Lunes 15.5.2023
/Última actualización 10:17
¿El hobby de un niño puede desenterrar valiosos tesoros para la historia de un pueblo? La respuesta es afirmativa y ocurre en una localidad cercana a la ciudad de Santa Fe. Se trata de la historia de Elvio Salas, un vecino de Arroyo Aguiar que desde pequeño recolectó piezas de diversa índole que fue encontrando, sobre todo en la zona de la costa.
El Litoral se acercó hasta la comuna perteneciente al departamento La Capital para dialogar con Anabel y Cecilia, las hijas de Salas, para contar de primera mano cómo fueron los hallazgos y qué elementos atesoran.
“Mi papá tiene una muestra de lo que fue recolectando a lo largo de su niñez con restos arqueológicos que fue encontrando en toda la zona de lo que es la localidad de Arroyo Aguiar, San Pedro, Constituyente y lo que es toda la zona de islas”, arrancaron.
— Era un niño curioso y se interesó por todo lo que era la historia del pueblo. Cuando él iba a pescar con su abuelo, encontraba cosas y a partir de ahí empezó a recorrer más seguido y siempre traía algo. Con el tiempo, se convirtió en un hobby y en una pasión que él llevó a lo largo de su vida.
De grande fue carpintero de profesión. En un momento se preguntó qué hacer con todo lo que había encontrado y fue entonces que se contactó con gente del Museo Etnográfico. Alrededor de 1999 ellos vienen y hacen todo un estudio, un relevamiento y también empiezan a encontrar enterratorios, restos de hornillos y otros elementos. A su vez, se conectaron con el Museo de La Plata, que se sumó a las investigaciones.
Salas de pequeño, en la costa del pueblo el lugar donde encontró innumerables objetos del pasado. Crédito: Fernando Nicola—¿Qué tipo de elementos encontró a lo largo de su vida?
— Hay boleadoras, puntas de flecha, amuletos, pipas, vasijas de todo tipo, comunes y funerarias, por ejemplo. También una especie de vasitos. Al mismo tiempo, se topó con restos fósiles de lo que sería un gliptodonte.
Hay también restos de huesos del oído del antepasado del guanaco, hay huevos de ñandú petrificados. Además, tenemos unas boleadoras hechas con restos de meteorito, hay puntas de flechas de piedra, de madera.
Huevos petrificados, toda una atracción de la vitrina de los Salas. Crédito: Fernando NicolaDe curioso mi padre se fue al Museo de Trelew a preguntar por una piedrita que él quería saber de dónde era. Y le dijeron que no podía haberla encontrado en esta zona porque en el único lugar que existe esa piedra es en Sierra Chata.
—¿Qué significados tienen estos hallazgos para la familia?
— Es un tesoro que tiene mucha impronta de sentimiento por lo que fue mi papá. No solamente en su curiosidad por todo, sino cómo fue como persona. Acá vinieron chicos de distintas escuelas, él se abría a ellos y les contaba con entusiasmo para que conozcan.
También vinieron integrantes de talleres de cerámica que se interesaron por ver cómo eran estas cerámicas como para hacer réplicas. Es parte de la cultura del pueblo, que nosotros estamos custodiando de alguna manera porque es patrimonio, y esto genera mucho orgullo por lo que fue mi papá.
También para que la gente conozca la historia, cuáles fueron los primeros pobladores y que los chicos se interesen, que sepan que no solamente en Cayastá se encuentran cosas, sino también acá en su propia región, que la costa donde ellos pueden ir a pescar tiene una valiosa y rica historia.
El “mini” museo y la escuela
La escuela de Arroyo Aguiar, la N° 32 “Domingo F. Sarmiento”, sigue de cerca la “colección” de elementos que Salas recolectó a lo largo de su vida. Incluso, una visita a la vitrina de objetos forma parte de un recorrido que hacen los estudiantes de cuarto grado. Así lo comentó Viviana Mendoza, directora de la institución en diálogo con El Litoral.
“El colegio está trabajando en un proyecto que intenta revalorizar lo que es el patrimonio cultural natural e histórico”, comenzó.
En ese sentido, la docente explicó que “cada año los niños de cuarto grado vienen (N. del R: hace referencia al lugar donde se guardan los hallazgos) a trabajar sobre la historia de la provincia pero con una forma de acercarnos a la historia de los pueblos originarios, a partir de las piezas que encontramos acá en este lugar que fue el trabajo de ese niño que todos conocimos, que fue Elvio Salas, y que dejó este legado para la comunidad”.
“Lo que intentamos un poco ver a través de las piezas es inferir cómo eran esas culturas, cómo eran sus costumbres, de qué se alimentaban, cómo aprovechaban los recursos que tenían cerca”, detalló la directora.
Y aportó: “También pensar cómo todo ese proyecto que organiza la escuela, y en el que colabora por supuesto la familia, impacta de alguna manera en la subjetividad de los niños, en su formación; en cómo van a pensar en común. Es decir ‘somos una localidad, esta es nuestra cultura, estos son nuestros antepasados’”.
Salas acudió a personal especializado del museo etnográfico y juntos realizaron tareas de campo. Crédito: Fernando NicolaLa historia en casa
Al mismo tiempo, la entrevistada reconoció que al estar la escuela cerca de los hallazgos de Salas no necesitan ir a las ruinas de Cayastá. “Trabajamos la historia de nuestra provincia, de nuestros antepasados, a partir de lo que podemos ver acá en el ‘mini’ museo. La verdad que los chicos se entusiasman mucho porque están muy cerquita las piezas”, aseguró.
Mendoza aprovechó el reportaje para exaltar el entusiasmo que le provoca a los estudiantes conocer y descubrir los elementos que encontró Salas. “De esa búsqueda, la misma que tuvo Elvio cuando era pequeño, poder encontrar una piedrita y decir ‘a lo mejor esto seño puede ser tal cosa’. Además, lo relacionamos con un lugar que tenemos cercano, que es San Pedro, y también ahí llevamos nuestros proyectos”, agregó.
Una vasija desenterrada en la zona ribereña de Arroyo Aguiar, todo un tesoro de los antepasados que habitaron suelo santafesino. Crédito: Fernando Nicola. —¿Debería Arroyo Aguiar formar parte de los circuitos históricos?
—La verdad que sí. Tenemos esa intención de que en algún momento tanto Arroyo Aguiar como Campo Andino sean lugares que la gente guste de visitar porque tenemos esta riqueza pero también tenemos toda una zona turística que abarca hasta la laguna Añapiré. Sería todo un recorrido pero para eso también necesitamos la infraestructura, ripiado o la pavimentación de lo que es la ruta 82, que también les sirva a alumnos y docentes para llegar a la escuela.
Toda esta zona encierra una rica historia vinculada por ejemplo a la instalación de la primera estancia argentina que era la de Juan de Garay. Uno a veces piensa en los espacios como los vemos ahora pero los espacios eran distintos antes, e inclusive había algún Fortín que era un poco la que protegía la ciudad de los malones.
También está vinculada al Brigadier López. En el ombusal donde está Campo San Pedro, ahí preparaba a su ejército. En alguna oportunidad las tropas de Balcarce vinieron a la localidad y buscaron al Brigadier. En esa zona hubo una batalla que la ganó López.