Las olas de calor son cada vez más intensas, frecuentes y severas
Entre el 3 y el 11 de enero de 2023, 38 ciudades argentinas, incluida la ciudad de Santa Fe, atravesaron este fenómeno que puede tener serios efectos sobre la salud humana.
Las olas de calor son cada vez más intensas, frecuentes y severas
A pocos días de la difusión de un informe que vinculó el cambio climático a la mayor probabilidad de ola de calor que atravesó parte del país a mediados de noviembre y a principios de diciembre, se conocieron los datos del Servicio Meteorológico Nacional para enero de 2023 que confirman lo que ya sentíamos en el cuerpo: entre el 3 y el 11 del primer mes del año, 38 ciudades argentinas tuvieron una ola de calor, "evento que se destacó por su persistencia y extensión, especialmente en el sur del país" donde se alcanzaron temperaturas récord y hasta se emitieron alertas de color rojo.
Francisco Chesini, Licenciado en Salud Ambiental, experto en el área de salud y cambio climático e investigador en el Laboratorio Interdisciplinario para el estudio del Clima y la Salud aporta un contexto para comprender cómo se producen y qué efectos tienen las olas de calor, un tema de "creciente preocupación en Argentina y América del Sur" por el aumento en su frecuencia y severidad durante las últimas décadas. Así lo confirma un reporte del Servicio Meteorológico Nacional en el documento titulado "El cambio climático hizo que la reciente ola de calor en Argentina fuera 60 veces más probable".
En este diálogo se abordan definiciones, tendencias y un tema que en los últimos años viene ganando protagonismo: los efectos del calor en al salud humana.
- ¿Las olas de calor son más frecuentes y peligrosas en la Argentina que las olas de frío?
- Para poder hablar de ello tenemos que dejar en claro que no existe una definición unívoca a nivel internacional de lo que se entiende por ola de calor o de frío. En ambos casos se entiende que son eventos extremos de temperaturas muy elevadas o muy bajas y persistentes en el tiempo, de al menos tres días. Pero la definición operativa suele variar de un país a otro: en la Argentina el Servicio Meteorológico Nacional ha definido a la ola de calor como un período de al menos tres días consecutivos en los cuales las temperaturas máximas y mínimas se encuentran por encima de un umbral que se calcula para cada una de las ciudades que tienen estaciones meteorológicas, y ese umbral es el percentil 90 de una serie temporal que va de 1961 a 2010. Siempre tomando el semestre cálido, de octubre a marzo.
Si ese umbral se supera por al menos tres días consecutivos se está experimentando una ola de calor (para Santa Fe, las temperaturas más bajas tienen que ser superiores a los 22°C y las máximas a 34,6°C). Si se miran los registros del SMN desde 1960 hasta nuestros días, se observa una clara tendencia creciente de las olas de calor por año. Mientras que, si hiciéramos un análisis similar de las olas de frío, encontraríamos que hay una leve tendencia a la disminución, pero no es tan clara.
Los datos aportados por el SMN
Si se analiza el número de noches con heladas que es un indicador que se suele utilizar para hablar de extremos de frío, se observó una tendencia a la disminución, al menos entre 1960 y 2010. Son datos de un estudio que realizó el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera de la Universidad de Buenos Aires para la tercera comunicación nacional de Argentina frente a la Convención marco de Cambio Climático.
Partiendo de esta aclaración podemos decir que las olas de calor se han vuelto más frecuentes en términos climáticos y su peligrosidad tendrá que ver no solo con la frecuencia sino con la intensidad y la duración.
Francisco Chesini, experto en el área de salud y cambio climático
- ¿Desde cuando ocurre este fenómeno?
- En la Argentina el análisis se hace desde la década el '60 porque es desde cuando los datos están mejor consolidados. Si se observan registros anteriores, se podría ver que en la ciudad de Buenos Aires en el año 1906 y en Córdoba hay marcas pero la tendencia es la misma.
Se analiza desde el año 1960 hasta nuestros días porque hay un registro más riguroso desde ese año.
- ¿Es una consecuencia del cambio climático?
- Evidentemente está asociado; el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático en 2021 indica que a nivel global desde la década del '50 las olas de calor se hicieron más frecuentes e intensas en todo el planeta y se espera que esa tendencia se mantenga. La Organización Meteorológica Mundial informó a principios de enero que 2022 fue el 5 o 6 año más cálido registrado desde que se firmó el acuerdo de París y el 8° año consecutivo en que las temperaturas globales subieron al menos un grado por encima de niveles preindustriales. Y la Argentina no escapa a esa tendencia.