Terminales automotrices, tecnológicas, dispositivos agrícolas, fertilizantes. Cada pieza que no entra al país para mantener maquinarias, acecha a cadenas completas de grandes y pequeñas empresas. Caen las reservas; ¿Economía piensa "ponerse de rodillas" ante los silobolsas?.
"Se ralentizó la actividad PyME en términos interanuales. En la industria manufacturera, la contracción entre las pequeñas empujó el promedio hacia abajo. Las PyME de Software y servicios informáticos recortan su tasa de crecimiento", advirtió un documento de la Fundación Observatorio Pyme (industria y software y servicios informáticos), mientras de grandes a chicas, las fábricas acusan recibo de la falta de insumos por dólares escasos, que amenazan a varias cadenas productivas.
No es un fenómeno aislado y sectorial. En septiembre, el ÍNdice de Producción Industrial de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 0,2% respecto al mes anterior, en tanto que el índice serie tendencia-ciclo registra una variación negativa de 0,4% respecto al mes anterior.
El informe de FOP señaló que los precios de las manufacturas del sector "volvieron a ajustar a un ritmo intermedio entre la evolución del tipo de cambio oficial y el paralelo, y por debajo del IPC-Bienes y de los precios mayoristas del conjunto de manufacturas nacionales (IPP-manufacturas)".
Si bien FOP analiza sólo a las Pymes manufactureras, la falta de insumos importados que por estas horas amenaza a fábricas de indumentarias, tecnológicas, fertilizantes y fitosanitarios, alcanza a las terminales automotrices y sus autopartistas, y lo mismo comienza a suceder con maquinarias agrícolas. Con ellos se "contagian" además los proveedores de insumos desde la industria Pyme local.
La Cámara de Maquinarias y Herramientas también ha sumado su voz por la falta de piezas (insumos y repuestos) para mantener en actividad las industrias locales. "Tenemos que estar pidiendo permiso todos los días para poder trabajar, es traumático", dijo Alfredo Bonazzi; advirtió que incluso cuando hay firmas dispuestas a poner sus dólares para no paralizar actividades, la burocracia demanda más tiempo que el razonable.
Faltan dólares
La pasada semana el BCRA siguió perdiendo reservas internacionales y en ámbitos oficiales se volvió a escuchar la alternativa del "dólar soja", para tratar de acumular entre 2.500 y 5 mil millones de la divisa, atrayendo las reservas de quienes aún ahorran en los "silobolsas".
La tensión entre la necesidad de Sergio Massa y los preceptos de Cristinas Fernández (no quiere ponerse "de rodillas" dándole una devaluación selectiva al campo) no soluciona el problema macroeconómico. Del 7 al 11 de este mes, la autoridad monetaria vendió otros US$528 millones, acumulando en lo que va del mes ventas netas por US$772 millones.
Desde la perspectivas semanal de Cohen y Asociados, explicaron que "las revaluaciones del Yuan y del oro compensaron en parte estas operaciones, por lo que las reservas internacionales tuvieron una caída de US$234 M en la semana, cerrando con un stock bruto de US$38.032 millones".
Pero la moneda china no son dólares, y el gigante asiático también quiere divisas norteamericanas a la hora de cobrar sus ventas a la Argentina. Economía dejó entrever una nueva gestión de Alberto Fernández en Indonesia, en el marco de la cumbre del G20, para que Beijing permita ejecutar parte del "swap" y convertirlo a dólares. "No" ha sido la reiterada respuesta a otros tantos pedidos de la Casa Rosada en ese sentido.
El deterioro cortoplacista
"La economía se mueve, en el día a día, sin horizonte de planeamiento para su evolución y a la espera de medidas económicas que se suceden para tratar de evitar un agravamiento de la crisis macroeconómica", advirtieron Marcela Cristini y Guillermo Bermúdez desde el último informe de coyuntura de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas.
"La verdadera encrucijada se encuentra en la imposibilidad de trazar un programa mínimo de alivio a esta situación. Pareciera que el gobierno ha decidido transitar por la crisis sin resolverla, pero evitando males mayores. En este escenario, el sector comercial externo es una pieza clave, como venimos repitiendo desde aquí, para la acumulación de reservas que financien los pagos de las deudas más urgentes y, cada vez con menos eficacia, ayuden a estabilizar el mercado de cambios".
Recordaron los especialistas que "repasando la situación del sector comercial externo, en los 9 primeros meses del año, por el lado exportador las ventas externas aumentaron un 15,2% con respecto al año anterior (US$67.131 millones) y las importaciones aumentaron un 40,4% (US$64.520 millones). El saldo acumulado del balance comercial fue de US$2611 millones.
"En 2021 -recordaron- el balance comercial en los nueve primeros meses alcanzó los US$12.340 millones, lo que sugiere el deterioro de la estrategia cortoplacista. Cabe recordar que entre 2008 y 2015 se llevó adelante una política similar, que también terminó en un agotamiento de las reservas internacionales".