluminó de colores con los fuegos artificiales que dieron paso a esa vuelta olímpica que tuvo más brillo aún después de la demostración de fútbol que dio la selección en el segundo tiempo.
Cantaban los jugadores en la cancha, cantaba la gente en las tribunas y faltaba que llegara la Copa América para que se iniciara la vuelta olímpica.
El Dibu advirtió a un niño que le pedía su camiseta y no dudó en ir hacia él y regalársela. El resto siguió caminando con la copa en sus manos hasta que se llegó al sector del arco que da al Río de La Plata y se cumplió con el ritual: la copa fue colocada en el césped, dentro del arco y muy cerca de la raya del final de cancha y hacia ella corrieron los jugadores y auxiliares para tirarse en palomita sobre el césped mojado por el rocío y también bañado de ese fútbol de excepción que brindó el equipo en el segundo tiempo.
“Nadie nos regaló nada y haremos lo imposible para que nada ni nadie nos quite lo que tanto nos costó conseguir”, fue la frase del Cuti Romero.
Fiel reflejo de ese sentimiento clarito que tiene este plantel y que se manifiesta en la cancha: Argentina juega con la ambición y el hambre de gloria de aquél equipo que todavía no ganó nada, cuando, en realidad, ganó todo.