Lunes 16.9.2024
/Última actualización 12:51
El talento musical santafesino se reunió en una versión renovada de un clásico de León Gieco: “Amor y soledad”. La iniciativa fue de Lucho Milocco, músico oriundo de la ciudad de Sastre, departamento San Martín, quien logró reunir a Lula Bertoldi (Eruca Sativa), Raúl Ruffino (Los Tipitos) y Willy Bronca. A este equipo se sumó también el mismísimo León Gieco, oriundo de Cañada Rosquín, una localidad ubicada a unos 50 kilómetros de Sastre. Entre todos, le dieron nueva vida a este tema, que formó parte del disco Orozco de 1997.
El tema original aborda temáticas sociales y personales que siempre han caracterizado a Gieco. “Estupidez y droga al alcance de todos / cultura y educación para pocos / para experimentos, guerras y elección / siempre el pueblo carne de cañón”, dice una de las estrofas. En esta nueva versión, los músicos logran conservar el mensaje, pero lo adaptan a los tiempos actuales con un sonido más contemporáneo, haciendo que resuene con el contexto social de hoy. Uno de los momentos más poderosos es cuando Gieco entona: “Yo no creo que esto se ponga mejor, pero si no luchamos, será peor”.
La nueva versión no solo reinterpreta el mensaje, sino que también es una unión de generaciones y estilos. Lula Bertoldi aporta su potencia rockera, Raúl Ruffino imprime su característico toque melódico y Willy Bronca suma su energía, lo que da como resultado una canción que toma un vuelo diferente, sin perder la profundidad ni la lírica que la hicieron significativa en su versión original.
León Gieco es una de las voces más importantes de la música popular argentina, reconocido por su compromiso social y su capacidad de fusionar el folklore con el rock nacional. Por su parte, Milocco es un músico, compositor y productor, integrante de Pim Pau, un grupo musical dedicado al público infantil, que pone al juego como eje central de su propuesta artística.
Con este relanzamiento, los músicos demostraron que las canciones inspiradas, como las de Gieco, no tienen fecha de vencimiento y siempre pueden interpelar al oyente. Así lo demuestra el estribillo: “Mi corazón / no puede callar la verdad / mi corazón / vive y muere / de amor y soledad”.