Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
La propuesta legislativa que se discute en Diputados, por la cual se propone fijar por ley que en la provincia se respete el domingo y los feriados patrios como días de descanso obligatorios para los empleados de comercio (ver página 3) sumó apoyos desde el Centro Comercial local, la Cámara de Supermercadistas de Santa Fe y los propietarios de supermercados locales. Pero una de las cadenas nacionales más importantes con asiento en Santa Fe, Coto, puso el grito en el cielo: se opone a la medida con una batería de argumentos (ver Argumentos...).
“Estamos de acuerdo con esta medida de fijar por ley el descanso dominical para el comercio. Es una medida justa para los trabajadores, que hace al derecho de descansar el domingo. Permitirá un balance más armónico de la actividad comercial. Los empleados que hasta el momento deben trabajar este día, con esta medida podrán reencontrarse y disfrutar más de sus familias”, dijo a El Litoral el titular del Centro Comercial local, Tomás Vallejo.
En caso de aprobarse “no creemos que haya un impacto negativo en las ventas de los comercios locales. En Santa Fe y en la Argentina, hay una costumbre cultural de salir de compras los domingos, pero es de sólo una parte de la población. Lo importante es garantizar el descanso el día domingo como derecho laboral”, señaló Vallejo.
Gabriel Silva, presidente de la Cámara de Supermercadistas de Santa Fe, también expresó su apoyo: “Hace muchos años que estamos a favor del descanso obligatorio los días domingos. Jurídicamente es lo que correspondería. Ahora, se generó esta movida nacional (impulsada por Came). La medida sería un beneficio no sólo para los empleados de supermercados y de grandes superficies comerciales, si no para todos los empleados de comercio pequeños y medianos de la ciudad”, aclaró.
“En Europa, por ejemplo, los supermercados no abren los domingos”, puso como ejemplo. Silva consideró que no se vería afectado significativamente el volumen de ventas ese día, aún con los atractivos descuentos por compras con tarjetas, sobre todo en las grandes cadenas. “De todos modos, me parece que lo económico debe pasar a segundo plano. Creo que se pueden establecer entre todos los actores los consensos necesarios para que se implemente”.
Voces locales
Un vocero calificado de supermercados Alvear dio a conocer a El Litoral la postura de la empresa. “Estamos de acuerdo con el descanso dominical. Pero siempre que se establezcan reglas de juego claras, esto es, que la ley no termine siendo cumplida sólo por unos pocos, que no sea una iniciativa aislada”. La fuente admitió que “es significativo el volumen de venta de los domingos (ese supermercado abre ese día por la mañana hasta el mediodía), pero “se compensaría por otro lado, como por ejemplo reforzando las ventas o promociones para estimular las comprar los días sábados”.
El propietario de otro conocido supermercado de la ciudad dio su opinión sobre la propuesta de descanso dominical para el comercio: “Estoy de acuerdo. Apunta a garantizar el bienestar de los comerciantes y respetar el tiempo de descanso junto con sus familias”, dijo a este diario. También admitió que las ventas se verían afectadas, pero relativizó este punto: “Hay que adaptarse, compensar la falta de venta los domingos con otras medidas, que deberán evaluarse llegado el momento”.
En contra
Una de las grandes cadenas de supermercados con dos sucursales en Santa Fe, Coto, no está de acuerdo para nada con la medida. Así lo dio a entender a El Litoral Juan Vasco Martínez, director de la Asociación Supermercados Unidos (ASU), que agrupa a grandes cadenas y superficies comerciales como Coto, Yumbo, Disco, Vea, Carrefour, Libertad, El Túnel.
Sus argumentos en contra de la iniciativa fueron muy claros: “Esta medida fue impulsada por un sector determinado en alianza con cámaras y sectores gremiales, invocando un derecho laboral que no está jurídicamente vigente. Eso junto con una reivindicación de derechos laborales, preceptos religiosos y pautas culturales que han cambiado”.
Este último punto es el primer argumento: “La sociedad cambió mucho, y la gente hoy quiere tener el fin de semana completo para planificar sus compras semanales, en articulación con sus intereses recreativos y de ocio”, dijo. Además, “el descanso dominical incidiría negativamente en la conservación del empleo. En las grandes cadenas y shoppings, los empleados del día domingo trabajan a voluntad, perderían horas extra y compensatorios”, advirtió.
El otro argumento cae de maduro: los volúmenes de operaciones son muy altos los domingos (fogoneados por descuentos por compra con tarjetas, ofertas y promociones), y el promedio semanal de ventas se vería seriamente resentido. “Si el promedio de la semana es de 10 %, el promedio del domingo es del 15 %. Ese día las ventas están 50 % por encima del promedio semanal. “Habrá un impacto muy negativo en la recaudación fiscal, y encima crecerá el comercio informal”, se quejó Vasco Martínez