Invap es un lugar en el que la Argentina tiene agenda de desarrollo. Procura sus propios dólares, pero necesita otro insumo: el riesgo político en las decisiones. Informe ante el Senado de la Nación.
Radares de clima, control aéreo y fronteras; plantas nucleares de energía o para medicina; satélites y un avión no tripulado. Con 1300 personas de alta capacitación en su planta de Bariloche y otras 300 en las sedes de Córdoba y Buenos Aires, Invap es una Sociedad Anónima pero completamente estatal, con un rol estratégico. Sus científicos-directivos pararon esta semana por el Senado nacional con un pedido: que la dirigencia política asuma riesgos para la soberanía.
El Presidente de INVAP, Hugo Albani, y el Gerente General y CEO de la empresa, Vicente Campenni, expusierondurante una reunión remota de la comisión de Ciencia y Tecnología, presidida por la senadora por Río Negro Silvina García Larraburu (FdT).
Campenni detalló que “hoy Invap tiene 4 áreas de actividad: la nuclear -tenemos un proyecto muy importante con la licitación internacional ganada de un reactor nuclear para para Holanda- y proyectos nacionales importantes como el RA 10 (reactor nuclear multipropósito) para la Conea, que está en Ezeiza”.
Campenni detalló que “tenemos el área satelital para la Comisión Nacional de Actividades Aeroespaciales. Hace poco se lanzó el Saocom 1B. Y los satélites de comunicación Arsat 1 y 2, estamos en vías de concretar el 3, cuyo contrato se firmó en 2015 y quedó stand by durante un tiempo.
Gentileza Acá ponemos en valor otro tema: es tan importante el objeto tecnológico que queremos desarrollar como el proceso mismo en el cual se desarrolla el proceso , dijo Campenni.
“Acá ponemos en valor otro tema: es tan importante el objeto tecnológico que queremos desarrollar como el proceso mismo en el cual se desarrolla el proceso”, dijo Campenni.Foto: Gentileza
“Conseguimos un contrato con una empresa turca; ellos están pagando el desarrollo de una nueva plataforma que se va a usar no solo a nivel de la nueva generación de Arsat sino que también estamos compitiendo en licitaciones internacionales con buenas chances. De las crisis buscamos oportunidades”, subrayó el Ceo de Invap.
En cuanto al vínculo con el Estado, señaló los radares, diferenciando los “primarios” para control de fronteras de los “secundarios” de tráfico aéreo. “Los de tráfico aéreo llevan años cubriendo más del 95 % de las rutas comerciales y viene una etapa de modernización. Estamos reemplazando viejos radares en Ezeiza, Córdoba y Mendoza”.
Campenni señaló que “estamos buscando proyectos interesantes en el área de seguridad, volviendo a trabajar con el ministerio de Defensa y las distintas fuerzas para reflotar el proyecto de aviones no tripulados con Fadea, tratando de ser más asociativos, articuladores de la cadena de valor”.
Por último, en el área de los centros de medicina nuclear,Campenni dijo que “creció bastante a nivel nacional y tenemos un contrato con Bolivia que estuvo parado en este gobierno de transición y esperamos que ahora vuelva a la carga (3 centros de medicina nuclear con equipamiento y capacitación del personal en la Argentina con Conea)”.
Añadió en esta línea “proyectos parados por Covid, por falta de viaje. Con la India hay una planta de radiofármacos. Estamos haciendo mucho teletrabajo”, concluyó.
Invap viene de participar en el “rebanking” de la central de Embalse (alargó la vida útil 30 años) y es el desarrollador del Carem (reactor de baja potencia, última generación, totalmente argentino) que se instala en Atucha.
En Marzo, con necesidad de divisas e inversiones y el “swap” como última alternativa de divisas en un país sin reservas, Alberto Fernández visitará a Xi Jinping (viajaba este mes, se postergó por la pandemia) para resolver -entre otros asuntos- un conflicto contractual: Cristina se comprometió en su último mandato a construir dos centrales nucleares con tecnología oriental; Macri achicó el compromiso a una. Invap reconoció que no tendrían allí “acción preponderante”
Consultado Vicente Campenni sobre el tema, dijo que “el reactor chino es un tema de economía. La necesidad de tener un porcentaje de generación nuclear es real. Es parte de la solución y no del problema del calentamiento”.
Sin embargo, al suponer tecnologías que el país no maneja, Campenni remarcó que “uno le pondría la ficha al Carem. Cerrar en tiempo un proyecto así pondría a la Argentina en una posición significativa a nivel mundial”.
El reactor chino Hualong One o HP R 1000 no está operativo en el mundo y se desarrolla a partir de uranio enriquecido (de acceso restringido por las grandes potencias) y agua liviana. La tecnología que maneja el país es con uranio natural y agua pesada.
Hugo Albani, presidente de Invap, afirmó que “las empresas de base tecnológica, que manejan la herramienta tecnológica y son multidisciplinarias, con tiempo y recursos” pueden “manejar procesos y procedimientos a la aplicación de otras tecnologías”.
“Apreciamos a los funcionarios que asumen el riesgo”, reclamó. “Podemos hacer los proyectos, muchos de ellos que no hemos encarado nunca, pero tenemos enormes chances de ser exitosos. Lo que necesitamos es que confíen en nuestras capacidades y asuman el riesgo”.
El científico y empresario recordó que en 2003 “teníamos capacidad ociosa” mientras el país corría el riesgo de ser bajado de categoría en la escena aerocomercial, por falta de radares. Albani señaló que fue un jefe del Comando de Regiones Aéreas el que los convocó inicialmente y que luego en 2004, el ex presidente Néstor Kirchner -con Alberto Fernánde como jefe de Gabinete- impulsaron la normativa que le dio marco al contrato para “solucionar un problema serio” en el que no tenían experiencia.
Con esa base, Invap lleva localizados y operativos 23 radares secundarios (tráfico aéreo), 8 primarios (control de fronteras) y 16 meteorológicos, “hechos en la Argentina” con reposición y actualización asegurada, mano de obra calificada que no emigra y ahorrando divisas. Eso evitando el problema de equipos importados de última generación paralizados “porque con la caja chica no se pueden reparar”.
2 mil millones. De dólares facturó Invap en 10 años. De ellos, 400 millones fueron por exportación y 1600 en proyectos locales que implicaron que no salgan divisas.
20 % De lo producido requiririó insumos importados. Del 80 % restante, el 50 % es Invap y el resto son Pymes y empresas nacionales distribuidas en todo el país.
Lanzador
En un mundo que amenaza restringir el aeroespacio a los países que tengan vectores capaces de llevar carga hasta allí, Conae trabaja en un lanzador “que va en la dirección correcta”, explicaron los científicos de Invap. Detallaron que por ejemplo el Saocom es un satélite complejo, de tres toneladas con enorme capacidad de proveer productos . “La tendencia es producir los mismos resultados con un conjunto de satélites más chicos que puedan ser lanzados con cohetes más chicos. En ese sentido la Conae ha tomado una buena decisión”.
Vaca Muerta
Invap Ingeniería, radicada entre Neuquén y Cipolletti, brinda servicios a la industria del petróleo, “que es compleja” según destacaron los científicos, porque “demanda respuestas muy rápidas; hay que plantear soluciones en paralelo. Muchas veces (las petroleras) prefieren pagar más antes que parar una explotación esperando un desarrollo, aunque adquieran tecnología que en parte no usan. “Trabajamos con Itec (Conicet+YPF) para buscar soluciones tecnológicas productivas adaptadas a nuestras necesidades”.