Martes 28.12.2021
/Última actualización 13:44
Lo recordarán por siempre y se comentará este triunfo cada vez que se rememore una victoria contundente en la competencia más prestigiosa del turf argentino. Village King, el caballo del Stud Haras El Ángel de Venecia, propiedad del santafesino Carlos Felice, hizo una demostración única en la pista de San Isidro, donde se llevó la victoria en el mítico Carlos Pellegrini por 9 cuerpos de diferencia, lo que lo consagró definitivamente y lo elevó a la categoría de leyenda para todos los tiempos.
En la carrera, Sandino Ruler, que había corrido el Gran Premio Latinoamericano en Maroñas, Montevideo, junto a Village King y Miriñaque, salió en punta y aguantó hasta los 400 metros finales. Fue seguido por Encarrilado y por Village King, que corrió como le dijo su entrenador Carlos Daniel Etchechoury al jockey Martín Valle. "Dejalo que corra como él quiera. No lo apures ni nada por el estilo". Esas fueron las palabras del entrenador al jinete. Y así fue.
Vino siempre tercero hasta los 350 metros finales. En esa distancia lo fue a buscar a Sandino Ruler y lo pasó como parado para irse al disco con un corazón enorme. Es un veterano de 7 años que corrió contra caballos de 3, 4 y 5 años. Dio ventajas pero su corazón es a prueba de balas.
Faltando 300 metros para el disco Village King había partido la carrera en dos. Una parte a su favor y la otra para los que venían atrás. Miriñaque, que hizo lo que pudo ante este Village King, terminó entrando segundo a 9 cuerpos de diferencia.
Bastante antes de cruzar el disco Martín Valle se paró arriba de Village King y festejó con su brazo derecho. La victoria había sido más clara de lo pensado. La alegría era justa para un caballo que cosechó su novena victoria sobre un total de 13 carreras. Ganó a lo crack, tenía una molestia en la pata izquierda y así y todo les dio una paliza enorme a sus rivales.
Dichoso por este triunfo, pero a la vez comprometido por la realidad actual, Carlos Felice repite una palabra que resume su recorrido de vida por los studs y las pistas: "tradición". Y de sus raíces no se olvida, sino que las recupera para que se entienda cómo y por qué llega este presente con sus sedas en lo alto del Carlos Pellegrini en San Isidro.
"La caballeriza es de Santa Fe, porque mi vínculo con el turf empezó de muy chico con mi viejo, al que le hubiese gustado ver todo esto que construimos hoy. La relación empezó en un stud, en Las Flores, en otra época, cuando se disfrutaba del hipódromo y se podía ir a cualquier hora porque no existían los problemas de inseguridad que lamentablemente hoy son tan recurrentes. En esa niñez descubrí el mundo del turf que era mágico para mí, con gente muy querible. Ese sábado justamente me encontré con gente que vivió mi etapa de crecimiento personal, como la familia Grimaldi de La Francia, que tiene el establecimiento Don Florentino, que me recordaba que uno forma parte de algo, que viene de antes... y que no es una casualidad que una caballeriza santafesina gane el Pellegrini, la carrera más importante de Sudamérica. Es una consecuencia de varios factores y es una tradición, porque Santa Fe ha sido una plaza muy fuerte en la hípica, aunque lamentablemente no tiene una visibilidad como para que el Estado la acompañe, como sí pasa en otros lugares, como Tucumán, Mendoza o incluso Rosario. El Hipódromo de Las Flores no tiene ningún apoyo estatal y es una actividad muy importante como industria porque genera mano de obra no calificada, inclusión social, es decir que mueve mucha gente al trabajo", apreció en lo que constituye sin dudas una de las grandes preocupaciones de su vida.
Gentileza. Carlos Felice, propietario del Stud Haras El Ángel de Venecia, y el orgullo santafesino por el gran triunfo de Village King.Carlos Felice, propietario del Stud Haras El Ángel de Venecia, y el orgullo santafesino por el gran triunfo de Village King.Foto: Gentileza.
Ya centrado en la memorable victoria de Village King, Felice rememoró: "Este es un caballo excepcional que me acompaña a mí en un momento personal de adversidades y que ha competido siempre en el máximo nivel, en Grupo 1. Comenzó ganando el GP Jockey Club en 2017, luego fue a competir a Estados Unidos y ganó el Red Smith, que es un G2 con caballos muy calificados, tras lo cual regresó a la Argentina, en una segunda etapa donde finaliza una campaña excepcional, con un 2021 brillante. Es un caballo que siempre corre en el fuego, pero que sabe hacer su carrera, porque no tiene atropellada, sino que pasa a dominar y aguanta adelante. Este año había hecho cuatro carreras magníficas, había ganado el clásico Martínez de Hoz en febrero, en un final de los más lindos que hubo contra Tetaze, después se impuso en el Clásico Porteño y tuvo otro final espectacular en otro G1, el 25 de Mayo. Después de eso fue nominado por el Hipódromo de San Isidro para representar a la Argentina en Uruguay, en pista de arena, en el Gran Premio Latinoamericano, donde entró cuarto después de sufrir algunas adversidades, como que no pueda ir el montador por cuestiones sanitarias o que haya fallecido unos días ante el padre del jinete habitual y tengamos que buscar otro. El caballo igualmente, en una final de esa categoría, con lo mejor de Latinoamérica, terminó cuarto, lo cual para mí fue una gran carrera. Además, en Estados Unidos había tenido una cirugía innovadora en la rodilla, lo que derivó en una recuperación importante, que aprovechó justamente en el año del parate por la pandemia. En 2021 tuvo esta temporada magnífica pero en Uruguay reapareció esa lesión y el entrenador -Carlos Daniel Etchechoury, que lleva 35 años en esto y ganó todo- dudó sobre su participación, pero yo hablé con los veterinarios, hicimos los estudios y concluimos que en la carrera iba a aguantar esa lesión, que no iba a influir. Esas son cosas que no se saben pero que también hacen a los méritos de un gran campeón".
"Este fue su último baile, su última función para la gente de lo que fue toda su campaña, porque ha ganado carreras contra los mejores caballos. Venció con una distancia inédita para un Carlos Pellegrini, porque fueron 9 cuerpos, y hay que remontarse a la década del 70 y cuando la carrera era de 3.000 metros para encontrar algo similar. Además, fue impresionante cuando lo escoltaron los granaderos en el final; ver eso impacta. Y el cariño del público, porque es un caballo muy querido. Con este triunfo gana el pase todo pago para la Breeders' Cup en Norteamérica en noviembre, que es un espectáculo maravilloso. Pero creo que hay que cuidar al animal, porque los caballos siempre tienen un pico de rendimiento y este tipo de animales entregan todo, por lo que hay que preservarlos. Y esta es la imagen que tiene que quedar en la retina de la gente, este triunfo impresionante", sentenció con emoción Carlos Felice, al rememorar una vez más que su caballo hizo historia, desde Santa Fe para toda Sudamérica.