Miércoles 25.3.2020
/Última actualización 18:06
La economía santafesina continúa profundizando la recesión que atraviesa desde comienzos de 2018. En este sentido, comparando el nivel de actividad registrado en cada enero, 2020 presenta el valor más bajo de los últimos diez años, señala el informe del Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
El ICASFe se ubicó en 155,7 puntos, presentando una variación mensual de -0,3% respecto al mes de diciembre de 2019.
La tasa interanual de la actividad económica provincial fue de -1,7%.
En enero de 2020 se registró una tasa mensual del -0,3% en la actividad económica provincial. La recesión actual acumula una caída del 8,6% y una duración de 25 meses; ambos guarismos ya superan a los de la recesión 2008/2009, se informa.
Infografía El LitoralFoto: Infografía El Litoral
De las catorce series que componen el ICASFe sólo cuatro presentaron una variación mensual positiva durante el primer mes del año; dos mantuvieron el nivel, y las restantes continuaron en baja. Por su parte, en relación a enero del año pasado, seis sub-indicadores registran tasas positivas.
Entre las series que registran incrementos interanuales se destaca la faena de ganado bovino y porcino con una tasa del 18,8%, luego del crecimiento registrado durante todo 2019. Sin embargo durante el primer mes del año presentó una disminución del 1,0%, derivado tanto de las condiciones del mercado internacional como interno. Situación similar presentó la utilización de hidrocarburos para la agroindustria y el transporte, cuyas tasas fueron de 6,8% y -1,6%, respectivamente. Otra serie relativa a la agroindustria, la producción láctea registró una tasa mensual del 0,1% e interanual del 5,4%. Para la molienda de oleaginosas las mismas fueron de -2,3%, y -4,4%, respectivamente.
La actividad de la construcción no logra repuntar. El consumo de cemento disminuyó un 1,5% mensual, acumulando una caída del 15,3% en relación a enero de 2019. El patentamiento de vehículos nuevos también se ve fuertemente afectado, con tasas del -1,7 y -17,5%, respectivamente.
El consumo de energía eléctrica del sector industrial se mantuvo estable en relación a diciembre de 2019, con una recuperación del 4,6% con respecto a enero de igual año. Por su parte el consumo de gas registró un incremento mensual del 1,2%, pero se ubicó un 7,6% por debajo en la comparación interanual.
Infografía El LitoralFoto: Infografía El Litoral
Los puestos de trabajo registrados (altas netas) no presentan cambio mensual en enero, aunque registran una caída del 1,0% interanual. Para la demanda laboral las tasas fueron de 0,3% y 17,2%, respectivamente. Las remuneraciones reales registraron un leve incremento mensual del 0,2%, pero la pérdida de poder adquisitivo del conjunto de los trabajadores formales en relación a enero de 2019 es del 6,0%.
Respecto al consumo minorista, las ventas en supermercados de las grandes superficies instaladas en la provincia registraron una caída mensual del 0,3%, e interanual del 4,4%. Para los recursos tributarios de disponibilidad de la administración provincial el retroceso se estima en 1,5% y -6,8%, respectivamente.
La variación interanual del ICASFe fue del -1,7% en enero de 2020, y la silueta muestra un vuelco hacia la zona de valores negativos que dan cuenta del agudizamiento de la recesión, advierte el trabajo. Esta situación de franco retroceso en la que se presenta la actividad económica a comienzos de 2020 se configura como una base frágil para hacer frente a los efectos de la pandemia relativa al COVID-19.
En este sentido se destaca que las principales actividades productivas ya se encontraban afectadas por situaciones de índole interno, como la disminución del consumo y las complicaciones de índole financiero propias del contexto macroeconómico nacional.
En los próximos meses se irá configurando una nueva coyuntura nacional e internacional que no favorecerá a la recuperación de la actividad económica provincial. La situación agregada de la provincia dependerá en gran parte de la reacción que tengan los mercados vinculados al agro y al sector alimentos, base de la economía de nuestra región.
Esta situación de franco retroceso en la que se presenta la actividad económica a comienzos de 2020 se configura como una base frágil para hacer frente a los efectos de la pandemia relativa al COVID-19.