Viernes 29.12.2023
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Gerry Conlon estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. En 1974, el IRA generó un atentado en un pub londinense, en el cual murieron cinco personas, cuatro militares y un civil. Y Gerry, que no había tenido nada que ver pero era irlandés y no poseía una coartada sólida, fue condenado a cadena perpetua junto a tres amigos. Detrás de las rejas, generó una serie de acciones que lo hicieron legendario como uno de los “cuatro de Guildford”.
Universal Pictures, Hell's Kitchen FilmsEstuvo preso durante 15 años hasta que, en 1989, su sentencia fue revocada cuando se demostró públicamente no solo su inocencia, sino también que la propia policía británica había escondido documentación esencial. “Estuve en prisión por algo que no hice. Soy inocente”, afirmó en esa oportunidad. El padre de Gerry, Giuseppe fue acusado falsamente de haber participado en el atentado de 1974 y también terminó en prisión, con el agravante de que falleció allí, producto de su precaria salud. Lo cual llevó a Gerry a luchar por la reivindicación de su memoria hasta el día de su propia muerte, en 2014, cuando tenía 60 años.
Todos estos sucesos, que resonaron fuertemente en Inglaterra, tuvieron eco mundial a partir del estreno del film “En el nombre del padre” de Jim Sheridan, que llegó a los cines norteamericanos hace justo 30 años, el 29 de diciembre de 1993 tras haber tenido su premiere en Irlanda y en el Reino Unido dos semanas antes. El logro de Sheridan es que, si bien describe los hechos, pone el acento en el vínculo entre Gerry y su padre, lo cual la hace atemporal y le brinda valor humano más allá de los sucesos históricos.
Universal Pictures, Hell's Kitchen FilmsLa película muestra el arresto, los interrogatorios, el juicio y la posterior condena de Conlon. Pero eso es apenas la excusa para revelar las duras condiciones de vida en las prisiones británicas (que, de todas maneras, palidecen si se las compara con las que se observan en la serie argentina “El marginal”), los puntos oscuros del sistema legal y penitenciario de la época, la injusticia, la discriminación, los prejuicios y la preminencia de los derechos civiles por sobre el poder opresor del estado. El hecho de estar basada en hechos reales, más allá de las licencias que se toma el director para la construcción de la trama, le añade hondo dramatismo.
Sheridan, creador también de otros filmes como “The Boxer” y “Mi pie izquierdo”, apunta también a brindar una descripción y toma postura respecto al conflicto en Irlanda del Norte. Al revelar cómo esto influyó en las investigaciones y juicios vinculados con los “Cuatro de Guilford”, trata de echar luz sobre las complejidades políticas y sociales de la década del 70. En este sentido, “En el nombre del padre” guarda relación con otras películas concebidas en los ‘90 como “The Devil's Own” de Alan J. Pakula, “The Crying Game” de Neil Jordan y “Agenda secreta” de Ken Loach.
Actores en estado de gracia
Uno de los activos principales de “En el nombre del padre” es su destacado elenco. Daniel Day-Lewis interpreta a Gerry Conlon, el joven irlandés injustamente acusado. Pete Postlethwaite encarna a Giuseppe Conlon, el padre de Gerry.
Universal Pictures, Hell's Kitchen FilmsA Emma Thompson le toca el papel de Gareth Peirce, la abogada que logra demostrar la inocencia de los Conlon. Y Corin Redgrave aparece como el inspector que encabeza la investigación y arresta a Gerry. Daniel Day-Lewis, en particular, recibió elogios por su trabajo y por la química desarrollada con Postlethwaite. En verdad, cada vez que están juntos en escena, la película logra sus mejores momentos.
A tres décadas de su llegada a los cines (en Argentina se pudo ver recién unos meses después, en marzo de 1994), "En el nombre del padre" sigue siendo un potente alegato en favor de la justicia.