Por Ignacio Pueyo
En medio de la pandemia y con muchos sueños en las valijas, distintas personas ligadas al fútbol de nuestra región siguen apostando por el deporte. Dialogamos con el futbolista Guido Rancez, hoy en Italia, y con Nicolás Silvestre, preparador físico que acaba de arribar a Honduras.
Por Ignacio Pueyo
A casi 250 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la capital de la República de Honduras, nos encontramos con la ciudad de El Progreso. Allí, en medio de carreteras que conectan ciudades turísticas y a los pies de la cordillera de Mico Quemado y del río Ulúa, nos encontramos con el Estadio Humberto Micheletti, del club Honduras de El Progreso, que milita en la primera división del fútbol de ese país.
Allí hace pocas semanas recaló el ex preparador físico de Colón y Central San Carlos, Nicolás Silvestre, de 30 años. "A mediados de diciembre el director técnico que tomó este club se contactó conmigo a través de la red social Linkedin" relató Silvestre a El Litoral. El entrenador uruguayo Fernando Araujo, quien ya se encontraba trabajando en Honduras, se hizo cargo del club y no dudó en contratar los servicios del santafesino, a quien conoció a través de las redes sociales.
Así de rápida también fue la salida de Guido Rancez, ex futbolista de Atlético Paraná, Villa San Carlos y de último paso por Chaco For Ever. "Hace un tiempo, ya un par de años que venía manejando la posibilidad de venir a Italia a hacerme la ciudadanía y probarme en un fútbol fuera del argentino" contó el ex jugador de las inferiores de Unión, que está buscando cuadro para jugar en el fútbol de la península.
"La verdad que no fue fácil llegar a meterme dentro del circuito en Nacional B, Federal A, B Metro, que son las categorías en las que he estado toda mi carrera. También sentía que ya tenía 30 años, quería probar cosas nuevas, como te dije: otro fútbol. En Argentina jugué en seis provincias, me recorrí prácticamente el país entero, eso es algo hermoso y es una de las cosas más lindas que me llevo. Sentía que era el momento de dar un pasito más, probarme en otro nivel, más lejos de lo habitual de mi familia, y abrir un poco la mente para conocer un poco el mundo y otras culturas" añadió Rancez.
Para Nicolás Silvestre tampoco fue fácil. El preparador físico formó parte del cuerpo técnico que logró el bicampeonato de Liga Esperancina entre 2018 y 2019 con Central San Carlos, y en Colón trabajó en primera, reserva y divisiones inferiores.
Poco conocemos del fútbol de América Central, pero para eso Silvestre ilustró la situación del balompié en Honduras: "Lo que tiene este torneo es que es muy parecido a algunos como el uruguayo, con dos equipos muy grandes que están por encima del resto en cuanto a presupuesto e infraestructura. Uno es el Olimpia, donde está Pedro Troglio, que salió bicampeón y llegó a semifinales de Concachampions, que sería como nuestra Libertadores. Y el otro equipo es el Motagua, un club muy grande que tiene mucha diferencia presupuestaria, de infraestructura, posibilidad de conseguir refuerzos y demás, que es muy diferente a la de los otros ocho equipos. Es un torneo corto de diez equipos, lo cual es muy común aquí en Centroamérica, que haya torneos así con una Liguilla final para decidir al campeón. Esa la primera diferencia grande que veo, si bien después todo se empareja porque es fútbol."
Y aunque el club Honduras de El Progreso finalizó el último torneo entre los puestos más bajos, el cuerpo técnico trabaja para pensar en objetivos más altos.
"En lo que sería el primer tramo del torneo el objetivo será sumar los puntos necesarios para olvidarnos de la lucha por el descenso. Lo que tienen este torneo y el formato del campeonato, es que si tenes un torneo regular podes meterte entre los tres primeros, porque son dos zonas de cinco. Los tres primeros de cada grupo juegan una liguilla, con cruces directos donde se van eliminando y quedan dos finalistas que luchan por el título" se explayó Silvestre.
Por su parte, Guido Rancez se encuentra en Guspide, un pequeño pueblo de unos 12.000 habitantes en la isla de Cerdeña. Allí tiene un amigo que se encuentra jugando en el ascenso y que le brinda alojamiento hasta que consiga ciudadanía y club.
"Mi amigo está en la categoría Eccellenza, que es la quinta. Hasta Serie D, que es la última profesional, se está jugando. Eccellenza parece que va a arrancar el 15 de febrero a entrenar recién. Yo estoy esperando que me salga la residencia, que va a ser en estos días. Me hago una carta de identidad, que es como un DNI, y eso me permite jugar Serie D y Eccellenza. Yo estoy apuntando a una Serie D, estoy haciendo contactos, con Víctor Gómez Varas que está en Serie D y me está dando una mano" señaló Rancez.
El oriundo de San Justo agrega que también las relaciones personales pesan: "Y acá también el técnico quiere que me quede, la verdad que me atendieron espectacular, me dieron hospedaje. Eso me tira a quedarme acá, pero uno siempre quiere aspirar a un poco más, una categoría superior."
"Obviamente no es fácil, tengo a mi nena de un año y medio con mi señora, y no se hace fácil estar lejos de ellas. Pero tomé la decisión, era algo que quería hacer hace un tiempo y para mí es como estar jugando en la Serie A" cerró entre risas el futbolista.
Trayectorias
Guido Rancez es categoría 1990, hizo inferiores en Unión de Santa Fe, y también jugó a nivel local en Santa Fe FC y Colón de San Justo. En el ascenso de nuestro país se desempeñó en Villa San Carlos, Atlético Paraná, Alianza de Coronel Moldes, Ferro de General Pico, Santamarina de Tandil y Chaco For Ever. Nicolás Silvestre es profesor de educación física y además de trabajar en Colón y Central San Carlos también lo hizo en Atlético Franck, equipo de la Liga Esperancina. Al mismo tiempo, ha trabajado en otros deportes como futsal, paddle, hockey, básquet y musculación.