La recuperación del nieto de Estela de Carlotto constituye un hecho determinante en la historia de lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de sus nietos apropiados por la dictadura cívico militar, reforzando el camino para encontrar a los casi 400 que aún restan identificar.
Estela, maestra de escuela primaria, sufrió el secuestro de su hija Laura en noviembre de 1977, que era estudiante de historia en la Universidad de La Plata y militante de la Juventud Universitaria Peronista.
Laura estaba embarazada de tres meses y, según todas las informaciones recopiladas por Abuelas y organismos defensores de los derechos humanos, permaneció con vida en el centro clandestino de La Cacha hasta el parto.
Una compañera de su hija, que había sido liberada, le contó que Laura permanecía con vida.
‘Laura nos mandaba a decir que le daban de comer un poquito mejor y que el bebé iba a nacer en junio de ese año, y que si era varón lo iba a llamar Guido, como su papá. Y que yo lo buscara en la Casa Cuna‘, contó Estela.
En agosto de 1978, los militares la convocaron y le entregaron el cadáver de Laura.
‘La enterramos el 27 de agosto en La Plata. Y el 30 de agosto me jubilé, con una hija asesinada y un nieto que no sabía si existía o no. Me enojé con Dios, me enojé con Jesucristo. Yo había rezado tanto, había hecho promesas. Pero me duró poco el enojo, porque me dije que no es Dios, son los hombres los que hacen estas cosas, no Dios. A pesar de todo mi fe está enterita. Será porque no tengo rencor, no tengo sentimientos que me envenenan‘, relató Estela.
A partir de ese momento, comenzó una larga lucha no sólo en la búsqueda de su nieto, sino en la de otros hijos de desaparecidos a través de las Abuelas de Plaza de Mayo, organización de la cual es una de sus fundadoras y titular.
Hasta la fecha, con la recuperación de Guido, llamado Ignacio Hurban y residente en Olavarría, las Abuelas han identificado a 114 hijos de desaparecidos.
Estela contó que ‘Laura en el cautiverio dijo: Mi mamá no les va a perdonar a los milicos lo que me están haciendo. Y los va a perseguir mientras tenga vida. Lo cual significaba que me conocía más que yo misma porque yo no era mujer heroica. Nunca había participado en nada. Era una mujer con un origen de clase media baja, criada en épocas dulces‘.
El 26 de junio de 2011, Estela dio a conocer una carta para su nieto: ‘Hoy cumples 33 años. La edad de Cristo como decían, “decimos“, las viejas. Con esta inspiración pienso en los Herodes que “te mataron“ en el momento de nacer al borrar tu nombre, tu historia, tus padres‘.
‘Laura (María), tu madre, estará llorando en este día tu crucifixión y desde una estrella esperará tu resurrección a la verdadera vida, con tu real identidad, recuperando tu libertad, rompiendo las rejas que te oprimen‘.
‘Querido nieto, qué no daría para que te materialices en las mismas calles en las que te busco desde siempre. Qué no daría por darte este amor que me ahoga por tantos años de guardártelo. Espero ese día con la certeza de mis convicciones sabiendo que además de mi felicidad por el encuentro tus padres, Laura y Chiquito y tu abuelo Guido desde el cielo, nos apretarán en el abrazo que no nos separará jamás. Tu abuela, Estela‘, finaliza la conmovedora misiva.
La detención de Laura Carlotto en el centro clandestino La Cacha está siendo juzgada desde hace meses por el Tribunal Federal 1 de La Plata en una causa en la que hay 21 imputados entre militares, ex policías y el ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, James Smart.