Estudiantes de 5to año fabrican tapavasos "antidrogas" para llevar al boliche
Preocupados por las sustancias que pueden ponerles en los tragos, idearon un tapavaso que viene incorporado a una colita scrunchie. Los adolescentes pertenecen al Colegio Sagrado Corazón y la inquietud surgió de ellos mismos. Es un emprendimiento, así que el producto se comercializa.
Estudiantes de 5to año fabrican tapavasos "antidrogas" para llevar al boliche
"Sí, sucede; vas a un boliche o una fiesta y no sabés que te pueden poner en la bebida. A un amigo le pusieron éxtasis en el vaso, tuvo que ser hospitalizado y le hicieron un lavado de estómago", contó una de las chicas. Otra compañera aseguró que "es una preocupación común de los chicos y chicas de nuestra edad que cuándo salís te pongan alguna droga en la bebida". A partir de esta genuina inquietud, los estudiantes de 5to año Economía del Colegio Sagrado Corazón desarrollaron un emprendimiento: un tapavaso para llevar al boliche y evitar así que les coloquen en la bebida alguna sustancia o droga.
Además, los estudiantes le imprimieron otras características al tapavaso "antidroga", como decidieron llamarlo: lo incorporaron a una colita scrunchie, de las que se usan para el pelo, para que sea fácil de trasladar. Entonces, llegan al local bailable, lo extraen del moño de la colita y lo ponen en el vaso del que están tomando, que queda cubierto y preservado.
Emilia es una de las estudiantes y también directora general del proyecto. Contó que la idea surgió a partir del trabajo con Junior Achievement Argentina, que es una organización mundial sin fines de lucro dedicada a educar a los estudiantes en el espíritu emprendedor. "Desde la organización nos dijeron que teníamos que pensar en un producto que fuera innovador y que siguiera los objetivos de desarrollo sustentable de la ONU. Nosotros trabajamos sobre los que nos parecieron más importantes: acción por el clima, comunidades sustentables y género", comentó la joven.
De entre varias propuestas y problemáticas generadas en una lluvia de ideas, votaron y se inclinaron por el tapavaso. "El objetivo es que no ingresen sustancias tóxicas a la bebida a la hora de salir al boliche, fiestas, eventos", dijo Clara, otra estudiante. También se les ocurrió que el tapavaso esté confeccionado con una tela impermeable, lo cual funciona como antiderrame y puede ser útil para otro target de consumidores: personas con parkinson o niños, por ejemplo.
Problema e investigación
¿Suele ocurrir que les pongan algo en la bebida sin consentimiento?, preguntó El Litoral. "Sí", respondieron los alumnos al unísono. "Tenemos casos cercanos, amigos a los que les pasó y no sólo chicas, sino amigos varones también", agregaron.
Además, estuvieron investigando si se podrían incorporar al proyecto unas "tiras reactivas" para detectar la presencia de drogas en la bebida. "Esa parte aún se encuentra en investigación, porque hicimos consultas con profesores de física y química, con investigadores de la FIQ-UNL y personal de Farmacia de la Católica, y nos dijeron que es muy difícil porque aún no hay nada parecido en el mercado, pero les interesó mucho", contaron. Por el momento los reactivos existentes son aplicables sólo en orina, una vez ingerido el tóxico.
Los estudiantes del Colegio Sagrado Corazón en plena confección de los tapavasos.
Las docentes Susana Benvenutti, de Lengua y Literatura, y Natalia Constantino, de Orientación en Contextos Laborales, explicaron que el proyecto atraviesa varias asignaturas que estudian los chicos, tanto en la investigación de la problemática como en la posibilidad de adquirir habilidades con el emprendimiento.
"El proyecto surgió desde cero, que es la meta propuesta por Junior Achievement en el marco de su programa 'Aprender a emprender', que asigna una beca -en este caso de la empresa MA Propiedades- que sponsorea a los chicos para que trabajen durante todo el año interdisciplinariamente. Queremos que ellos adquieran un contenido más práctico de la educación, y más aún saliendo de la pandemia, poder darle otra vuelta al día a día escolar", sostuvieron.
Emprender
Valentina, en tanto, contó que "estamos separados por grupos y cada uno atiende un tema: Recursos Humanos, Marketing, Producción y Finanzas. Cada uno armó su currículum vitae y se postuló en el área que le gustaría estar, aunque en la parte de producción estamos todos", indicó.
Para confeccionar las colitas y los tapavasos aprendieron a cortar, hilvanar y usar la máquina de coser, tanto chicas como chicos. Sofía, por su parte, dijo que también crearon un perfil de Instagram (scrunchie_cup) para promocionar el producto, y allí se puede ver a los chicos en plena confección del producto.
"Vendimos adentro de la escuela pero también para una feria de emprendimientos de defensa personal que comercializan, por ejemplo, llaveros con gas pimienta, etc. Como nosotros tenemos el mismo objetivo, nos comunicamos y se entusiasmaron, querían que hiciéramos al por mayor, que aún no tenemos esa posibilidad de producción", dijo Sofía, y agregó que ahora producirán 100 más "con fines solidarios".
Ahora los estudiantes van a producir 100 scrunchies para colaborar con Julián Di Pasquale, un compañero de 1er año del colegio que va a competir en el Sudamericano de Gimnasia Artística en Ecuador. "Vamos a donar el 20% de lo recaudado para que él pueda viajar", dijeron los estudiantes. Asimismo, van a participar de una feria de emprendedores virtual que organiza Junior Achievement de entre todas las escuelas secundarias del país.