El crecimiento del 16% al 23% del PBI en presión fiscal, y gasto público del 15% al 22% en 30 años, produjo un estancamiento económico que lleva más de 10 años. El economista Juan Mario Jorrat advierte que una suba de tasas y el cambio contable con el FMI, no alcanza.
Según datos mensuales desde 1993 de ejecución presupuestaria hasta junio de este año, en promedio para todo el período, el peso de la recaudación -sólo nacional- sobre el PBI está en poco más del 18% anual. Pero "hay un cambio drástico al final de la gran recesión 98-02 que tuvo la Argentina, en donde pasamos de una tendencia de largo plazo del 16% a otra de largo plazo de alrededor de 22 a 23 % en la presión impositiva".
Juan Mario Jorrat Especialista en ciclos económicos, padre de indicadores que diseñó en los '70 para predecir ciclos expansivos y recesivos en la economía nacional, premio Konex en 2016, explicó que "con el gobierno del presidente Macri algo se intentó corregir, pero no fue lo suficientemente rápido". El economista habló con El Litoral mientras se esperan las medidas que anunciaría Sergio Massa el miércoles próximo.
Jorrat junto al equipo del Centro de Estudios y Servicios de la BCSF que dirige Lucrecia D'Jorge. El economista tucumano proveyó el formato con el que se elabora el Indico Compuesto de la Actividad Económica de Santa Fe. Guillermo Di Salvatore
"Se ha visto un enorme incremento en la presión impositiva y estamos hablando solamente del sector público nacional no financiero. No están ni las provincias ni las municipalidades, y al problema de la excesiva presión impositiva se suma otro.
"Si analizamos el gasto primario -sin contar deuda, por pago de intereses o capital, tanto nacional como extranjera- crece desde un 15 % a un 22% en el mismo período 93-22 como porcentaje del PBI. Es un enorme salto en la ejecución presupuestaria
"Eso -dijo- ha generado un problema con el resultado primario, que es la diferencia entre ingresos y gastos, sin considerar pagos de deuda. Hasta el 2012 estuvo sobre una media 0,2% del PBI. Pero a partir del 2011 la Argentina dejó de crecer y se entrampó en fluctuaciones cortas de stop & go, parada y arranque, sin crecimiento genuino en producción y empleo privado.
Detalló que "el déficit primario está en 3% del PBI y el déficit financiero está en 5% del PBI. Es una enorme cantidad, porque no tenemos con qué financiarlo. El arreglo con el FMI posterga la deuda pero no hay plata fresca, es un cambio contable; el crédito interno, que es la otra fuente de financiamiento que tiene el Estado, con toda esta crisis política ha estado con serios problemas.
"Cada vez -explicitó- para no emitir, hay que endeudarse en pesos: el Tesoro en bonos o el BCRA con Leliqs. El compromiso con el FMI exige tener tasas positivas. Está subiendo la tasa y al hacerlo aumenta el problema que va a generar esa renovación de la deuda", aclaró sobre la consulta de las últimas medidas de Miguel Pesce.
"Los ingresos no pueden subirse porque la presión impositiva es récord y afecta a las exportaciones. Hay que empezar a trabajar con el gasto, pero si los subsidios as la energía eléctrica no se tocan y todo el sistema de planes sociales no se alteran, los que pagan el pato de la boda son los jubilados y todo el empleo público que está con salarios reales muy bajos", dijo Jorrat al ser consultado sobre lo que hay que
Señaló que "en estas situaciones donde el gobierno no sabe por cuál mal optar y no toma decisiones, a medida que pase el tiempo el costo social del ajuste es mayor. No solamente el sector público nacional debe bajar el gasto. Las provincias se han reunido y han presionado al PEN porque tampoco quieren reducir los gastos. Y no pueden seguir aumentando impuestos provinciales".
Respecto de la asistencia del BID o del Banco Mundial, explicó que "si lo que ingresa se sustituye a la emisión monetaria, es pan para hoy y hambre para mañana porque en algún momento vamos a tener que empezar a pagar eso o se va a detener la financiación internacional, porque esa financiación va a pagar el déficit.
"La Argentina -advirtió- está en una situación en la que no podemos aguantar un Estado tan grande, ineficiente en sus programas sociales y creo yo que de nuevo tenemos que empezar por una opción básica: qué tipo de economía queremos tener: una liberal competitiva que nos abra al mundo, o una en donde el Estado maneje prácticamente todo".
El especialista reconoció que "el tejido social está dañado y es difícil escapar a estos problemas". Pero sobre la salida populista de imprimir para repartir, expuso que "tenemos una renovación permanente de la deuda interna que es cada vez más grande".
Recuperación y ciclos
Tras la recesión iniciada en 2017 y agudizada por el Covid, se inició un "rebote" de la economía argentina según el Índice Compuesto de la Actividad Económica que elabora Jorrat. "Hasta mayo de 2021, la economía lleva ya 24 meses de expansión, el Producto Interno Bruto en pesos constantes creció 2.6%, el PBI por habitante lo hizo en 0.7% . Pero estos crecimientos son inferiores a los crecimientos promedios observados en las 11 expansiones anteriores determinadas desde enero de 1970, más de 50 años de observaciones y estudio".
Sobre la evolución pos pandemia, expuso que "fue suficiente que se flexibilizara las medidas de aislamiento para que la economía rebotara. El valle o punto de mínima actividad aconteció en mayo de 2020. Desde entonces la economía argentina entró en una fase de recuperación o expansión que, aunque con diferentes velocidades, continúa hasta ahora".
Explicó el economista tucumano que "Argentina tiene ciclos económicos mucho más cortos (50 meses) que EE.UU. (78 meses) y el Área Euro (108 meses) porque nuestras expansiones son mucho más cortas mientras que las recesiones son más largas. Además, Argentina cae en las recesiones a la misma velocidad anual que se recupera en las expansiones (6% y -6%), es decir que crece porque las expansiones duran un 50% más que las recesiones".
Exportaciones
"El impacto en las exportaciones en dólares de la mejora en los precios de los productos que nosotros vendemos al exterior, es importante: tiene una elasticidad alta. Pero en realidad lo que llama poderosamente la atención es que una baja de un 10% en las retenciones multiplicaría por cuatro la cantidad de nuestras exportaciones.
"Hemos distorsionado tanto el comercio con las retenciones, que tendríamos mayor impacto con una reducción de las retenciones de lo que puede venir vía incremento en los precios de las materias primas (commodities prices: complejo sojero, trigo, maíz)", sostuvo Jorrat
Riesgo de híper
"Podríamos terminar en una hiperinflación; puede haber empezado este mes una nueva recesión que la impediría, aunque es posible", dijo Jorrat, poniendo como condicionantes la suba de tasas dispuesta por el BCRA y la eventual baja del gasto con los cambios en Economía. De todas maneras aclaró que eso no alcanza sin "reforma profunda fiscal, liberalizar el mercado y reforma del mercado laboral
"Tenemos que optar si queremos ser una economía capitalista o estatista. El sector privado cada vez es más chico, exprimido por el estado cada vez más ineficiente. Es un círculo vicioso que nos conduce a un infierno".