Miércoles 22.5.2024
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El saxofonista y compositor Bernardo Monk realizó ocho discos a lo largo de su carrera. A pesar de que los mismos fueron con diversas formaciones, mantuvo un estilo propio. Que puso a consideración de los oyentes tanto en el Teatro Colón y el CCK de Buenos Aires como en el Lincoln Center de Nueva York. Impulsor de la inclusión del saxofón en el tango, género al cuál consagró sus primeros discos, Monk también tiene una faceta como divulgador: su obra “El saxofón en el tango” es el primer método existente en la materia.
Pero su currículum vitae es mucho más amplio. No sólo incluye actuaciones y grabaciones con pares suyos tan diversos como Néstor Marconi, Raul Lavié, Fito Páez, Ciro y Los Persas y Axel, también fue parte de las bandas sonoras de los filmes “Tetro”, de Francis Ford Coppola y de “Relatos salvajes”, de Damián Szifron. Actualmente, es educador musical en la UNA y en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA) y está en pleno preparativo para presentar, en junio, su octavo álbum “Cosmofónico”, con composiciones propias entre el jazz y el tango. Allí se centró la entrevista con este medio.
Gentileza Pablo Astudillo-El título del álbum sugiere una fusión de diferentes estilos musicales. ¿Qué inspiró esta amalgama de jazz y tango en tu obra?
-Para mí esa fusión es algo muy natural. Son dos géneros musicales muy importantes para mí, que estudié mucho y que combinados hacen a mi identidad. Estoy en un momento de mi vida y de mi camino musical en que siento que la clave para seguir adelante es describir exactamente lo que pasa en mi interior y contar mi historia completa. Sí, puedo decir que de chico, lo primero que me cautivó en términos musicales fue Gardel. Más tarde empecé a tocar el saxofón y esos dos mundos solo se unieron después de haber estudiado mucho mi instrumento y sus distintas posibilidades tímbricas y de adaptación a diversos géneros. Y mi obra fue surgiendo como consecuencia natural de esos dos caminos que se cruzaron.
-Señalaste la importancia de la honestidad artística en la creación de este disco. ¿Qué aspectos de tu identidad y experiencia personal creés que se reflejan en la música de “Cosmofónico”?
-Para mí son fundamentales el ritmo y la melodía. Y en ese sentido, cuando uno estudia, entra en un terreno muy peligroso en el cual corremos el riesgo de escribir o tocar aquello que “quedaría bien”. Y ya cuando lo encarás así, no funciona.
Tampoco es fácil hacerse cargo de que un tema es sencillo y punto. Pero sólo desde esa sinceridad es que la música llega o no llega. En lo personal, tocar y escribir lo que escucho en mi interior es lo único que hace que no dude de mi música.
Gentileza Pablo AstudilloEste disco refleja el amor por mi familia, mi pasión por las aves y la naturaleza en general y mi lado futbolero y deportivo. Animarme a mostrar eso en mi música fue un paso importante al componer este álbum.
-Uno de los elementos novedosos en este álbum es la inclusión de la batería en tu repertorio solista. ¿Cómo incidió esta decisión en la sonoridad general de las composiciones?
-Yo concibo muchas composiciones desde la parte rítmica. Desde una línea de bajo o desde un groove. En mi camino de sesionista toqué en big bands música de Mingus y en otros casos de Tito Puente. Dos cosas muy distintas entre sí, pero con una fuerte presencia rítmica y de "riffs". Por otro lado, hacía tiempo que tenía ganas de agregar un nuevo sonido al grupo. Pero la premisa era que quien tocara la batería no proviniera del tango. Porque busco algo totalmente distinto a lo que haría un baterista del género. En gran parte porque “Cosmofónico” es música tanguera, pero no diría que es tango.
Gentileza Pablo AstudilloAl principio pensaba en sonidos de batería electrónica. Pero Eduardo Bergallo me convenció de que el camino era lo acústico y la sonoridad dependía de cómo grabar la batería. La sola presencia de la batería, pone a esta música en un plano más jazzístico.
-Actuaste y grabaste con una amplia gama de artistas de diversos géneros. ¿Cómo modificó toda esa diversidad de experiencias tu abordaje musical y cómo influyó en la creación de este álbum en particular?
-Yo creo que todo ese recorrido hace a quién soy musicalmente. Y de una u otra forma, esas experiencias están presentes en mis discos anteriores. El modo de improvisar, de concebir melodías y formas de los temas proviene de ese crisol. Pero hasta este disco todo estaba enmarcado, en mayor o en menor medida, dentro del tango. Me interesaba ese anclaje tanguero que sigue estando en este disco, pero en capas mucho menos perceptibles. Porque en este disco decidí soltar toda estructura, no reprimir nada por no ser tango o jazz. Y bueno, salió esta música que, si bien cuesta rotular, es la radiografía musical más fiel que yo pueda tener.
-Dijiste que “los temas del disco tienen un alto contenido cinematográfico” ¿Podrías profundizar este concepto?
-Si. Yo compongo muchas veces desde imágenes o escenas. Algo similar a la “música programática”. En los temas imagino, cuento historias o describo imágenes. La suite “Cuatro pasiones argentinas” está llena de sonidos y referencias que buscan representar situaciones vinculadas a esos cuatro deportes. “Halcón Peregrino” tiene una sonoridad de trance como el planeo del ave y tiene momentos de tensión como cuando el halcón identifica su presa y va por ella. Surgió un día observando un halcón en un parque. “Perdón y adiós” es un homenaje a un ser muy querido y “Última canción de cuna” está inspirada en las noches en que le leo y le canto a mi hija para dormirse. Busca representar ese momento mágico de la calidez de su habitación. En todos mis discos hay música inspirada en imágenes.
Gentileza Pablo AstudilloDisfrutar sin pensar en nada más
-¿Cómo describirías la evolución de tu estilo musical a lo largo de tu carrera y cómo se manifiesta en "Cosmofónico"? ¿Qué esperás que se lleve el público al escuchar el disco?
-Creo que mi estilo tuvo una evolución muy natural entre un disco y otro. Esa línea discográfica de tiempo es un claro ejemplo de un artista que va descubriendo su propia voz. Al principio, esa voz propia consistía en una forma muy personal de incluir el saxofón al tango. Más adelante esa voz propia se fue incorporando a la composición. Los primeros discos eran de tango sin dudas, porque estaba muy inmerso en el género. Más adelante fui cambiando la perspectiva. Ya me había demostrado que podía tocar tango, pero algo faltaba. Ahí comenzó otra etapa en la que asumí que mi voz era muchas otras cosas más y que tenía que escribir y tocar lo que yo quisiera sin importar si era o no un género puntual. Lo que espero que el público se lleve al escuchar “Cosmofónico” es un rato de música que le guste, que lo emocione, lo convoque e interpele por alguna de todas las aristas que tiene. En otras palabras, quiero que simplemente lo disfrute sin pensar en nada más. Lo cual no es poco.