La cineasta Florencia Kirchner, hija de la vicepresidenta Cristina Kirchner, se encuentra internada en el Sanatorio Otamendi por un cuadro de infección urinaria, pero "se estado de salud es bueno".
La hija de la vicepresidenta de la Nación debió ser trasladada al sanatorio Otamendi.
La cineasta Florencia Kirchner, hija de la vicepresidenta Cristina Kirchner, se encuentra internada en el Sanatorio Otamendi por un cuadro de infección urinaria, pero "se estado de salud es bueno".
La joven ingresó en el reconocido centro de salud del barrio porteño de Recoleta el pasado martes, acompañado por su madre: pasó la noche internada y se baraja la posibilidad de que en las próximas horas le den el alta.
"El Sanatorio Otamendi informa que la paciente Florencia Kirchner se encuentra cursando su segundo día de internación por un proceso infeccioso", indicó el parte médico difundido este miércoles al mediodía.
"Su estado de salud es bueno y evoluciona favorablemente del cuadro que generó su internación. Asimismo, la paciente no presenta ningún síntoma compatible con Covid-19", remarcó el informe del centro de salud, firmado por la directora médica Marisa Lanfranconi.
Tras la difusión del parte médico, la nutrida guardia periodística que esperaba novedades de la salud de Florencia Kirchner en la vereda del centro médico se redujo, pero un grupo se quedó aguardando novedades sobre el alta médica de la joven.
No obstante, en medio de un fuerte hermetismo, durante la tarde el sanatorio señaló que no tenía previsto dar a conocer novedades sobre la hija de la ex mandataria.
Lo único que alteró la normalidad del sanatorio en las horas posteriores al parte médico de Florencia Kirchner fue la salida del lugar de la actriz y bailarina Noelia Marzol, quien había dado a luz a su hijo días atrás y este jueves finalmente el bebé recibió el alta médica, por lo cual un grupo de fotógrafos de medios del espectáculo se acercó a retratar el momento.
El estado de salud de Florencia Kirchner ya había sido noticia anteriormente, ya que pasó más de un año en la ciudad cubana de La Habana por un tratamiento médico: había viajado en febrero de 2019 para participar de un seminario de guión de cine y, por problemas de salud, no pudo regresar a la Argentina.
De acuerdo al diagnóstico que difundió la propia Cristina Kirchner en aquel momento, la joven estaba afectada por "trastorno de estrés postraumático; síndrome purpúrico en estudio, polineuropatía sensitiva desmielinizantede etiología desconocida, amenorrea en estudio, bajo peso corporal y linfedema ligero de miembros inferiores de etiología no precisada".
Por ese motivo permaneció internada algunos meses en el Centro de Investigaciones Médicas Quirúrgicas (CIMEQ) de Cuba, para recuperarse de una "enfermedad psíquica", según contó la propia cineasta en una de sus primeras publicaciones en su cuenta de Instagram.
"Mientras nos exponen frivolidad hasta las costillas. Está bien mostrar tu pareja, tus hijxs, el cuerpo de gimnasio, la ropa, la plata, la fiesta, el trucho reviente, pero ante enfermedades psíquicas, y el dolor: que exista una nueva boca cerrada. No me da vergüenza, ni tampoco es desahogo. Es usar la palabra para otrxs, y también para mí", remarcó en aquella ocasión.
Tras regresar al país en marzo de 2020, la joven afirmó que el "ensañamiento judicial" la "enfermó", en alusión a las causas por presunta asociación ilícita en las que está involucrada junto a su madre y su hermano, Máximo Kirchner.
En ese sentido, la cineasta aseguró que "lo que pasó en los últimos cuatro años fue más allá del ensañamiento mediático".
"Empezó a haber ensañamiento judicial, mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía tres jueces que hacían conmigo lo que querían: éso fue lo que me enfermó a mí", lanzó durante una entrevista radial.
Con información de NA